Dumb Ways to Die o maneras listas de animar
"En ocasiones la animación tiene la capacidad de escapar del medio de donde surge para convertirse en un fenómeno cultural o social."
En ocasiones la animación tiene la capacidad de escapar del medio de donde surge para convertirse en un fenómeno cultural o social. Algunos personajes de animación como Popeye saltaron de la publicidad a las series de dibujos animados. Personajes de series de TV animadas como los Simpsons o Rick y Morty traspasan las fronteras de la animación para convertirse en iconos pop.
Dumb Ways to Die
Así fue el caso de los personajes animados de un spot de publicidad “Dumb Ways to Die” (Maneras tontas de morir). Era en 2012 y se trataba de una campaña del metro de Melbourne, Australia, para concienciar a los usuarios sobre los peligros del suburbano. El anuncio se hizo tan popular y caló tanto en la audiencia que habría ayudado a reducir en un 30% los accidentes desde entonces, según sus creadores.
Dumb Ways to Die
Aunque solo estaba dirigida a Melbourne, se convirtió en un éxito viral mundial gracias a su video musical, con casi 170 millones de visionados en YouTube, y su uso de otras plataformas. Se convirtió en la campaña publicitaria más premiada en la historia del Festival de la Creatividad de Cannes. Además de cinco máximos galardones (Grand Prix), entre ellos el de mejor anuncio del año, recibió 18 Leones de Oro, tres Leones de Plata y dos Leones de Bronce en distintas categorías.
Dumb Ways to Die
Uno de sus potenciales fue el del humor negro para reflejar «una serie de adorables personajes que se matan de las formas más estúpidas posibles», que terminaba con tres personajes que mueren por no respetar las normas de seguridad ferroviaria. Sus autores son Pat Baron (dirección), Julian Frost (animación) y Cinnamon Darvall y Mark Bradley (producción). En su éxito también influyó la canción que acompañaba al video y que fue escrita por John Mescall, con música y producción de Ollie McGill (líder de la banda australiana The Cat Empire) e interpretación de Emily Lubitz, vocalista de Tinpan.
Dumb Ways to Die
Pero la historia de estos adorables suicidas no acabó ahí, un año más tarde la misma compañía ferroviaria lanzó un videojuego gratuito basado en el anuncio. Se trata de un juego en el que hay que intentar salvar a los protagonistas de “Dumb Ways to Die” de una muerte segura, alejando avispas o pirañas, ayudándoles a huir del fuego, adelantándoles para que no les pille en tren e incluso limpiando su vómito para que no tropiecen. Los retos son diversos y el tiempo para cumplirlos se va reduciendo, así que tienes que ser rápido. Tuvo un éxito casi inmediato y ahora ya van por la 4 versión oficial del juego, para iOS y Android y un montón de copias más o menos acertadas. Incluso se han creado diversos productos de merchandising con ellos.
Dumb Ways to Die
Este es un ejemplo más de cómo la animación, lejos de ser solo una solución infantil, puede también aportar valor a un tema tan complejo como la seguridad y hacerlo además con ironía. Parece que a estos muertos de formas tontas les espera aún una larga vida.