¿Qué es la narrativa transmedia y cómo utilizarla en el arte?

Los avances tecnológicos han modificado con creces el mundo del entretenimiento. Hace algunas décadas, disponíamos principalmente de libros y películas para descubrir nuevas historias. Pero ahora, los medios visuales se han multiplicado y las historias pueden desarrollarse en múltiples formatos, como películas, videojuegos, libros y redes sociales. Es la narrativa transmedia, que aprovecha cada uno de estos medios para contar una parte diferente de la historia. 

¿Qué es la narrativa transmedia?

La narrativa transmedia consiste en contar una historia a través de diferentes medios y plataformas. En cada uno de ellos, se cuenta un aspecto único que va enriqueciendo el relato en su totalidad. Es decir, puede entenderse como distintos capítulos que, en lugar de mostrarse en un mismo canal, se van repartiendo entre varios canales. 

A diferencia de la narración tradicional, donde la historia se cuenta de forma lineal en un único formato, en la transmedia se invita a los usuarios a descubrir piezas de este ‘rompecabezas’ narrativo en diferentes sitios.

De esta manera, con esta técnica se consigue una participación activa del público, ya que este puede interactuar con la historia de maneras antes impensables. Así, con los medios que se hayan elegido, la audiencia puede profundizar en toda la trama y comprenderla mejor.

En este sentido, para crear una narrativa transmedia eficaz es necesario dominar técnicas que permitan contar una historia de forma fragmentada y adaptada a múltiples plataformas. El Máster en Producción y Comunicación Audiovisual de ESDESIGN ofrece una formación especializada en este ámbito, y prepara a los futuros profesionales para aprovechar al máximo los recursos multimedia a través de distintos formatos.

¿Qué relación tiene con el storytelling?

Storytelling significa narración de historias. Es, por tanto, la base de la narrativa transmedia; sin embargo, hay una diferencia importante: mientras que el primero se limita a una única plataforma o formato, como una película o un libro, la segunda extiende el relato a múltiples formatos. Cada una añadirá su propio valor y perspectiva de la historia.  

El uso del storytelling tiene una función que va más allá de usar una estructura: se invita al público a ser parte activa de esa historia, para que viva el relato desde diferentes ángulos y a través de diferentes experiencias. El público pasaría, así, a convertirse en cocreador. 

Principios de la narrativa transmedia

El término narrativa transmedia fue acuñado por el profesor Henry Jenkins. Este, además, definió diferentes principios que establecen cómo se debe diseñar y ejecutar una historia que utiliza este formato. Según su autor, a través de dichos principios la narrativa podrá expandirse y funcionar correctamente en todos los medios seleccionados, tales como:

Propagabilidad vs. profundidad

Este principio destaca la capacidad de una historia para que el público la pueda compartir con facilidad, por ejemplo, en redes sociales y en otros canales. Es lo que se conoce como propagabilidad. Al mismo tiempo, los usuarios van profundizando en ciertos aspectos de la historia si así lo desean, ya que se trata de aportes complementarios a la trama general. La idea es que la audiencia tenga la libertad de elegir su nivel de seguimiento de la historia.

Continuidad vs. multiplicidad

Este concepto hace referencia a cómo se puede mantener la coherencia narrativa entre las diferentes plataformas, que es la continuidad, y el hecho de que existen distintas versiones de la misma historia o perspectivas. Esta sería la multiplicidad. Por ejemplo, un personaje podría tener una historia oficial en una película, pero una versión alternativa en un cómic o videojuego.

Inmersión vs. extractabilidad

La inmersión es la capacidad que tiene una narrativa para conseguir que su audiencia se sumerja en su mundo. Un ejemplo de esto es cuando alguien lee una novela de aventuras y se siente como si estuviera viviendo las experiencias del protagonista. 

En contrapartida, la extractabilidad se refiere a los elementos que los usuarios pueden llevar consigo fuera de la experiencia narrativa, como objetos físicos, conocimientos o ideas. Por ejemplo, en una serie de superhéroes, la extractabilidad podría manifestarse en el merchandising de la serie, como camisetas o figuras de acción, para mantener viva la conexión con la historia.

Construcción de mundos

En la narrativa transmedia, el proceso de construcción de mundos tiene un papel muy importante. Cada medio que se utilice debe ser capaz de añadir algo nuevo para crear todo un universo. No obstante, todos estos pequeños trozos deben ser coherentes entre sí para que la historia pueda tener sentido. 

Así se facilita también que el público pueda descubrir diferentes aspectos de ese mismo mundo. Un ejemplo son las obras de fantasía o ciencia ficción, donde se pueden revelar detalles en el entorno que contribuyen al desarrollo de la historia.

Serialidad

La serialización significa que la historia se contará en episodios o fragmentos, y estos son los que se distribuirán a lo largo de diferentes medios. Cada parte de la historia debe funcionar como un episodio en sí mismo; pero, al mismo tiempo, contribuirá al desarrollo de la narrativa global.

Subjetividad

Dentro de una historia transmedia se pueden ofrecer múltiples perspectivas, algo que no sucede en las historias tradicionales. En esta técnica, ya no hay un único punto de vista, sino que es posible examinar la historia desde los ojos de diferentes personajes, o a través de la interpretación del público.

Rendimiento

El rendimiento es la forma en que la audiencia se involucra activamente en la historia, ya sea creando contenido adicional, participando en eventos en vivo o haciendo interpretaciones en línea. 

Aplicaciones actuales de la narrativa transmedia en el arte

La narrativa transmedia tiene un amplio rango de aplicaciones en el arte contemporáneo. Permite que los artistas experimenten con nuevas formas de expresión, pero también que puedan conectar con su público de manera más profunda.

En el cine y la televisión, muchas producciones utilizan plataformas como redes sociales o videojuegos para expandir su historia más allá de la pantalla. Por ejemplo, series como ‘Westworld’ han creado experiencias inmersivas en línea.

En las narrativas audiovisuales, la narrativa transmedia emplea plataformas digitales, realidad aumentada y otros medios que posibiliten que los espectadores interactúen con las obras de formas poco comunes hasta hoy. Por ejemplo, cuando una obra digital usa la realidad aumentada, la apariencia cambia al usar un dispositivo móvil. Se crea, así, una narrativa visual que evoluciona a medida que el espectador la explora.

El arte interactivo es otra de las aplicaciones. Ya hay instalaciones artísticas que utilizan tecnologías como la realidad virtual (VR) o la inteligencia artificial (IA) para que las visitas participen activamente en la creación de la obra, una técnica que, aplicada en museos, está logrando buenos resultados.

Dentro de la literatura transmedia, se pueden combinar libros físicos con contenido digital o multimedia para conseguir una experiencia de lectura expandida. Por ejemplo, algunas novelas incluyen códigos QR que llevan a videos o sitios web, para enriquecer la historia y atraer a un público más joven. También en los videojuegos, la narrativa transmedia permite adaptarlos a series de televisión o cómics. Por ejemplo, en ‘The Last of Us’. 

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