Cómo gestionar un estudio creativo: todo lo que debes saber
¿Te has planteado alguna vez cuál es la mejor forma de gestionar un estudio creativo? ¿Qué se necesita? ¿Qué tácticas se pueden utilizar? ¿Es difícil el design management?
¿Cuáles son las claves del design management? Sí podemos afirmar que la gestión de un estudio creativo puede ser algo muy gratificante por el trabajo que realiza, pero si no se hace de forma adecuada, también puede volverse una pesadilla. Y es que un design manager tiene una serie de funciones que debe cumplir para que todo vaya como debe; de otra forma, la gestión puede complicarse enormemente.
La gestión de un estudio creativo
Trabajar con creativos puede ser fantástico: una gran cantidad de personas con personalidades diferentes que pueden generar ideas increíbles con las que el estudio creativo pueda destacar. Sin embargo, el día a día con ellos puede ser muy difícil si no se gestiona adecuadamente el equipo.
La parte positiva de todo esto es que, si vemos que hay algo que no funciona, siempre podemos hacer algunos cambios y volver a encarrilarlo todo. De esta forma, engrasaremos la máquina y todo volverá a la normalidad.
A continuación, te vamos a dejar algunas pautas que te pueden venir genial para gestionar un estudio creativo con las que podrás sacar todo el potencial de tus profesionales.
La prioridad debe ser el trabajo en equipo. Siempre
Y siempre es siempre. Lo más productivo que puedes hacer es crear un entorno de trabajo en el que el valor fundamental sea el trabajo en equipo.
Esto no significa que haya que aceptar cada idea que se lance; algunas serán mejores que otras, pero debes saber que eso va a ocurrir. No todas las ideas serán viables.
De hecho, los creativos quieren feedback, pero en vez de hacer crítica destructiva es mejor trabajar en equipo para mejorar una idea entre todos. Esto también permitirá que los éxitos del estudio creativo sean logros conseguidos entre todos.
Reconoce a tus creativos
Como bien sabes, cada creativo es diferente y sigue un proceso de creación distinto. Es ahí donde tu trabajo como responsable debe reconocer sus logros (y sus capacidades) de la mejor forma, pero no para ti, sino para él.
Es básico trabajar en equipo, pero a veces también hay que hacerlo individualmente. A veces, cuando un creativo tiene una idea y es buena, hay que reconocerlo. Si lo haces de forma individual, le estarás enviando un mensaje potente: que estás pendiente y sabes lo valiosas que son sus contribuciones.
Analiza las capacidades de cada uno para gestionar tu estudio creativo
¿Conoces bien a tu equipo? ¿Sabes qué capacidades tiene cada una de las personas que lo integra? Y lo más importante, ¿estás usando esas capacidades en pro del equipo?
Cuando las conoces y las tienes controladas, es mucho más sencillo delegar y asignar diferentes tareas en función de los proyectos entrantes. Además, conocer las debilidades y fortalezas de tu equipo es fundamental para saber si las habilidades que tienes en el equipo son las necesarias para realizar los proyectos.
¿Qué expectativas tienen tus profesionales?
Saber esto también te va a venir muy bien para gestionar tu estudio creativo.
Hay ocasiones en las que estamos trabajando en un proyecto y sabes que tus profesionales no rinden todo lo que pueden, que no dan un paso al frente. Tal vez las expectativas que tiene tu equipo no se estén cumpliendo.
Será tarea tuya como responsable hacer lo posible para que eso no ocurra. Ten en cuenta que el trabajo de tus creativos depende mucho de si se sienten o no motivados. Y obviamente, si no se cumplen estas expectativas, tendrán la motivación por los suelos.
En el momento que sepas cuáles son, trabaja en gestionarlas adecuadamente. Crea puntos de referencia claros y fácilmente manejables para hacer un seguimiento del progreso.
No coartes la creatividad de tu equipo
En algunas ocasiones, cometemos el error de querer tenerlo todo tan bien atado que no permitimos a los demás trabajar como a ellos les gusta.
Como te imaginarás, en un estudio creativo esto es algo que debes evitar a toda costa. Es lógico: ¿Cuáles son los resultados que se van a conseguir si lo que haces es poner límites a la creatividad?
La mente de un creativo es como un hámster en su rueda, siempre tiene que estar moviéndose. Así todas las ideas fluyen adecuadamente.
De este ejemplo se deriva fácilmente un pensamiento: si tenemos la posibilidad, ¿por qué no dejarles más libertad, ser más flexible? No solo se trata de asignar tareas, sino más bien de que tu equipo sienta la libertad suficiente (y la confianza) como saber que cualquier idea que surja, cualquier pensamiento al que se pueda agarrar, va a ser escuchado y considerado.
Tendrán la libertad de crear, que al fin y al cabo es de lo que se trata.
Tu obligación al frente de un estudio creativo es la de fomentar la creatividad en tu equipo. Dejar que las ideas fluyan libremente contribuye a que los profesionales aprovechen todo su potencial.
Estructura sí, pero caos también
Disponer de una estructura es fantástico para la gestión y planificación de un estudio, pero no hay que encerrarse en ello. De hecho, habrá veces que deberás ceder al “descontrol” y a abandonar el planning que tenías.
Como ya hemos dicho antes, no todos trabajamos igual, y a determinadas personas una estructura férrea no les funciona. Si tienes a personas así en tu equipo, no trates de encerrarlos, deja que se muevan fuera de ella.
Las mentes más creativas no se llevan bien con las normas estrictas, así que lo mejor es aprender a trabajar “en el caos”. En otras palabras, hay que adaptarse; hasta cierto punto, claro.
Fundamental para un estudio creativo: el flujo de trabajo
No importa si quieres comenzar un proyecto colaborativo con tu equipo, o realizar el seguimiento de las horas que emplea para cada tarea; el flujo de trabajo debes de tenerlo bajo control.