5 funciones que debe cumplir un buen diseñador de interiores
El decorador de interiores parece el mismo perfil profesional que el diseñador de interiores, pero este último tiene educación especializada en materias como códigos de construcción, sostenibilidad ambiental y diseño tecnológico.
La profesión de diseñador de interiores se centra en la creación de ambientes, tanto para viviendas particulares como para espacios comerciales, como las oficinas o los locales. Sin embargo, se busca el equilibrio entre el estilo que se persigue y la funcionalidad. Dentro de esta última se incluye la finalidad que se le quiere dar, pero también se busca aprovechar las propias características del espacio para maximizar su eficiencia. Por ejemplo, se tienen en cuenta las dimensiones, la forma o las posibilidades que hay disponibles para modificar el entorno.
Como veremos en este artículo, es necesario contar con una educación profunda en distintos conceptos para trabajar profesionalmente en este campo. Si realmente te interesa, puedes formarte con nuestro Máster en Diseño de Interiores. Con este curso, podrás desarrollar cualquier proyecto de interiorismo en todas sus fases, con el análisis de las necesidades de la clientela y traduciéndolas en propuestas personalizadas que combinen las últimas tendencias con las tecnologías disponibles.
La visión creativa del diseñador de interiores
Comenzamos con la importancia de la visión creativa de este perfil. La tarea fundamental del diseñador de interiores, en cualquiera de sus salidas profesionales, es llevar a la realidad la imagen que concibe en su mente para cualquier espacio.
Por tanto, esta persona debe poder tener la capacidad de crear y desarrollar un proyecto desde su conceptualización hasta la finalización del mismo. Pero no solo se trata de aspectos estéticos y funcionales, sino que los proyectos de diseño deben cumplir, además, con los requisitos de seguridad pertinentes, y que vienen plasmados en los códigos de construcción y en las normas reguladoras.
En esta concepción de un espacio, se puede comenzar desde cero o puede tratarse también de un restyling de espacios. Si la finalidad ha cambiado o no se estaban aprovechando los recursos y las oportunidades disponibles, se puede proceder con un rediseño de lo existente.
Expectativas y objetivos
El diseñador de interiores debe encontrar el punto de convergencia entre la cuestión estética, la funcionalidad y las necesidades específicas que se tengan. Su visión profesional nunca puede quedar por encima de los deseos de la clientela, sino que se debe adaptar a lo que se le pide, ya se trate de un diseño de estilo minimalista, de formas geométricas inusuales, etc.
Lo habitual es que la clientela busque que sus espacios sean funcionales, cómodos y estéticamente atractivos, adaptados a su estilo de vida y gustos personales. Sin embargo, pueden tener una visión particular de lo que desean, que tal vez no sea lo más idóneo desde el punto de vista práctico. La persona encargada del diseño de interiores podrá dar su opinión como experta en este campo, pero quien tiene siempre la decisión final es el cliente. Además, se espera del diseñador de interiores que comprenda y respete el presupuesto, y que consiga maximizar el valor de cada inversión.
Para que todo esto sea posible, la comunicación debe ser clara y se debe tener la capacidad para saber interpretar las ideas del cliente. De este modo, se podrán traducir sus deseos en diseños tangibles. Asimismo, el diseñador debe mostrar creatividad, originalidad y conocimiento técnico, que le permitan resolver los diferentes desafíos espaciales y estéticos.
Funciones de un diseñador de interiores
Un diseñador de interiores tiene diferentes funciones en su trabajo, que pueden variar según sea el espacio en el que llevar a cabo su labor o las necesidades del cliente. A continuación te dejamos las más destacadas, pero puedes consultar aquí más detalles sobre sus competencias, formación o expectativas de futuro.
Comunicación con el cliente
La comunicación con el cliente debe estar presente en cualquier sector y, por tanto, también en el diseño de interiores. Un buen profesional siempre debe aportar su visión, puesto que es la persona que cuenta con los conocimientos técnicos. Sin embargo, conocer cómo se puede crear el tipo de espacio que desea el cliente no equivale a querer imponer su criterio.
En primer lugar, hay que asegurarse de que se comprende lo que el cliente necesita y trabajar teniendo eso en cuenta. En una reunión, se realizarán todas las preguntas que sean necesarias y se darán las explicaciones pertinentes sobre las distintas opciones y la viabilidad de cada una de ellas.
Ambas partes deben llegar a un acuerdo, y a medida que el proyecto avanza, el diseñador debe mantener al cliente al tanto de todas las actualizaciones que vayan teniendo lugar, para que pueda aportar sus comentarios.
Identificación y análisis de las necesidades del proyecto según los gustos y el presupuesto
Cuando un cliente potencial busca los servicios de un profesional como el diseñador de interiores es porque tiene la idea de crear un espacio único que aún no ha sido materializado. En este sentido, el papel de aquel no se queda en el plano superficial de encargarse de la decoración del lugar. Se deben comprender en profundidad las necesidades y los deseos del cliente, pero también analizar sus preferencias estéticas, estilo de vida y, por supuesto, el presupuesto disponible para el proyecto.
La tarea del diseñador de interiores no solo será estudiar el espacio físico en sí mismo, sino también explorar las aspiraciones y expectativas del cliente. Se deben dar recomendaciones sobre los distintos estilos, los materiales más idóneos, la distribución espacial o cualquier otro aspecto relevante que contribuya a que el cliente pueda ver cómo se transformará la idea en una realidad tangible y funcional.
Supervisión del diseño de interiores
El trabajo de diseñador de interiores implica a otras personas que tendrán que encargarse de tareas concretas. Este perfil profesional tendrá que supervisar el proyecto de principio a fin, para asegurarse de que se van realizando todos los trabajos de acuerdo con las indicaciones previas que se hayan dado y cumpliendo con los plazos que se hayan establecido.
En este aspecto, algunas de las funciones del diseñador serán los pedidos de los materiales necesarios, la contratación de personal y la supervisión de cada paso para asegurar que todas las partes trabajan de manera conjunta hacia un mismo fin. También será el punto de unión entre ellas, en las que se incluyen junto a los clientes, a los proveedores, subcontratistas y demás profesionales.
Flexibilidad y adaptación a las necesidades específicas de tu cliente
La misión que se tiene como diseñador de interiores es conseguir que los espacios con los que se trabaja se vuelvan estéticos y funcionales, y si es posible, también innovadores. Para conseguirlo, hay que visualizar la distribución del espacio para encontrar la que sea más práctica de acuerdo con el objetivo que se persiga. Para ello, se usarán planos y modelos, así como diferentes herramientas de diseño.
También habrá que mapear la ubicación de las paredes, ventanas, puertas, enchufes y accesorios de iluminación existentes y previstos, y todos los materiales especiales que se apliquen tanto en las paredes como en los pisos o en los techos. Siempre que se pueda, se apostará por promover acciones y materiales que sean sostenibles.
Creación, coordinación y revisión de los documentos del proyecto
Además de las tareas de índole creativa, también hay que realizar otras administrativas o burocráticas. Todas las ideas que se añadan al proyecto deberán quedar registradas por equipo, tanto para que sirvan de guía mientras se desarrolla aquel, como para que sean una prueba que el cliente pueda ver y revisar siempre que lo desee. A este documento se le conoce como memoria del proyecto.
Dentro de esta se debe incluir otros archivos. Por ejemplo, los presupuestos, facturas, documentos informativos acerca del proyecto y cualquier otro que pueda ser de interés para tu cliente. Además de la creación de la memoria, hay otros trabajos a llevar a cabo:
- Revisión de todos los documentos para el cumplimiento de los códigos y reglamentos de construcción.
- Asegurar que la documentación y los contratos del proyecto cumplen con los estándares establecidos por la organización a cargo del proyecto.
- Coordinar y realizar un control de la calidad de los documentos requeridos para completar el proyecto en cada una de sus fases.
- Garantizar que los documentos se corresponden con el objetivo del proyecto.