Arquitectura de museos | Consejos para mejorar el diseño de un museo

La arquitectura de museos es una disciplina que se enfoca en el diseño y en la construcción de edificios que se usan para albergar y exhibir colecciones de arte, historia, ciencia y cultura. Además de tener en cuenta la estética, también valora la funcionalidad y la capacidad para ofrecer una experiencia única a las personas visitantes. 

En este artículo, veremos cuáles son los factores que se deben tener presentes en el diseño de estos espacios, así como algunos ejemplos reales que lo ilustran a la perfección. Pero si te interesa este ámbito y quieres aprender a gestiones espacios, te recomendamos nuestro Máster en Diseño de Interiores. 

¿Qué debemos tener en cuenta en la arquitectura de museos?

En la arquitectura de museos, se deben considerar varios factores, como la iluminación, el flujo de personas, la conservación de las obras, la seguridad y la accesibilidad. Hoy en día, los museos modernos buscan convertirse en iconos arquitectónicos, que sean capaces de reflejar la identidad y la misión que persigue la institución.

El diseño de un museo también implica la creación de espacios que sean flexibles y que puedan adaptarse a exposiciones y eventos de diferentes características. Además, se puede hacer uso de tecnología avanzada, para mejorar la interacción con el público y la sostenibilidad ambiental.

4 consideraciones clave en la arquitectura de un museo

Para la creación de un nuevo espacio cultural, hay que ser capaces de analizar, conceptualizar, diseñar el espacio, gestionar los recursos y hacer buen uso de las tecnologías. Pero si queremos conseguir un buen diseño de los espacios culturales, que cumpla con los aspectos básicos de la arquitectura de estos, se deben seguir los siguientes pasos:

Analizar el patrimonio

En primer lugar, debemos analizar el patrimonio, tanto tangible como intangible, que vamos a exponer. Es decir, hacer una evaluación exhaustiva de las colecciones para comprender cuál es la mejor forma de presentarlas. La naturaleza del patrimonio será la que determine la construcción del museo y el recorrido de las visitas. Se deben considerar aspectos como la fragilidad de los objetos, sus requisitos de conservación y su narrativa histórica o cultural. 

Conceptualización en la arquitectura de museos

Para diseñar el espacio, primero debemos conceptualizar. Es decir, analizar casos de éxito de otros museos similares, identificar las necesidades específicas de la colección y las visitas. A partir de ahí, habrá que determinar las ideas más importantes que se quieren transmitir. La conceptualización también abarca el desarrollo de un tema o historia central, que conecte las diversas exposiciones y que cree una experiencia lógica y envolvente.

El diseño del museo

En esta etapa, se planifica el diseño del museo en detalle. Por ejemplo, la disposición del espacio, la planificación del flujo de visitas y la ubicación de las exposiciones. Aquí ya se usará uno de los elementos que vimos de la arquitectura de museos, y que es la iluminación. Con ella, se resaltarán las obras, y se combinará con la correcta ventilación para su conservación. Hay que garantizar también la accesibilidad para todas las personas, con rampas, ascensores y baños accesibles. También se deben integrar elementos de sostenibilidad, como el uso de materiales ecológicos y sistemas de eficiencia energética.

Recursos y tecnologías

Una vez establecido el diseño y la distribución de las salas, es hora de buscar los recursos necesarios para la implementación del montaje expositivo. Por ejemplo, la señalética, mapas, folletos informativos y descripciones en cada sala para guiar a las visitas. La tecnología es hoy el epicentro, con sistemas de gestión de colecciones y herramientas interactivas que mejoran la experiencia.

La integración de tecnologías es otra de las tendencias en el diseño de espacios, como pantallas táctiles, aplicaciones móviles y realidad aumentada puede proporcionar información adicional y hacer la visita más dinámica y educativa. Los textos de la exposición deben ser claros y accesibles, y estar ubicados estratégicamente para complementar las piezas expuestas, pero sin causar distracciones. 

5 museos que destacan por su arquitectura y diseño

Para conocer cómo se aplica en la vida real la arquitectura de museos, nada como ver algunos ejemplos conocidos de estos. A continuación te dejamos cinco museos que se han convertido en auténticos referentes. 

Museo Guggenheim Bilbao 

El Museo Guggenheim Bilbao, diseñado por el arquitecto Frank Gehry e inaugurado en 1997, es un claro ejemplo de la arquitectura contemporánea. Su estructura de titanio, piedra caliza y cristal, que recuerda a un barco atracado en el río Nervión, ha revitalizado la ciudad de Bilbao y se ha convertido en un icono de la arquitectura deconstructivista. Los principales elogios que se llevó el diseñador fueron a la fluidez y la capacidad para integrar al museo en el entorno urbano e industrial.

En cuanto al interior, la amplitud y las formas curvilíneas hacen que haya una disposición flexible y dinámica en las colecciones, con una excelente adaptación a las necesidades específicas de cada exhibición. Las salas de exposición están interconectadas, por lo que hay un flujo continuo de visitas y se consigue una experiencia inmersiva.

Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA)

El Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA), renovado y ampliado en 2019 por Diller Scofidio + Renfro en colaboración con Gensler, destaca por un diseño capaz de mejorar la circulación y la accesibilidad. Las nuevas galerías son muy espaciosas y flexibles, y permiten una exhibición de obras de arte muy diversa. La arquitectura interior, con techos altos y paredes móviles, facilita la reconfiguración de las exposiciones, y hace que el museo adapte su diseño a las necesidades de las colecciones, ya sean permanentes y temporales.

Museo de Arte Contemporáneo de Niterói, Brasil

El Museo de Arte Contemporáneo de Niterói, diseñado por Oscar Niemeyer, es una obra maestra de la arquitectura moderna, con una forma futurista que se asemeja a un platillo volador. Se inauguró en 1996, y tiene un diseño circular y una fachada de vidrio que destacan por su espectacularidad exterior y por su funcionalidad interior. Las salas de exposición están dispuestas en un anillo continuo, para que el recorrido sea fluido y sin interrupciones. La iluminación natural, que se combina con vistas panorámicas de la bahía, crea un ambiente único que complementa y realza las colecciones exhibidas.

Museo MAXXI, Roma

El Museo Nacional de las Artes del Siglo XXI (MAXXI) en Roma, diseñado por Zaha Hadid e inaugurado en 2010, es un ejemplo perfecto de arquitectura de museos, tanto por su exterior contemporáneo, como por su función museística. Tiene formas fluidas y dinámicas que permiten una disposición flexible de las colecciones. Los espacios interiores, con rampas y puentes interconectados, facilitan una circulación continua, mientras que las galerías de diferentes alturas y tamaños hace que la exhibición de obras pueda ser muy variada.

MACBA, Barcelona

El Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (MACBA), diseñado por Richard Meier e inaugurado en 1995, se caracteriza por el uso de líneas rectas y geometrías simples. Su fachada blanca y los grandes ventanales permiten la entrada de luz natural, y crean un ambiente luminoso y acogedor. Las galerías son amplias y modulares, y están diseñadas para adaptarse a las necesidades específicas de las colecciones de arte contemporáneo, con una disposición flexible y creativa de las obras. Para que el recorrido sea fluido, se integran los patios interiores con los espacios abiertos, mientras que la arquitectura del museo promueve una conexión directa y personal con las piezas exhibidas.

En definitiva, la arquitectura de museos, así como la mejora de su diseño, pasa por comprender el uso del espacio, para distribuirlo correctamente en función del patrimonio disponible y facilitando un flujo correcto de visitantes. Para aprender más sobre el diseño de espacios, consulta nuestra oferta formativa.