El diseño ambiental: las claves del diseño más sostenible

Hoy más que nunca se hace necesario el hecho de que las ciudades no solo sean entidades que evolucionan y que tienen vida, sino que sean sostenibles para poder vivir en ellas con la mejor calidad de vida posible. Y de eso es de lo que se encarga el diseño ambiental en las urbes no solo de nuestro país, sino de todo el mundo.

Es fundamental que las ciudades sean capaces de volver a definir ese concepto de desarrollo en el que se basan, ya que insta al consumo ilimitado de recursos sin tener en cuenta la calidad de vida de sus habitantes. Y es por eso por lo que es fundamental para todos encontrar profesionales que sean capaces de realizar un diseño urbano adecuado.

Una ciudad más sostenible gracias al diseño ambiental

Las necesidades de sostenibilidad que tienen hoy en día todas las ciudades del mundo no se pueden satisfacer a no ser que existan profesionales bien formados en la materia. Estos tendrán que hacer frente al reto de diseñar espacios urbanos en el que vivir sea mucho más fácil, al tiempo que se respete el medioambiente. Deberán utilizar para ello el diseño ambiental.

Esta forma de crear ciudades tiene muy en cuenta aquellos parámetros ambientales que pueden afectar a sus habitantes en cuanto a los programas, los edificios o incluso las políticas urbanas. Su misión fundamental es la creación de lugares óptimos para el entorno urbano. 

Por ello, el diseño ambiental afecta a la arquitectura urbana y su planificación, a la geografía, así como a la arquitectura del entorno. Igualmente, aborda muchas disciplinas como la conservación histórica y la iluminación, pero también el equipamiento de la ciudad.

Sus enfoques, como vemos, son muy variados, pero todos ellos se dirigen a la creación de estrategias que hagan más amigable la ciudad con la vida saludable. Para ello, es fundamental la comprensión de cómo se transforman las ciudades modernas en núcleos urbanos importantes, pero también adoptar medidas que lleven a tal punto.

Algunas claves importantes en el diseño ambiental de nuestras ciudades

Ya hemos establecido que el diseño ambiental es clave para lograr ciudades que sean más sostenibles y respetuosas con el medio, pero para ello es fundamental conocer algunos puntos importantes. Veamos.

Un crecimiento limitado de la ciudad

No se puede concebir una ciudad que pueda crecer eternamente. Esto tan solo conlleva que cada vez van a ser más personas las que tienen necesidades, como suministros y comida. Y una ciudad no puede afrontar una demanda tan extrema.

Por ello, el diseño ambiental debe contemplar el límite de crecimiento que se base en un pormenorizado análisis y estudio de las distintas variables: ecología, capacidad del medio, y productividad de sus recursos. En caso de que no existiera una ubicación para sus necesidades, el límite podría sobrepasar la presencia de la ciudad actual. Como recomendación, debe haber como máximo 10.000 personas por kilómetro cuadrado. 

El tránsito como prioridad

Para que una ciudad sea sostenible, se debe articular en torno a un sistema de transporte público. Las zonas urbanas deben ser fácilmente accesibles y transitables utilizando la red de transporte, y las estaciones y puntos en los que utilizarlos deben estar cerca del ciudadano.

El transporte público debe ser una prioridad en la ciudad sostenible para evitar que haya más vehículos particulares por sus calles.

Utilización mixta de la ciudad

Es más que recomendable que las zonas residenciales estén en un radio de medio kilómetro respecto a los servicios que todos necesitamos. Nos referimos a las oficinas de correos, escuelas, tiendas, establecimientos hosteleros, ambulatorios o entidades financieras varias. 

Edificios residenciales de pequeñas dimensiones

Las viviendas en forma de bloques de pisos no deberán superar las dos hectáreas de extensión, a excepción de las zonas urbanas industriales.

Utilizarlos en vez de edificios de gran tamaño favorece que la afluencia de personas no se concentre en un solo punto, sino que esté disperso por toda la ciudad, evitando posibles embotellamientos.

Zonas verdes y ajardinadas

Cualquier ciudad que se quiera llamar sostenible debe contemplar en su diseño ambiental la creación de este tipo de zonas, ya que suponen un pulmón por el que respirar. De hecho, el porcentaje de las mismas por ciudadano debe estar entre el 20 y el 40%, y todas las viviendas deben tener esos espacios a una distancia menor de 500 metros.

Estas zonas verdes son lugares donde los ciudadanos pueden pasar su tiempo de ocio y descansar o simplemente dar un paseo mientras respiran aire limpio.

Espacios peatonales

Una ciudad sostenible ofrece a sus habitantes espacios por los que pueden pasear sin tener que preocuparse del tráfico de los vehículos a motor. No obstante, también debe contemplar espacios para que puedan circular bicicletas con seguridad.

Edificios eficientes como clave del diseño ambiental

También es importante que los edificios sean eficientes en el uso de los recursos energéticos, como en el caso de aire acondicionado o calefacción.  Para conseguirlo, se pueden implantar sistemas especializados.

La gestión eficaz de los residuos urbanos y el agua

Hoy en día es extraño encontrar a ciudadanos que no sean conscientes de la importancia que tiene reciclar.  Es por ese motivo por el que los edificios urbanos necesitan poder clasificar esos residuos, así como separar la basura de los domicilios de aquellos residuos que puedan resultar nocivos o incluso peligrosos.

Es importante que un porcentaje comprendido entre el 30 y el 50% puedan compostarse y que entre el 35 y el 50% puedan reciclarse de alguna manera.

Respecto a la gestión del agua, es necesario que los edificios cuenten con instrumentos y herramientas para ahorrar, y que en caso de que haya zonas verdes, estas consuman poca cantidad.

Como puedes ver, el diseño ambiental es clave si queremos disfrutar de ciudades que nos permitan tener una buena calidad de vida. Para ello, necesitamos profesionales que cuenten con la formación y la cualificación que les permita realizar ese trabajo.

Una ciudad no sostenible genera mucha más polución, más suciedad, y, por lo tanto, será hasta peligroso vivir en ella.

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