Plano radiocéntrico: qué es y cuáles son sus ventajas
El plano radiocéntrico, (también llamado plano radioconcéntrico), es uno de los estilos de diseño urbano más utilizados en ciudades europeas. Se caracteriza por tener un plano de desarrollo en el que predominan las avenidas radiales que llevan del centro
El plano radiocéntrico, (también llamado plano radioconcéntrico), es uno de los estilos de diseño urbano más utilizados en ciudades europeas. Se caracteriza por tener un plano de desarrollo en el que predominan las avenidas radiales que llevan del centro a la periferia de la ciudad.
Además de estas avenidas, en una ciudad en cuyo desarrollo se ha seguido el plano radiocéntrico, la ciudad cuenta con otras circulares, diseñadas de forma concéntrica. Su diámetro es más pequeño cuanto más cerca están del centro, y mayor cuanto más hacia la periferia están situadas.
Se trata, por tanto, de uno de los tipos de desarrollo urbano empleado en urbes concebidas para localidades en las que los individuos residentes en su periferia tienen que desplazarse con facilidad al centro. Esto tiene innumerables ventajas, pero también ciertos inconvenientes. No obstante, es uno de los modelos más utilizados en ciudades europeas desde hace varios siglos. Además, se ha extendido a otras urbes de países como Australia, China (Chengdu) o Argelia (Ghärdaia).
No obstante, la mayoría de ciudades que siguen este plano se concentran en Europa. En concreto en su parte occidental, con ejemplos como Milán, Moscú, Amsterdam o la ciudad alemana de Nordlingen. En España, el mejor ejemplo de ciudad desarrollada según un plano radiocéntrico es, quizá, Vitoria-Gasteiz. Pamplona también ha ido creciendo basada en este tipo de plano.
Plano radiocéntrico: facilidades de desplazamiento de la periferia al centro
Como hemos comentado, las ciudades diseñadas según un plano radiocéntrico están ideadas para que la mayoría de la población que habita en ellas pueda desplazarse al centro urbano con rapidez y con el menor número de obstáculos posible. Este tipo de ciudades, en muchos casos, tienen varios siglos de antigüedad y han crecido a partir de pequeños asentamientos y núcleos de población.
Los orígenes de estas se han convertido en lo que hoy es su centro urbano, y en muchos casos aglutina gran actividad comercial, turística y empresarial. Por eso, a diario soportan muchos desplazamientos de las afueras al centro en horarios laborales, y a la inversa cuando termina el día. Esto es posible gracias a sus avenidas rectas que terminan en el centro.
Para fluidificar un poco el tránsito en estas avenidas, el centro queda rodeado por varias avenidas circulares. Con ellas se puede cambiar un poco de trayecto y pasar fundamentalmente de unas a otras. Además, sus distintos barrios quedan de esta manera conectados unos con otros.
El resultado de este tipo de diseño urbano es una ciudad cuyo plano base tiene forma de estrella, o bien de tela de araña.
El punto central del plano: el elemento más importante en la antigüedad
Las ciudades que siguen este tipo de plano nacieron generalmente en la Edad Media, en torno a un elemento de importancia para quienes iban a habitar en la ciudad. Habitualmente este punto era una iglesia importante, un mercado o un castillo. Estas ciudades también estaban en puntos estratégicos para las comunicaciones entre los distintos pueblos y ciudades que las rodeaban. Por eso, entrar y salir de ellas con facilidad y rapidez era importante. También lo era llegar fácilmente al punto más destacado de la ciudad en cuestión, de ahí su forma. Ya entonces, las calles de la ciudad estaban pensadas para confluir en el punto más importante de la urbe y proporcionar una entrada y salida rápida por distintos puntos. Estos eran habitualmente puertas en las murallas
Posteriormente, cuando estas ciudades empezaron a crecer, y las construcciones empezaron a superar las murallas, lo hicieron con el mismo tipo de plano que habían seguido hasta entonces: el plano radiocéntrico. De hecho, la muralla, que desaparecía en muchos casos porque ya no era necesario proteger la ciudad de ataques, se convertía en el primero de los anillos que conectaban barrios y avenidas entre sí. Más adelante surgía la necesidad de facilitar estas conexiones con otro anillo, y así sucesivamente a medida que la ciudad crecía.
Desde entonces hasta nuestros días, este ha seguido utilizándose en ciudades con varios siglos de antigüedad y en las situadas, como entonces, en nudos de comunicaciones de cierta importancia. A pesar de sus inconvenientes, que veremos más adelante, el plano radiocéntrico es uno de los diseños de ciudad que más facilidades ofrece para la movilidad. Por lo tanto, se ha utilizado también para el diseño de urbes modernas que comenzaron a construirse mucho después de la Edad Media. Es el caso de la capital de Australia, Canberra, cuyo diseño se realizó mediante el mencionado plano radiocéntrico.
Inconvenientes del plano radiocéntrico
Los principales inconvenientes que hay en las ciudades desarrolladas según un plano radiocéntrico están relacionados con los tipos de desplazamientos a realizar. En ellas ir del centro a la periferia, o viceversa, es sencillo y rápido. También moverse de un punto a otro en diagonal pasando por el centro. Pero no sucede lo mismo si es necesario desplazarse dentro de la ciudad en línea recta. O hacerlo, por ejemplo, de este a oeste.
A pesar de que las avenidas concéntricas de circunvalación están diseñadas para facilitar muchos de estos desplazamientos, en realidad tampoco son tan fáciles. Los conductores que se mueven por estas avenidas y las carreteras radiales que salen del centro tampoco lo tienen muy fácil en cuanto a visibilidad, ya que, en cuanto llegan a los cruces, llega a haber ángulos entre calles de 120 grados.
El plano radiocéntrico, una de las bases del diseño urbano actual
Tal como sucede con otros tipos de planificaciones de desarrollo y crecimiento de una ciudad, el plano radiocéntrico es uno de los conceptos básicos que debe tener en cuenta un diseñador de espacios urbanos cuando realiza cualquier intervención para hacer crecer una ciudad. Cada vez que se proyecta un nuevo barrio, o se hace crecer una avenida, debe estudiarse el plano que ha seguido la ciudad para crecer y que el nuevo trazado no rompa con el antiguo de forma radical, puesto que el diseño urbano tiene una importancia vital no solo en el crecimiento de una ciudad, sino también en el avance de su sociedad. Así se hace crecer la ciudad de forma natural.