ECO Alta Costura ¿es posible?
Mireia González Lara, Consultora de Moda y Codirectora del Máster de Dirección y Creación de Marcas de Moda en ESDESIGN, habla del reto de la sostenibilidad en alta costura en el nuevo ES TENDENCIA.
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Mireia González Lara es Consultora de Moda y Codirectora del Máster de Dirección y Creación de Marcas de Moda en ESDESIGN. Se formó como Diseñadora Textil y de Moda, aunque se considera una profesional versátil. En su monográfico "ECO Alta Costura: ¿es posible?" habla de los nuevos retos de la industria más selecta de la moda.
¿Hacia dónde van las marcas de couture? ¿Será también más inclusiva y democrática?
Hasta los años 60 del S.XX toda la moda de creadores era Alta Costura, es decir, hecha a medida bajo criterios de alta calidad. Incluso la moda cotidiana. Los grandes nombres de la moda desde Cocó Chanel a Christian Dior eran replicados por estos artesanos de la costura buscando clonar las prendas, con las mayores similitudes posibles. La academia de la Haute Couture, vela, aun en estos momentos, por los estándares de calidad y sobre todo de exclusividad, es decir, lo que se puede considerar o no Alta Costura, y solo los miembros de dicha cámara o algunas de las firmas invitadas cada año, como fue el caso en el 2022 de la española Juana Martín, deciden quien tiene el honor de poder denominar a su trabajo Alta Costura.
La Alta Costura en cifras
El Tamaño del Mercado Global de Alta Costura se estimó en 10.554,80 millones de euros en 2021 y se proyecta que alcance los 12.380 millones para 2028 Se necesitan 150 horas de trabajo artesano de media para una pieza simple y unas 1000 para una prenda con aplicaciones y bordados.
El colectivo de “petit mains” consta de unas 2.200 artesanas, altamente cualificadas y formadas en las escuelas y en las “maison” como aprendizas.
La cifra del consumo de moda de prêt-àporter (moda seriada, incluyendo la moda rápida) supuso en 2021, 1.282.476 millones de euros, para que veamos el tamaño diminuto de la Haute Couture, en comparativa.
Las clientas se suelen someter a unas 10 pruebas antes de que se les entregue su prenda.
Se calcula que solo unas 5.000 personas son clientes habituales de la Alta Costura.
Breve evolutivo de la sostenibilidad en la alta costura a nivel nacional vs internacional
El sistema de producción y organización de “les petit mains” es sumamente sostenible ya que es humano y de escala reducida. Además, es tal el lujo de los materiales, que los trajes se prueban con un tejido llamado toile, antes de usar el tejido definitivo para no desperdiciar nada. Esa filosofía tan zero waste también denota sostenibilidad, aunque después sean piezas destinadas a un público que está por encima del lujo, la élite económica, que no intelectual, del mundo. Así mismo con las prendas hechas a medida, no se genera stock, que es en parte, el gran problema de la industria de la moda, de hecho, se calcula que por cada prenda que se vende en las tiendas, se producen otras tres.
¿Pero qué cambió? ¿Por qué la Alta Costura empezó a girar hacia la sostenibilidad, distintos modelos de belleza y un producto disruptivo?
La Alta Costura, considerada el “laboratorio de la Moda” debe mantenerse como ese lugar de excelencia, pero también como propulsora de la investigación en los avances tecnológicos, de nuevos materiales (muchos de ellos de origen reciclado) y sobre todo, debe seguir siendo un gran escaparate donde pueda mostrase la gran fantasía de los diseñador@s.
¿Y para esta semana de la Alta Costura de enero de 2023, que novedades sostenibles e inclusivas hemos visto?
A finales de enero 2023 se ha celebrado la semana de la Alta Costura de París (recordar que de todas las semanas de la moda del mundo la única que tiene una pasarela de Alta Costura es la capital francesa, y son los únicos que pueden usar el nombre Haute Couture, de ahí su importancia), podemos decir que seguramente ha sido la más diversa en propuestas sostenibles y en inclusividad de la historia.
Como propuesta española
Ha participado por segunda vez, la cordobesa Juana Martín con una propuesta de alta artesanía española con la colaboración de Christian Louboutin para el calzado y la firma de bolsos marroquí Nadia Chellaoui