Importancia de los valores de marca en el proceso creativo
En el mundo del diseño, la creatividad y la innovación son fundamentales para destacar y captar la atención del público. Sin embargo, para lograr un impacto duradero, es esencial que durante el proceso creativo, se comprendan y se apliquen los valores de marca a cada uno de los elementos que la definen, ya que son los principios fundamentales que guían la identidad y la personalidad de aquella.
La personalidad de marca como base del proceso creativo
La personalidad de marca es su alma. Esto es, su identidad distintiva que la diferencia de sus competidores. Pero además, es la forma en que se presenta al mundo y conecta emocionalmente con su público objetivo.
Para crear esta personalidad, es necesario fijarse en los valores de la marca y sus atributos, tanto los que posee como los que desea transmitir. En esta investigación previa se dará respuesta a preguntas como qué quiere representar, qué la define o qué emociones y sensaciones desea evocar en su público.
Una vez definida la personalidad de marca, esta tiene una influencia significativa en el proceso creativo. El equipo de diseño la utilizará, así como a los valores de marca, como guía para crear una identidad visual que sea congruente con su esencia.
De este modo, cada elección de color, tipografía, forma y estilo de diseño, pero también las aplicaciones en distintos formatos e incluso la comunicación, se basará en ambos y tendrá como objetivo transmitir los mensajes y emociones deseadas. Será, por tanto, un filtro creativo que asegura que todos los elementos visuales estén alineados con la identidad de la marca. En el apartado siguiente, veremos las fases del proceso con más detalle.
En el caso de la creación de marcas de moda, esta identidad no solo se transmite al público mediante el estilo en particular que sigue o cómo desea posicionarse, sino que hoy en día, a estas empresas se les demanda también transparencia, ética y compromiso en el proceso de fabricación y en los materiales que se emplean para la creación de sus productos. Es lo que se conoce como impacto positivo en la moda.
Las fases del proceso creativo y su relación con los valores de marca
El proceso creativo comprende una serie de etapas interconectadas que permiten al equipo de diseño dar vida a sus ideas. Cada una de estas fases está íntimamente relacionada con los valores de marca, ya que son estos los que impulsan la dirección creativa y establecen la conexión con la audiencia.
Fase de investigación y análisis: entendiendo los valores de marca
En esta fase inicial, hay que sumergirse en una profunda investigación y análisis de la marca. Se estudia su historia, su público objetivo y su industria. El objetivo principal es comprender los valores y atributos que la definen y cómo se relacionan con su audiencia. Este conocimiento proporciona una base sólida para el desarrollo de la estrategia creativa y asegura que el diseño refleje los valores de marca de manera precisa.
Fase de ideación: reflejando los valores de marca en la creatividad
La fase de ideación es el momento en el que se generan ideas creativas para plasmar los valores de marca en el diseño. Aquí es donde se exploran diferentes conceptos visuales, se prueban combinaciones de colores y se experimenta con formas y estilos. La clave en esta etapa es asegurarse de que cada idea propuesta refleje su personalidad y van alineadas con ella. Se busca crear una identidad visual única y memorable que transmita la esencia de la marca de manera efectiva.
Fase de ejecución: transmitiendo los valores de marca en el diseño
Una vez que se han seleccionado las ideas más prometedoras, llega el momento de llevarlas a la práctica. Durante la fase de ejecución, el foco se centra en traducir esas ideas en elementos visuales tangibles. Esto incluye la creación del logotipo, la elección de la paleta de colores, la selección de tipografías y la definición de los estilos de diseño. Cada decisión se toma cuidadosamente para asegurar que los valores se transmitan de manera coherente y efectiva.
Arquetipos de personalidad y su conexión con los valores de marca
Como decíamos al comienzo, además de en los colores o las formas elegidas en los aspectos visuales, la identidad también se extiende a las comunicaciones de la empresa con su audiencia, puesto que estas son parte imprescindible de un plan de marketing.
En este punto, es conveniente mencionar a los llamados arquetipos de personalidad, que son patrones universales de comportamiento y características humanas que se pueden aplicar a las marcas. Ofrecen una forma poderosa de comunicar la identidad para establecer una conexión emocional con el público y son muy eficaces para hacer crecer a una marca frente a su competencia.
El poder de los arquetipos de personalidad en el branding
Los arquetipos de personalidad permiten a las marcas relacionarse con su audiencia de una manera más profunda y significativa. Al identificar el arquetipo que mejor se alinea con una marca, se puede crear una narrativa coherente y atractiva que resuene con el público objetivo.
Por ejemplo, una marca que busca transmitir confianza y seguridad puede adoptar el arquetipo del “protector”, mientras que una marca que se enfoca en la creatividad y en el espíritu ganador, puede adoptar el arquetipo del “héroe”. Al establecer esta conexión emocional con el público, se fortalece el vínculo entre la marca y sus consumidores.
Identificar los arquetipos de personalidad que reflejan los valores de marca
Al combinar los valores de marca con los arquetipos de personalidad, se puede obtener una guía clara para el desarrollo de la identidad visual y la estrategia de comunicación. Es importante identificar aquellos que mejor representen los valores y la personalidad de la marca; para ello, volveremos a analizar su historia, su misión y su visión, sus objetivos y a quién se dirige. Con los arquetipos adecuados, se establece una dirección clara y coherente para la creatividad y el diseño.
En conclusión, los valores de marca son elementos fundamentales en el proceso creativo del diseño. La personalidad de marca actúa como la base que guía cada etapa del proceso, desde la investigación y análisis hasta la ejecución. Además, la conexión entre esos valores y los arquetipos de personalidad ofrece una poderosa herramienta para establecer una conexión emocional con el público objetivo, y que el equipo de diseño utilizará para crear identidades visuales auténticas y coherentes.