¿Qué es la moda ética y qué impacto tiene en la industria textil?

La responsabilidad por el cuidado del medioambiente, y por ende, del planeta, recae tanto sobre los individuos como las empresas. Sin embargo, estas últimas no solo tienen un impacto mucho mayor, sino que son también las que cuentan con los medios y los recursos para que la industria textil, en este caso, avance en una nueva dirección. La moda ética es la respuesta actual a las problemáticas que estamos viviendo. 

Hoy hablaremos sobre este concepto y de otros como la moda ecológica y la sostenibilidad en el sector. Si bien consiste en un nuevo enfoque y concepción de la industria, también se concibe como una estrategia que surge a partir de las necesidades actuales de conectar con consumidores cada vez más conscientes. Si quieres aprender más sobre gestión de empresas textiles, te recomendamos nuestro Máster en Dirección y Creación de Marcas de Moda. 

¿Qué es la moda ética?

La moda ética es un enfoque que da prioridad a la justicia social y la sostenibilidad en los procesos de producción y el consumo de ropa frente a la obtención de beneficios y el crecimiento como marca. 

A diferencia de la moda convencional, que se centra en la maximización de beneficios y en la expansión continua a expensas del medioambiente y de los derechos laborales, el concepto de ética en la moda busca integrar principios de equidad, transparencia y respeto ambiental en cada una de las etapas del ciclo de vida de un producto: 

• Equidad: para garantizar unas condiciones laborales justas.
• Transparencia: con el fin de saber al detalle cómo se ha fabricado la prenda (origen de las materias primas y criterios de producción).
• Respeto ambiental: teniendo como objetivo minimizar el impacto de la moda en el medio ambiente. 

¿Cuál es su origen?

El concepto de moda y sostenibilidad es bastante reciente; este surgió como respuesta a la creciente preocupación por el medio ambiente y los derechos laborales, especialmente en países productores. Durante las últimas décadas del siglo XX, este movimiento empezó a ganar fuerza, ya que fueron saliendo a la luz las condiciones pésimas de quienes trabajaban en países tercermundistas para las grandes multinacionales del sector. Pero además, las consecuencias medioambientales de su producción, con vertidos tóxicos, emisiones y la acumulación de productos desechados, también en aquellos países alejados de nuestros ojos. 

Esta situación hizo que cada vez más consumidores crearan conciencia sobre estos problemas y de la responsabilidad de sus acciones. Por ejemplo, su elección a la hora de comprar productos. La conciencia sobre los problemas asociados con la producción masiva, como la explotación laboral y la contaminación ambiental, se transformó en una demanda de productos más sostenibles y éticos. 

¿Es lo mismo ropa ecológica que ropa sostenible?

Si bien la ropa ecológica parece equivaler a la moda sostenible, se trata de dos conceptos diferentes. La primera se refiere a aquellas prendas que han sido fabricadas con materiales que minimizan el impacto ambiental durante su producción. 

Por ejemplo, podría tratarse de tejidos orgánicos como el algodón sin pesticidas o el lino. Pero también, de técnicas de producción que reducen el consumo de agua y la generación de desechos. Por tanto, la ropa ecológica se centra principalmente en el aspecto ambiental de la moda.

Sin embargo, cuando hablamos de ropa sostenible, el término es más amplio. No solo incluye el impacto en el medioambiente, sino también el bienestar social y económico a lo largo de la cadena de suministro. 

La sostenibilidad en la moda implica que las prácticas que se lleven a cabo deben promover una producción ética, condiciones laborales justas y un producto de calidad durable. En otras palabras, la moda sostenible busca  un equilibrio entre las condiciones laborales de los trabajadores, la equidad en el comercio y la durabilidad de los productos. 

Si ponemos ambos conceptos en relación con la moda ética, la moda ecológica puede considerarse un subconjunto a la moda sostenible, ya que se centra específicamente en el daño ambiental. Y la sostenible, pone el foco no solo en la reducción del daño ambiental, sino también en la justicia social. Sin embargo, para que la moda sea realmente sostenible, es necesario abordar aspectos tanto ecológicos como sociales. La ética en la moda se enfoca en estos últimos puntos. 

Beneficios de la moda ética y sostenible

Aunque los beneficios de la moda ética quedan claros por la propia definición de ambos conceptos, vamos a verlos en detalle: 

- Menor daño medioambiental. Se utilizan materiales que tienen un impacto más bajo, como el algodón orgánico o el poliéster reciclado. También las técnicas son menos contaminantes, minimizan el uso de recursos y generan menos residuos. Entre estas encontramos  el upcycling en moda.

- Mejores condiciones laborales. Las prácticas de moda ética garantizan que la plantilla obtenga salarios justos, jornadas de trabajo y condiciones dignas y seguridad en el espacio de trabajo.

- Mayor transparencia. Las marcas que apuestan por la moda sustentable y ética suelen ser más transparentes acerca de sus procesos de producción y su cadena de suministro. Gracias a ello, la decisión de compra es informada.

¿Cómo pueden las marcas pasarse a la moda ética?

Hacer una transición de prácticas tradicionales hacia otras más éticas y sostenibles no es tarea fácil. Sin embargo, no se trata ya de una cuestión de preferencia o de respuesta a las necesidades del público, sino que cada un marco legislativo que determina cómo deben actuar las empresas. 

No obstante, hay algunas estrategias que se pueden implementar progresivamente, como las siguientes:

- Evaluar la cadena de suministro. Identificar áreas de mejora en términos de prácticas laborales y sostenibilidad ambiental.

- Seleccionar materiales responsables. Para elegir aquellos que son sostenibles, hay que invertir en investigación y desarrollo para encontrar alternativas ecológicas.

- Implementar certificaciones. Hay organizaciones reconocidas que ayudan a las marcas a demostrar su compromiso con la moda ética. Por ejemplo, GOTS (Global Organic Textile Standard) o Fair Trade.

- Comunicación y transparencia. Las marcas deben ser abiertas sobre sus prácticas y objetivos, y compartir información sobre el impacto de sus productos y las mejoras realizadas.

- Educación y formación. Capacitar al personal sobre prácticas éticas y sostenibles y educar a su audiencia sobre la importancia de la moda responsable.

Conclusión

El mundo avanza y tanto marcas como personas deben continuar aprendiendo y optar por alternativas que sean más éticas y sostenibles. Si te interesa la moda ética o la introducción de estrategias que mejoren la imagen de una empresa, pero también su impacto, inscríbete en nuestro máster sobre gestión de marcas de moda.