Slow fashion: qué es y cómo funciona

Slow fashion: qué es y cómo funciona

La slow fashion es una apuesta por la conciencia y la sostenibilidad aplicada al sector textil. La moda se viste de ética.
 

Autor: Ana Torres
Diseño de moda
20 de Octubre de 2023

Vivimos en una sociedad consumista, que adquiere y desecha a un ritmo vertiginoso. Esta actitud se aplica al consumo de información en las redes sociales, a las relaciones personales y, por supuesto, al mundo de la moda. Dado que las tendencias van cambiando año tras año y que podemos conseguir prendas a precios muy bajos, la ropa tiene una vida útil de apenas unos meses. A esto se le conoce como fast fashion o moda rápida. Ante este panorama poco sostenible, surge una alternativa más consciente, la slow fashion.

Hoy te contamos en qué consiste este concepto y por qué se está convirtiendo en la nueva moda. Pero si te apasiona esta industria, no dudes en inscribirte en nuestro Máster en Dirección y Creación de Marcas de Moda.

¿Qué es la slow fashion?

La slow fashion, o moda sostenible, es un enfoque opuesto a la fast fashion en la industria de la moda. Se trata de un movimiento que promueve la producción y el consumo de prendas de vestir de manera consciente. Es decir, que se aleja de la compra compulsiva y tiene en cuenta factores como la calidad en la elaboración, la durabilidad, el impacto ambiental y las condiciones laborales de quienes fabrican las prendas.

El objetivo de la slow fashion es tomar conciencia y apostar por la ética, así como crear una conexión más profunda entre las personas y la ropa que utilizan. De esta manera, se fomenta una relación más significativa y duradera con las prendas que se adquieren.

Otras alternativas similares son el fashion sharing, que consiste en alquilar ropa, y que es habitual para prendas con un coste elevado, como los vestidos de novia o de vestir. O la moda de impacto positivo.

 

slow fashion

 

Diferencias entre la fast fashion y la slow fashion

La fast fashion se caracteriza por la producción masiva y rápida de prendas que siguen las tendencias actuales, a menudo a expensas de la calidad y las condiciones laborales. Promueve el consumo impulsivo y la ropa desechable.

En contraste, la slow fashion se centra en la calidad y la resistencia, con producción responsable y materiales sostenibles. Prioriza condiciones laborales justas y un enfoque consciente en la compra, que alienta a comprar menos pero mejor. Cada vez son más las personas, e incluso fashion influencers, que apoyan este movimiento.

Características de la slow fashion

Para poder considerar una marca o unas prendas de vestir como parte de la slow fashion, deben tener una serie de características determinadas. Son las que te dejamos a continuación:

Producción responsable

Las principales cadenas de ropa que podemos encontrar a lo largo y ancho del planeta, fabrican sus prendas en países tercermundistas. Por lo tanto, las condiciones laborales son infrahumanas y los salarios muy bajos. En la slow fashion, la producción se lleva a cabo de manera responsable y ética. Esto es, que se da prioridad a la calidad sobre la cantidad, se utilizan materiales sostenibles y hay una garantía de que las condiciones laborales son justas en todas las etapas de la cadena de suministro.

Durabilidad y calidad

Las prendas están diseñadas y fabricadas para durar, no para ser usadas durante una única temporada. Para lograrlo, se utilizan materiales de alta calidad y técnicas de confección meticulosas, que permiten que las prendas resistan el paso del tiempo y no se desgasten con tanta facilidad.

Consumo consciente

El slow fashion fomenta un consumo más consciente y reflexivo. Esto significa que la idea es comprar menos y no sustituir la compra compulsiva de prendas de baja calidad y precio por estas. El objetivo es ser conscientes de si realmente necesitamos todo lo que adquirimos, para escoger única y exclusivamente lo que sí nos hace falta. Esas prendas a escoger serán además sostenibles. Así se reduce la acumulación de ropa no deseada y el posterior desecho.

Diseño atemporal

Para facilitar su uso en el largo plazo, las prendas acostumbran a tener diseños atemporales, en lugar de seguir tendencias fugaces. De nuevo, se trata de un cambio de mentalidad, para pasar de ver la ropa como algo estético y que cambia con el tiempo para convertirse en algo funcional.

Producción local y artesanal

Siempre y cuando sea posible, se da preferencia a la producción local y a aquellas técnicas de confección que sean artesanales, frente a la producción en masa. No solo se logra reducir la huella de carbono con los transportes de larga distancia, sino que se apoya a las comunidades locales y se facilita la creación de empleo.

 

slow fashion

 

Cómo funciona la slow fashion

El funcionamiento de la slow fashion se basa en los siguientes principios:

  • Investigación y planificación. Las marcas invierten tiempo y recursos en elegir los materiales y las técnicas de producción que utilizarán. Se tiene en cuenta el impacto ambiental y las condiciones laborales en la toma de decisiones.
  • Producción limitada. En lugar de producir grandes cantidades de prendas, la finalidad es producir cantidades limitadas y ajustadas a la demanda real. Con ello se evita que la ropa no se venda y acabe tirándose.
  • Transparencia. En lo que respecta a sus prácticas y procesos de producción. Se comunica con claridad el compromiso con la sostenibilidad y la ética.
  • Innovación sostenible. La slow fashion busca constantemente innovar en términos de materiales y procesos de producción para reducir su impacto ambiental.
  • Educación al público. Además de fabricar prendas, se invierte en educar a la ciudadanía en la importancia de la moda sostenible y se la anima a tomar decisiones informadas al comprar ropa.

Ventajas de la slow fashion

  • Mejor calidad y resistencia. Las prendas suelen durar más tiempo, lo que ahorra dinero a largo plazo y reduce la cantidad de ropa desechada.
  • Menor impacto ambiental. La producción sostenible y la elección de materiales ecológicos reducen significativamente el impacto ambiental de la moda, que es uno de los sectores más contaminantes.
  • Condiciones laborales justas. Se rechazan las prácticas que violan los derechos humanos.
  • Apoyo a la economía local. Se promueve la economía regional.

El mundo de la moda está cambiando, y eso es fruto de que cada vez son más las personas que apuestan por las compras conscientes y sostenibles. Si tú también quieres continuar transformando este sector, consulta la oferta formativa de ESDESIGN.

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