7 pasos esenciales para redactar una memoria técnica de diseño

Cuando hablamos de diseño como disciplina profesional, nuestra mente hace una asociación inmediata con bocetos y prototipos. Sin embargo, los trabajos que se deben realizar no se quedan solo en la parte creativa. Una de sus funciones más importantes es la de crear la memoria técnica de diseño. Para realizarla, se necesitan ciertos conocimientos previos, y hoy te hablaremos de ellos. 

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¿Qué es una memoria técnica de diseño?

Una memoria técnica de diseño es un documento en el que se recogen y explican todos los aspectos técnicos, estructurales y conceptuales de un proyecto de ingeniería, arquitectura o diseño. Tiene como objetivo principal justificar con detalles todas las decisiones que se hayan tomado durante las fases de un proyecto. Esto es, desde la planificación hasta la ejecución del proyecto.

De este modo, cualquier persona que lea el documento, obtendrá una descripción comprensible y clara de todo el proceso llevado a cabo y de sus características. También sirve de referencia por si fuera necesario realizar modificaciones o hacer una inspección.

En cuanto a la información que se debe incluir, figuran los materiales utilizados, las especificaciones técnicas y los cálculos estructurales, las normativas que afecten al proyecto, planos, cronogramas y presupuestos. También se puede incluir un análisis de viabilidad, estudios sobre el impacto ambiental del proyecto y todas las medidas que se hayan tomado para cumplir con las regulaciones.

¿Qué pasos hay que seguir para realizarlo?

Podríamos decir que la memoria técnica de un proyecto tiene varias fases de realización. Son las siguientes:

Datos generales del proyecto

El primer paso para elaborar una memoria técnica de diseño es presentar los datos generales del proyecto. Aquí figurará la descripción del proyecto, su ubicación, objetivos principales y quién es el cliente o promotor. También es importante incluir el marco normativo que rige el desarrollo del diseño, y las fechas de inicio y fin estimadas. Esta sección tiene como finalidad dar una visión global del proyecto que sirva de introducción para el lector. Para facilitar comprensión posterior, se recomienda que haya un índice. 

También hay que mencionar al equipo técnico involucrado, con sus roles y responsabilidades, y otros aspectos como el tipo de intervención y el presupuesto inicial. Con todos estos elementos, será más sencillo contextualizar el proyecto y definir las expectativas que tiene desde el principio. 

Beneficiarios del proyecto

En esta segunda sección, se especifica quiénes son los usuarios finales o las personas que se verán beneficiadas por la ejecución del proyecto. En un ejemplo de memoria técnica, si son arquitectónicos o urbanos, serán las personas residentes y las visitantes, mientras que en proyectos de diseño industrial, serían quienes vayan a usar el producto final.

Cuando se identifican a estas personas, se justifica el impacto y la relevancia de todo el proyecto. Pero no basta con señalar quiénes son, sino cómo dicho proyecto será capaz de mejorar su calidad de vida o una funcionalidad en particular. Se trata de resaltar la importancia de adaptar el diseño a las necesidades reales de quienes harán uso del espacio o del producto.

Ejecución

El tercer paso para crear una memoria técnica de diseño es detallar el proceso de ejecución. En este apartado, hay que describir cómo se van a llevar a cabo cada una de las fases del proyecto. Es decir, concretar la metodología que se seguirá, los recursos que hay disponibles, el cronograma y los procedimientos técnicos a implementar.

También se deben tener en cuenta todos los posibles riesgos o contratiempos que puedan surgir durante la ejecución, así como las soluciones que se tienen planificadas para afrontarlos. Cuando una memoria técnica se redacta correctamente, incluye diferentes escenarios de contingencia y asegura que se cuenta con las herramientas y el personal adecuado para garantizar que el proyecto se ejecutará conforme a lo previsto.

Impacto real del proyecto

En este apartado, la memoria técnica se encarga de abordar el impacto real que se espera del proyecto una vez que se haya ejecutado. Para medir este impacto, se pueden usar diferentes puntos de vista. Por ejemplo, el aspecto funcional, el estético o la capacidad para resolver problemas concretos en el entorno.

Para que resulte veraz, debemos incluir métricas o indicadores que sirvan para evaluar el éxito del proyecto. Por último, el impacto real del que se habla incluye también una previsión de los beneficios en el largo plazo, puesto que estos se deben mantener. Por esta razón, la memoria técnica incluirá también consideraciones relativas al mantenimiento, la durabilidad de los materiales y cualquier otro factor que sirva para garantizar la sostenibilidad del proyecto.  

Líneas de continuidad

Una vez finalizado el proyecto, se plantearán en la memoria técnica de diseño las líneas de continuidad. Esto es, lo que se hará para mantener su sostenibilidad a largo plazo. Aquí podemos incluir la planificación de acciones de mantenimiento, la mejora de algunas características del diseño con el paso del tiempo o la integración de nuevas tecnologías que optimicen el uso del espacio o del producto.

También se pueden proponer posibles adaptaciones del diseño a otros contextos o proyectos futuros. Con esta visión de continuidad y expansión, lo que se busca es sacarle el máximo partido a la inversión inicial y asegurarse de que el proyecto seguirá siendo útil y eficaz en el tiempo.

Conclusión

La conclusión es un resumen de los aspectos más importantes del proyecto. Aquí se reflejará también cómo se ha cumplido con los objetivos planteados al comienzo. El énfasis debe estar en los logros técnicos, en la resolución efectiva de todos los problemas que hayan ido surgiendo y en el uso de la innovación a lo largo del proceso de diseño.

Para el cierre, se puede añadir una reflexión sobre todo lo que se haya aprendido durante el proceso y las oportunidades de mejora que podrían aplicarse en futuros proyectos que vayan en una línea similar. Esta sección finaliza la memoria técnica, pero deja abiertas posibilidades para futuras intervenciones o mejoras.

Anexos varios

Los anexos son todos aquellos documentos que sirven para respaldar los aspectos técnicos del proyecto. Por ejemplo, planos, esquemas y cálculos. También se pueden incluir en esta sección las imágenes del estado actual y las previsiones de cómo será el diseño final. Una vez que este finalice, se puede hacer una revisión de la memoria técnica para añadir el resultado real que cierra el proyecto. Por último, se citarán todas las fuentes de consulta. Como normativas, estudios, etc. 

¿Qué diferencia hay entre una memoria técnica de diseño y un proyecto de actividad?

La memoria técnica es un documento el que se describen todos los aspectos técnicos, metodológicos y funcionales de un proyecto de diseño en detalle. Se centra en la planificación, los materiales, los recursos humanos y los procedimientos necesarios para llevar a cabo un diseño específico. Este puede ser arquitectónico, industrial o gráfico. Su objetivo es servir como guía detallada para la ejecución del proyecto, ya que aquí figurarán los elementos técnicos y normativos que se deben seguir para la ejecución.

Por el contrario, el proyecto de actividad es un documento más amplio y que se orienta hacia la descripción del uso y el funcionamiento de un espacio o actividad en relación con la normativa vigente. Este proyecto se suele solicitar cuando se pide una licencia de apertura o funcionamiento. Incluye aspectos como la seguridad, la accesibilidad, el impacto ambiental y la compatibilidad con la normativa urbanística o sectorial.

Por tanto, mientras que la memoria técnica de diseño se centra en cómo realizar un proyecto, el proyecto de actividad se enfoca en el cumplimiento normativo y en cómo una actividad o espacio funcionará en un entorno específico.

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