La importancia del diseño de interacción en la creación de apps
Contar con un dispositivo móvil es en la actualidad algo tan normal y habitual como disponer de una cartera para llevar nuestros documentos. De ahí que el diseño y el desarrollo de apps, en especial el diseño de interacción, sea una de las profesiones más
Contar con un dispositivo móvil es en la actualidad algo tan normal y habitual como disponer de una cartera para llevar nuestros documentos. De ahí que el diseño y el desarrollo de apps, en especial el diseño de interacción, sea una de las profesiones más demandadas.
Cuando hablamos de este concepto nos referimos a la planificación y el desarrollo de todos los elementos que permiten que un usuario de un smartphone pueda interactuar con una aplicación. No solo para eso, el diseño de interacción también debe procurar que la navegación por las apps que se utilizan sea fluida. Porque no basta con desarrollar una app como a uno le parezca y subirla después a la App Store o a la Play Store. La experiencia que debe tener el usuario al utilizarla ha de ser la mejor. Para ello hay que conocer sus secretos y puntos básicos, que encontrarás a continuación.
Diseño de interacción: en qué consiste
El diseño de interacción es, sin duda, uno de los puntos básicos del desarrollo de una app. Consiste, básicamente, en el diseño de los servicios interactivos de una aplicación, de sus sistemas y de su entorno de usuario, entre otras cosas. En definitiva, al diseño de prácticamente toda la app, tanto de la parte que ve el usuario (la interfaz) como la que no ve (el código).
El concepto de diseño de interacción surgió en la década de los 80 del siglo pasado, cuando aparecieron las interfaces de usuario interactivas. Supone un cambio en el concepto del diseño practicado hasta entonces, más centrado en quien desarrollaba y no en el usuario.
Con la llegada de este concepto, todo cambió en el sector, y se pasó a diseñar poniendo el foco en el usuario. Eso sí, sin perder de vista los objetivos del equipo que realiza el desarrollo ni los de la empresa que está detrás de él. Debe tratarse de encontrar un equilibrio entre todos. Y como sucede con cualquier tarea, debe llevarse a cabo con un fin.
Este debe relacionarse también con las necesidades que presenta el usuario. Por lo tanto, es importante que, antes de comenzar con las tareas de diseño, los desarrolladores tengan claro a qué tipo de usuarios van a dirigir sus apps y las preferencias que tienen estos, así como sus hábitos. Además, deben tener claras las características y funciones que debe tener la app. Por eso es muy importante que la empresa que va a desarrollar una app, o a encargarla, mantenga reuniones con grupos de usuarios de entre el público objetivo. También puede encargarse de ello el equipo de desarrolladores. O al menos tener una delegación presente entre quienes se encarguen de hacer las entrevistas.
La base es conocer la app y cómo interactúa el público con ella
Además de hablar con el público objetivo para conocer sus inquietudes y lo que espera encontrar en una app, también hay que conocer cómo interactúa con ella. E incluso comprender cómo se comportan en situaciones determinadas, algo que puede tener bastante influencia en el diseño de la interacción. Y por ello, en el diseño final de la app, puesto que la interacción y cómo se llevará a cabo es básica para su planificación.
Para poder determinar cómo será la interacción de los usuarios con la app, hay varias herramientas. La primera es el perfil de usuario. Se puede realizar de manera bidireccional: creando unos perfiles de las personas a las que nos dirigimos a partir de entrevistas con personas reales, o elaborar un perfil del público objetivo de la app con unas características concretas y encontrándolas a partir de él para estudiar su forma de ser y su interacción con los sistemas. Estos perfiles tendrán todo tipo de datos, desde los más generales hasta otros más concretos, como aficiones, intereses y objetivos personales.
El desarrollo de escenarios, que hay que trabajar con los usuarios, es otro de los medios para planificar de manera adecuada el desarrollo de interacción. Estos escenarios sirven para la generación de una simulación del punto o situación en la que el usuario va a tener que realizar una interacción con la futura aplicación que se va a desarrollar. Una vez creados y utilizados, deben almacenarse junto con los resultados obtenidos para emplearlos, cuando sea necesario, en la toma de decisiones de diseño.
El último elemento que servirá para determinar cómo será la interacción entre usuarios y apps, y cómo hay que diseñarla, es el mapa de experiencia de usuario. Este mapa es una especie de registro de la experiencia que puede tener un usuario con base en el contexto en el que se lleva a cabo una interacción. Contiene todo tipo de datos, desde los más generales hasta las emociones que puede provocar una interacción, pasando por sus circunstancias.
Qué tener en cuenta en el diseño de interacción de una app
Además de los datos recogidos al hablar con los posibles usuarios para determinar cómo interactúan con las apps, también hay que tener en cuenta la usabilidad. Se trata de una característica crucial para las apps, y si no se observa en su desarrollo puede dar como resultado una aplicación muy complicada. Por tanto, a una app que los usuarios abandonarán pronto, porque si algo debe ser una app es sencilla de usar. Además, debe tener una curva de aprendizaje rápida para que pueda aprender a manejarse cuanto antes. Esto debe tenerse también en cuenta en el diseño de interacción.
A que el manejo de las aplicaciones sencillas ayuda el establecimiento de diversos indicadores visuales. Por ejemplo, el empleo de menús desplegables, de diseño similar en todas las apps. Aparte de esto, hay que tener en cuenta otros aspectos en el diseño de interacción. Entre ellos, el tiempo de respuesta de la app. Hay que procurar que este sea ajustado, y que por ello la aplicación sea rápida y ágil. Si no, también la abandonarán pronto los usuarios. Todo sin olvidar un diseño atractivo y cómodo para la interfaz de usuario.