Shadowing: ¿De qué trata y cómo ayuda a mejorar tu UX?

El Design Thinking es algo que usan más profesionales que los del diseño de aplicaciones y de web: todas las personas que han innovado lo han usado.  Básicamente se le llama así, porque los procesos que se realizan en diseño ayudan a sacar y utilizar de múltiples maneras técnicas que se centran en las personas para resolver problemas de forma efectiva y creativa en los distintos trabajos Y eso es lo que lo hace tan especial. Ahora bien, ¿en este sentido cómo ayuda el shadowing? Veamos qué es y cómo ayuda al user experience.

¿Qué es el shadowing?

La idea de seguir a alguien para ver lo que hace (shadowing) no es nueva. Es una técnica que se aplica en el análisis de usuarios. La idea es sencilla: el investigador acompaña al usuario y observa cómo utiliza el producto o servicio en su entorno natural.

El shadowing también se lleva a cabo en otros campos de la empresa y, en particular, en el diseño de procesos empresariales internos y en situaciones de recursos humanos, donde un potencial recluta aprende de alguien que ya está desempeñando una función en la empresa.

El shadowing permite entender los comportamientos existentes para que puedas adaptar tus diseños a esos comportamientos.

¿Para qué sirve el shadowing en UX?

Dentro del user experience, el shadowing es una gran herramienta que permite adaptar un producto o un diseño completamente al usuario.

Es fundamental observar al “sujeto” mientras interactúa con lo que se analiza. Este es un método de investigación cualitativa cuyo fin último es la recopilación de datos conceptuales ricos, normalmente escritos u orales, que sean capaces de sustentar un problema de usuario que responda al qué y al por qué de tu investigación a través de experiencias de la vida real.

Cuando se observa la forma en la que el usuario interactúa con el producto gracias al shadowing, es posible descubrir y encontrar ideas a las que sería imposible llegar de otra manera. El shadowing, por lo tanto, es genial para mostrar sentimientos que experimenta el usuario con un producto concreto, como por ejemplo, lo que le frustra o lo que le gusta, las reacciones positivas y negativas o las actitudes y comportamientos con referencia a dicho producto o características del diseño del mismo.

Al igual que sucede con cualquier otro método cualitativo, el shadowing necesita un muestreo pequeño. Por eso es necesario seleccionar tu grupo de muestreo con cuidado. También hay que confirmar la validez de las conclusiones usando un enfoque de método mixto, usando un método cuantitativo, como un análisis o una encuesta.

¿Cuáles son las etapas y fases del shadowing?

Evidentemente, el shadowing necesita pasar por algunas fases para que funcione adecuadamente:

Preparación

Una buena preparación es fundamental en el shadowing, como en cualquier método de investigación. No es buena idea ir a ciegas, es mejor planificar y hacer una lectura preparatoria. Puedes analizar el producto que vas a utilizar antes de la sesión.

Luego es el momento de la formulación del plan. Asegurarse de que los objetivos e hipótesis se plasman por escrito. Haciendo esto, podrás recoger datos más concretos e ir estructurando los hallazgos. Posteriormente, podrás hacer una síntesis bastante más fácil.

Finalmente, es buena idea hacer una pequeña entrevista para tomar el pulso a la situación. En ella puedes decir quién eres y lo que vas a hacer mientras acompañas al grupo de análisis.

Realización

Esto puede parecer sencillo, pero hay que tener mucho cuidado. Ten todo el material que necesites a mano. Eso sí, si grabas la sesión recoge solo el material que te pueda ayudar a la síntesis y análisis últimos.

En cuanto al tiempo, ¿cuánto debe durar una sesión? La respuesta depende de la naturaleza de los objetivos. El shadowing puede realizarse en una sola sesión o durar unos días o semanas. Sin embargo, no hagas sesiones que duren más de 30-45 minutos, ya que de lo contrario los "shadowees" podrían empezar a cansarse.

Lo más importante es prestar atención al sujeto. Permanece atento y escucha activamente para recoger datos significativos y de calidad. No interrumpas y anota las preguntas de seguimiento para el final.

Análisis

Recoge todo el material y sintetiza los datos en un documento claro y conciso. Redúcelos para extrapolar los comportamientos más importantes registrados. Plantea las siguientes preguntas para descubrir más información:

• ¿Qué te ha sorprendido?
• ¿Qué hacen realmente los usuarios en contraposición a lo que esperabas?
• ¿Qué fue difícil de usar/interactuar?
• ¿Interactuó el usuario correctamente/como se esperaba?
• ¿Sus comportamientos se corresponden con lo que dijeron antes/después de la sesión?

Es importante no empañar los resultados con tus propios prejuicios, puesto que esto socavaría la validez de la sesión.

Escribe lo que encuentres en un documento relacionando todos los datos. A continuación, puedes utilizarlo para hacer sugerencias para una investigación cuantitativa/cualitativa adicional o para realizar cambios inmediatos en el producto o servicio.

Las ventajas que ofrece el shadowing en tu UX

En este artículo señalaremos cuatro principales ventajas.

En primer lugar, permite recoger datos en tiempo real de una forma fidedigna y eficaz. Otro beneficio que proporciona el shadowing es que ofrece una visión muy rica del comportamiento del usuario, ya que proporciona datos muy significativos.

Por otro lado, es una forma de análisis que se centra en el usuario en contraposición a aquellos métodos que se centran en el producto o servicio. Por último, pero no menos importante, se genera mayor empatía por parte del investigador hacia el usuario.

Ejemplo de shadowing

Pongamos un ejemplo: imagina que un alumno en prácticas entra en una empresa. No lo dejas solo nunca, sino que siempre hay con él alguien que trabaja con él. De esta manera, el alumno empezará a conocer el trabajo que se realiza. Y posteriormente puede llevarlas a cabo él mismo.