
Códigos visuales en diseño gráfico: qué son y qué tipos hay
Hoy en día, vivimos en una era en la que los códigos visuales predominan sobre otros tipos de comunicación. Y tiene sentido, ya que lo que vemos con nuestros ojos repercute directamente en nuestra conducta.
Los códigos visuales son imprescindibles a la hora de comunicarnos, incluso si no somos conscientes de ellos. Abarcan imágenes, colores, símbolos y patrones, y pueden transmitir un mensaje de forma instantánea y sin palabras.
Hoy veremos en detalle cuáles son y cómo se emplean en el diseño gráfico. Pero si quieres aprender más sobre este tipo de comunicación y las características de cada uno de sus elementos, te puede interesar nuestro Máster en Diseño Gráfico Digital. Desarrollarás tu creatividad y tus conocimientos técnicos en el diseño gráfico mediante las últimas tendencias digitales.
¿Qué son los códigos visuales?
Los códigos visuales son conjuntos de signos, símbolos y elementos gráficos que transmiten información comprensible, pero de forma visual. Podríamos decir que se trata de un lenguaje no verbal que facilita la interpretación de un mensaje sin necesidad de usar palabras. Se utiliza en la comunicación de diferentes campos, pero sobre todo en el diseño gráfico.
Dentro de este lenguaje visual encontramos elementos como colores, formas, tipografías, composiciones, iconos y otros recursos gráficos. Cuando todos ellos se combinan, se generan significados que son comprensibles para el receptor. Son esenciales en aquellas disciplinas en las que la imagen es el medio principal de comunicación. Por ejemplo, publicidad, branding, ilustración y diseño web.
Sin embargo, para que este tipo de comunicación funcione, necesitamos que intervengan tres factores:
- El emisor, quien crea el mensaje visual con la intención de comunicar.
- El mensaje, que es la información codificada en elementos del diseño gráfico.
- El receptor, quien interpreta el mensaje en función de su contexto y experiencia.
Si los códigos visuales se utilizan en la forma correcta, consiguen influir en la percepción y en las emociones del espectador. Por eso, cualquier persona que trabaje en el ámbito del diseño debe conocerlos y dominarlos. De este modo, sus creaciones podrán comunicar el mensaje en cuestión con claridad y eficacia.
Los diferentes tipos de códigos visuales en diseño gráfico
En diseño gráfico, los códigos visuales se clasifican en diferentes categorías según su función y significado. Con dichos códigos, se estructura el mensaje visual para que sea más fácil comprenderlo e interpretarlo. De acuerdo con el especialista en semiótica Daniel Chandler, los principales tipos de códigos son los siguientes:
Códigos semióticos
Los códigos semióticos se basan en la relación que hay entre signos y significados dentro de un contexto determinado. En diseño gráfico, elementos como los colores, las formas y las tipografías no solo tienen una apariencia estética, sino que también transmiten información cultural y emocional. Por ejemplo, el color rojo solemos asociarlo con pasión o peligro, y una tipografía serif nos parece elegante y clásica.
Cuando se comprende lo que transmite un código visual, el equipo de diseño puede construir mensajes que son eficaces y que tienen connotaciones concretas y claras para quien observa. Es decir, que se podrán usar de forma estratégica para reforzar un mensaje. Además, dentro de la semiótica visual figuran los siguientes códigos:
- Icónicos, que son imágenes que representan objetos reales.
- Simbólicos, que son signos con un significado arbitrario, como los logotipos.
- Indiciales, que son elementos que sugieren una relación de causa y efecto, como humo para indicar fuego.
Códigos verbales
El diseño gráfico es fundamentalmente visual. Sin embargo, también puede incorporar elementos textuales que forman parte de los códigos verbales. Aquí encontramos aspectos sintácticos, como la estructura del texto; prosódicos, como la entonación y el ritmo en la tipografía; fonológicos, que es la sonoridad en el diseño tipográfico, y paralingüísticos, que hacen énfasis en ciertas palabras o frases mediante negritas, cursivas o cambios de tamaño.
En la comunicación visual, es importante elegir con cuidado la tipografía, ya que esta refuerza el significado del mensaje. Por ejemplo, una fuente manuscrita nos resulta cercana y cálida, y una sans-serif es simple, pero a la vez moderna. Junto a la tipografía, hay otros aspectos que también repercuten en la legibilidad y en la percepción del contenido, como el espacio, la alineación y la jerarquía tipográfica.
Códigos corporales
Como su nombre indica, los códigos corporales están relacionados con la representación del cuerpo humano y su expresión en el diseño gráfico. En esta categoría, encontramos gestos, expresiones faciales, posturas y la proximidad entre figuras. En áreas como la publicidad y el diseño editorial, las imágenes de personas con ciertas posturas o miradas puede despertar emociones concretas en el espectador.
Por ejemplo, una persona cruzada de brazos puede transmitir rechazo o autoridad. Por el contrario, una sonrisa abierta sugiere sinceridad y cercanía. Estos mensajes los comprendemos porque entran dentro del lenguaje corporal. Hay que tener en cuenta que, cuando nos comunicamos, más del 55% del mensaje se transmite por la comunicación no verbal. Esto es, nuestro cuerpo. Por tanto, al diseñar personajes para branding o animación, se usan estos códigos para definir la personalidad y el mensaje que se quiere proyectar.
Códigos de comportamiento
Estos códigos visuales están relacionados con las normas sociales y culturales, que influyen en la interpretación visual. En diseño gráfico, aparecen en representaciones de etiqueta, protocolo y normas de convivencia. Por ejemplo, los pictogramas que se usan en señalética, como los iconos de baño o salida de emergencia, responden a códigos de comportamiento universales. Puesto que los comprendemos, nos ayudan a orientarnos en los espacios públicos.
El diseño de productos y servicios también se apoya en estos códigos, dado que consiguen que las interfaces sean intuitivas. Por ejemplo, un botón de "comprar" en una web se suele destacar con un color llamativo, porque el usuario ha aprendido a reconocer esa señal como una llamada a la acción.
Códigos de producto
Los códigos de producto son los elementos visuales que clasifican a los objetos por su categoría, uso y público objetivo. En diseño gráfico, se utilizan en el packaging, la identidad visual y la publicidad de un producto. Por ejemplo, cuando se trata de envases de lujo, se usan materiales sofisticados, colores sencillos y tipografías elegantes. El objetivo, en este caso, sería reflejar exclusividad. En el lado opuesto encontramos los productos infantiles, con colores llamativos y diseños divertidos que invitan al juego.
Estos códigos también están presentes en el branding, donde sirven para posicionar un producto en la mente del consumidor. Las marcas deportivas, por ejemplo, usan colores llamativos, formas que transmiten movimiento y una tipografía fuerte y clara para dar sensación de energía y dinamismo.
Códigos textuales
Dentro de estos códigos visuales, encontramos sistemas de representación como el lenguaje matemático, la música, la poesía y otros formatos de expresión escrita. En el diseño gráfico, los códigos textuales están presentes en la disposición del texto, la estructura narrativa y el uso de símbolos o diagramas para organizar la información.
Un ejemplo de código textual es la infografía, que combina texto, iconos y gráficos para explicar un concepto de una forma que resulta atractiva visualmente. También lo vemos en el diseño editorial, donde la maquetación y el uso de columnas facilitan la lectura y jerarquizan la información.
Códigos de interpretación
Los códigos de interpretación dependen del contexto cultural y social del receptor, ya que afectan a la forma en que se interpreta un mensaje visual. Incluyen códigos de percepción, que es la manera en la que el ojo humano procesa la información, y los códigos ideológicos, que son los valores y creencias que influyen en la interpretación.
Estos códigos visuales contribuyen a que la comunicación sea eficaz en el diseño gráfico. Por ejemplo, en la publicidad, un color o símbolo puede tener diferentes significados según la cultura. El blanco representa pureza en Occidente, pero en algunos países asiáticos se asocia con el luto.
Códigos visuales
Los códigos visuales engloban a todos los elementos anteriores, que participan en la comunicación visual. Son formas, colores, texturas, contraste, composición y perspectiva, entre otros, y son las herramientas que se utilizan para crear mensajes que sean claros y eficaces en la comunicación.
Para que un diseño sea bueno, no basta con que sea atractivo, sino que debe comunicar de manera intuitiva. Por eso, hay que conocer otros aspectos como la psicología del color, el equilibrio visual y la coherencia al usar elementos gráficos.
6 ejemplos de códigos visuales
Los códigos visuales están presentes en nuestra vida diaria y afectan a la forma en que entendemos el mundo. Nos ayudan a interpretar señales, emociones e incluso a estructurar el pensamiento. A continuación, vamos a ver algunos ejemplos de cómo funcionan estos códigos en diferentes contextos.
1. Signos y señales públicas
Las señales de tráfico sirven para controlar o influir en nuestro comportamiento. Sus formas, colores y símbolos tienen significados universales, y por eso son comprensibles para cualquier persona adulta. El rojo indica prohibición o peligro, el verde permite avanzar y las figuras geométricas refuerzan la jerarquía del mensaje. Ocurre lo mismo con los iconos en aeropuertos, hospitales o transporte público, que facilitan la orientación sin necesidad de palabras.
2. Códigos artificiales
Son sistemas creados por el ser humano para transmitir información de manera estructurada. Un ejemplo es el código Morse, que utiliza puntos y rayas para representar letras. También el sistema Braille, que permite la lectura táctil mediante puntos en relieve, o el código binario, que es la base del lenguaje digital y que se compone de ceros y unos. En diseño gráfico, estos códigos se pueden integrar en los elementos visuales para transmitir mensajes codificados.
3. Idiomas
El lenguaje escrito también es un código visual, ya que sus símbolos, como letras y caracteres, que han sido creados para representar sonidos y significados dentro de una comunidad lingüística. La tipografía influye en cómo percibimos un mensaje. Por ejemplo, una fuente con serifas es clásica y formal, y una sans-serif es más simple y moderna. Las negritas, los colores o las mayúsculas también influye en la interpretación del texto.
4. GIFs
Los GIFs permiten transmitir emociones y tonos de manera clara sin tener que usar palabras. Un movimiento repetitivo se puede utilizar para enfatizar una idea, reforzar una emoción o añadir humor a una conversación. Se emplean en diseño gráfico y marketing digital para captar la atención del espectador, explicar procesos o dar dinamismo a una pieza visual.
5. Animaciones
El movimiento de los códigos visuales puede guiar la atención del espectador, indicar interactividad en una web o reforzar un mensaje publicitario. En las interfaces digitales, los efectos de transición facilitan la navegación, y en publicidad, la istoria resulta más entretenida que una imagen estática.
6. Infografías
Las infografías transoforman la información compleja en clara y accesible. Para ello, se sirve de gráficos, iconos y esquemas visuales, que estructuran el contenido para que sea más fácil comprender lo que se expone. También el color, el tamaño de los textos o la disposición de las imágenes guían la lectura y resaltan la información más importante. Se usan en medios de comunicación, divulgación científica y diseño editorial.
Conclusión
Es fundamental reconocer que los códigos visuales no son estáticos; cambian con el tiempo y se adaptan a las necesidades del contexto y de las personas. Igual que sucede con nuestra forma de comunicarnos que evoluciona, estos códigos visuales, que son la representación gráfica de esa comunicación, también lo hacen para seguir siendo comprensibles y adaptarte a las tendencias o los cambios en la sociedad.
El contexto, la cultura y la geografía de los receptores también afecta a la intepretación de los códigos visuales. Es decir, que un símbolo que nos resulta claro aquí, puede tener un significado diferente al otro lado del mundo.
También es importante entender que cada código visual tiene su estructura y reglas propias. Para que la comunicación sea eficaz, tanto quien diseña como la parte receptora deben compartir un entendimiento común de esos códigos. De lo contrario, habrá un error en la interpretación.
Por tanto, necesitamos conocer bien al público al que se dirige una pieza de diseño gráfico. Pero además de entender sus necesidades, hay que saber cuáles son los códigos visuales que les resultan familiares y que podrán interpretar sin dificultades.
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