El nombre del bosque
Cuando era pequeña leía mucho, y mis padres me leían muchas historias. Estas tenían un bosque o un campo como escenario, en el que el protagonista se adentraba y solía perderse; donde conocía a criaturas que lo ayudaban y se enfrentaba a peligros, pero siempre lograba llegar al otro lado del bosque. Recuerdo también que de pequeña solíamos ir mucho de excursiones con la familia. Y al caminar por un estrecho sendero a través de un bosque, mirar a mi alrededor, oír solo los ruidos del bosque, tocar las plantas... recuerdo siempre imaginar que estaba en una de esas historias con un bosque encantado, y que todo a mi alrededor tenía algo de magia e imaginar en mi cabeza las posibles aventuras que podrían pasarme.
Esta sensación es la que busco transmitir a través de esta colección. Parte de dos ideas y de dos hilos de los que he tirado y unido: la naturaleza como algo que ayuda a rellenar y completa una pieza, y la acaba transformando en algo distinto y con vida. Y la naturaleza mágica de los cuentos, y esa nostalgia, inocencia y misterio que se mantiene en las historias y nuestros recuerdos.