
La revolución digital en la producción audiovisual
La producción audiovisual, al igual que otros muchos ámbitos profesionales, ha experimentado una importante transformación como consecuencia de la digitalización. Es lo que, comúnmente, se conoce como revolución digital.
En este artículo, analizamos cómo han cambiado las competencias profesionales y cuáles son las claves para abrirse paso en el mundo de la producción audiovisual a través de la revolución digital.
¿Qué es la revolución digital en la producción audiovisual?
El concepto de revolución digital se ha impuesto en distintos estratos de nuestra sociedad. Pero, ¿por qué hablamos de revolución digital?
Si nos remontamos a la literalidad de la palabra, una revolución no es otra cosa sino un cambio profundo en las estructuras sociales y económicas de una comunidad. En este caso, la tecnología y las herramientas digitales han transformado muchos de los procesos tradicionales.
En el caso concreto de la producción audiovisual, la tecnología ha cambiado por completo la forma de crear, distribuir y consumir contenido audiovisual.
Otra de las claves de la revolución digital es que no estamos ante una evolución progresiva o puntual, sino que se trata de un cambio disruptivo al que la industria audiovisual debe adaptarse para mantener su competitividad.
Consecuencias de la revolución digital para la industria audiovisual
Siempre que se produce un cambio estructural de gran calado, resulta inevitable plantear qué consecuencias tiene para las personas que forman parte de dicho sector. Por ello, analizamos cómo ha influido la revolución digital en el ámbito audiovisual:
Disminución de las barreras para creadores independientes
El acceso universal a diversas herramientas tecnológicas con las que llevar a cabo producciones audiovisuales abre un gran abanico de posibilidades para que los creadores independientes puedan mostrar sus trabajos.
Tanto las redes sociales como las diversas plataformas de contenidos actúan como un escaparate para este tipo de autores, con recursos más limitados, para los cuales acceder a los distribuidores y exhibidores convencionales representaba una carrera de obstáculos.
A su vez, esta diversificación también permite que los usuarios dispongan de una mayor variedad de contenidos audiovisuales que pueden consumir.
Mayor competencia con las grandes productoras tradicionales
En línea con el punto anterior, la revolución digital ha sido clave para que los usuarios y los profesionales de la industria puedan conocer tanto los trabajos de las grandes productoras como aquellos más independientes, y que, de esta forma, todos tengan oportunidad de obtener reconocimiento profesional.
Cada vez es más frecuente ver cómo en los grandes certámenes de la industria audiovisual compiten títulos firmados por pequeñas productoras independientes que, gracias a ese altavoz, dan un gran salto cualitativo.
Producción de contenido más ágil y adaptado a las tendencias del público
Otro de los cambios que ha introducido la revolución digital en lo que respecta a la producción audiovisual es una mayor resiliencia y capacidad de adaptación a lo que demandan los usuarios.
Uno de los hábitos de consumo que ha cambiado a raíz de la irrupción de la digitalización y las redes sociales es la forma que tienen los usuarios de consumir el contenido. La inmediatez se ha abierto paso, de forma que los usuarios optan cada vez más por ver contenidos audiovisuales más cortos que hace unos años, cuando predominaban contenidos de la pantalla grande tradicionales o incluso formatos televisivos.
Por lo tanto, tener acceso y posibilidad de producir el contenido que mejor responda a las demandas y características de la población dota a los profesionales de una mayor capacidad para adaptarse a estos cambios de hábitos.
Nuevos modelos de negocio
Finalmente, otra consecuencia clara de la revolución digital es el surgimiento de nuevos modelos de negocio derivados, precisamente, de las nuevas formas de consumo.
Hoy en día, los creadores de contenido audiovisual pueden monetizar a través de las plataformas digitales de forma más directa, sin depender de empresas exhibidoras o distribuidoras. El ejemplo más claro es el de YouTube, donde los autores perciben ingresos en función de las visualizaciones de sus vídeos.
Por otro lado, han surgido otras vías alternativas para financiar proyectos audiovisuales, como las plataformas de crowdfunding. Estos espacios tienen como finalidad reunir una cantidad de dinero gracias a las contribuciones de los propios usuarios.
Nuevas narrativas y formatos de producción audiovisual
Además de los cambios conductuales y de consumo que ha traído consigo la revolución digital en el panorama audiovisual, también ha dado lugar a nuevos formatos de contenidos audiovisuales.
De hecho, el itinerario formativo de nuestro Máster en Producción y Comunicación Audiovisual está muy orientado a estas nuevas narrativas. Pero, ¿cuáles son algunos de los aspectos más relevantes?
- Storytelling. La producción audiovisual actual no se entiende sin un buen storytelling a partir del cual se construyen los contenidos. Debido a la amplia variedad de posibilidades que han surgido para dar a conocer proyectos audiovisuales, contar una buena historia es esencial para destacar sobre el resto.
- Contenido adaptado a móvil. La generación de contenido audiovisual pensado, sobre todo, para redes sociales, debe plantear una forma de consumo mayoritariamente a través del móvil. Por lo tanto, es importante concebir todo el proyecto teniendo esto en cuenta.
- Narrativas interactivas. La exposición en las redes ante los usuarios es mucho más directa. Por tanto, la generación de contenidos audiovisuales debe ir orientada en una línea más interactiva, estableciendo un vínculo directo con los usuarios. Es el caso de los formatos como reels, shorts o similares.
Evolución de las competencias profesionales
Los cambios que trae consigo la revolución digital también afectan a las competencias profesionales que deben adquirir las personas que se dedican a este sector.
Hoy en día los profesionales del sector audiovisual deben adquirir aptitudes más versátiles en lo que respecta al manejo de herramientas de edición, diseño digital, postproducción, animación y efectos visuales, y ser capaces de dominar las distintas herramientas para cada acción.
Además, es importante que adquieran conocimientos sobre el uso de inteligencia artificial y realidad virtual aplicadas a la producción audiovisual. Y, debido a la concepción más global de la creación de contenidos que impera actualmente, los creadores de contenidos deben desarrollar una visión mucho más estratégica, desde la propia concepción de un proyecto hasta su posterior difusión.
En nuestro máster especializado ayudamos al alumnado a desarrollar esta variedad de skills y a convertirse en profesionales más multidisciplinares, puesto que es lo que demanda el mercado.
Ejemplos de revolución digital: las empresas que mejor se han adaptado
Tomar inspiración de aquellas empresas que han sabido cómo adaptarse a la revolución digital es importante. A continuación, mostramos algunos ejemplos a destacar:
- Netflix. Esta plataforma de contenidos se ha posicionado como uno de los grandes referentes en la industria. Su capacidad de adaptación le ha llevado de ser un repositorio de contenidos externos a producir sus propios proyectos y elevarlos a lo más alto de la industria.
- Disney. En este caso, Disney es un buen ejemplo de cómo una productora tradicional con una importante antigüedad y un estándar corporativo muy marcado ha sabido adaptarse a las demandas de los usuarios.
- YouTube. Por último, destacamos el caso de YouTube, una plataforma que fue pionera en el consumo de vídeos y que se ha sabido reinventar a través de la monetización de los mismos.
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