8 consejos para hacer un buen proyecto editorial
Un proyecto editorial es algo muy ambicioso a realizar, y es fundamental contar con todas las herramientas y conocimientos a nuestra disposición para llevarlo a cabo.
Un proyecto editorial es algo muy ambicioso a realizar, y es fundamental contar con todas las herramientas y conocimientos a nuestra disposición para llevarlo a cabo. No solamente requiere la habilidad de saber diseñar de forma específica, sino también la capacidad de trabajar con grandes cantidades de texto. Necesitarás organización y planificación a partes iguales.
6 consejos para realizar un proyecto editorial
A la hora de emprender un proyecto editorial es importante seguir algunas pautas que pueden ayudarte a que sea un verdadero éxito.
Lo primero de todo, organización
Es, sin lugar a dudas, lo más importante a la hora de embarcarnos en un proyecto editorial. Una publicación tiene que tener coherencia desde el principio hasta el final, y por eso debes organizar cada una de las partes de la misma antes de empezar a trabajar. Si comienzas con un contenido que aún no es definitivo, lo que conseguirás es tener un producto que no tiene la consistencia necesaria.
Un buen consejo: trabaja cada sección por separado y, en el programa de maquetación, usa la función adecuada para vincularlos todos. No trates de usar un solo documento para trabajar las diferentes partes.
¿Cuáles son las páginas maestras? Defínelas
Cuando trabajas con un proyecto editorial es importante, antes de hacer cualquier otra cosa, definir claramente cuáles van a ser las páginas maestras. El motivo para hacerlo es que estas páginas maestras son las que incluyen todos y cada uno de los elementos que tendrás que usar en el proyecto, como la numeración automática de las páginas o las plantillas en caso de que las uses.
Por ejemplo, si tienes una columna lateral, puedes configurar una maestría para ese tipo de diseño. Y la ventaja es que se pueden usar tantas como necesitemos.
Crear y definir la jerarquía visual para tu proyecto editorial
De nuevo volvemos a la organización. Si lo piensas, establecer una jerarquización visual es otra forma de organizar el proyecto editorial.
Pero no solo eso, sino que, además, es más visual, más fácil de recordar y de encontrar para los lectores. Un esquema básico podría ser podría ser más o menos este:
- Título principal
- Subtítulo
- Subtítulo 2
- Entradilla
- Cuerpo
Es muy importante asegurarse de que el diseño de la jerarquía de cada nivel sea coherente en todo el documento, que es donde entran en juego los estilos. Los estilos son la mejor herramienta que tienes a tu alcance. Cuanto más eficiente seas con el uso de ellos, más fácil será asegurarte de que todo tu trabajo es coherente y consistente.
Que tus diseños tengan el equilibrio necesario
Cuando hablamos de diseños equilibrados en un proyecto editorial estamos refiriéndonos al equilibrio y a la armonía entre el texto y las imágenes. Un gran recurso para los diseñadores es dividir los fragmentos de textos de mayor tamaño en bloques de texto más pequeños, para que sean más fáciles de leer.
Además, las imágenes que uses estarán también aportando un valor muy importante a ese texto, ya que pueden reforzar el mensaje.
Lo ideal es asegurarse de que los titulares no se crucen entre sí. Por ejemplo, en un diseño de 2 columnas, no es buena idea hacer que las dos columnas comiencen en la misma línea (arriba a la izquierda). Añade imágenes para compensar las columnas (arriba a la derecha), o también puedes usar la función Ampliar columnas para crear un título que se ejecute en ambas columnas de texto.
No te olvides de las pantallas, aunque sea un proyecto editorial impreso
No es poco habitual que, aunque se trate de un proyecto editorial en papel, haya piezas que se puedan visualizar online en forma de archivos PDF. Y esto lo tienes que tener en cuenta al realizar tu trabajo. Si haces una pieza que sea para imprimir, asegúrate de que se pueda leer adecuadamente en una pantalla.
Los archivos PDF a menudo tienen hipervínculos en los que se puede hacer clic, por lo que es necesario que todos funcionen. También podrías usar enlaces dentro de tu tabla de contenido, para que los lectores puedan saltar rápidamente al capítulo o sección que deseen.
Elige bien las fuentes que usas
Esta es otra de las decisiones críticas que tendrás que tomar en tu proyecto editorial. La elección de tipo de letra debe fundamentarse en el emplazamiento que va a tener la pieza. Muchas personas afirman que las fuentes serif son mejores para grandes bloques de texto impresos, mientras que las fuentes sans-serif funcionan mejor para grandes bloques de texto en pantalla.
Sé imaginativo y original
Seguro que alguna vez te han dicho que a la hora de trabajar en un proyecto editorial todo tiene que ir en su lugar y no se pueden cruzar las fronteras. ¿Por qué no?
Hay muchas maneras diferentes de utilizar textos e imágenes para lograr un impacto visual y atraer al lector, que al final es de lo que se trata. Si una imagen es llamativa, ¿por qué vamos a desaprovechar su potencial? No tengas miedo de experimentar.
¿Sabes usar bien los espacios?
Los espacios son fundamentales a la hora de diseñar un proyecto editorial. El espacio negativo o el espacio en blanco es el espacio que se deja vacío, para facilitar que tus ojos descansen. El espacio negativo puede mejorar la jerarquía visual en nuestro diseño, reduciendo las distracciones y aportando un estilo diferente.
Por ejemplo, jugar con formas geométricas para lograr una relación entre espacios positivos y negativos puede funcionar muy bien. Al ocultar y mostrar diferentes partes de una imagen o texto, puedes resaltar elementos importantes que transmitan aún más un mensaje.
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