Cómo crear un portfolio digital paso a paso
Crear un portfolio digital es uno de los primeros pasos que tendrás que llevar a cabo para promocionarte como profesional dentro de un sector y conseguir clientes.
A la hora de crear un portfolio, es necesario asegurarse de que contamos con trabajos de calidad y con un aspecto profesional. De esta manera, estarás proyectando una imagen positiva de tu trabajo. Para que los resultados sean los adecuados, es probable que te lleve un tiempo, pero vale la pena invertir en ello.
Tanto para conseguir llegar a tu público como de cara a adquirir nuevos clientes, necesitas tener un portfolio digital. En este artículo, te contamos cómo puedes crearlo y te dejamos algunos ejemplos ilustrativos de nuestro alumnado.
¿Qué es un portfolio digital?
Un portfolio digital es una colección organizada de trabajos, proyectos y logros de un individuo, y que se presenta de manera electrónica. A diferencia de los portfolios tradicionales en formato físico, los digitales se alojan en plataformas en línea o sitios web personales, por lo que son mucho más accesibles que los físicos. En cuanto a su contenido, suelen incluir muestras de trabajos, como proyectos creativos, artículos, diseños gráficos, fotografías o códigos de programación, entre otros.
La naturaleza digital de estos portfolios facilita la incorporación de diversos formatos multimedia, como imágenes, videos y enlaces interactivos. Con ello, se puede destacar de manera más dinámica las habilidades y logros de la persona. Además, su accesibilidad desde cualquier dispositivo con conexión a Internet facilita la visualización y evaluación por parte de posibles empleadores, clientes o colegas de profesión.
El portfolio digital no solo sirve como un escaparate visual de las habilidades de una persona, sino que también puede actuar como un instrumento de desarrollo profesional continuo. Al permitir la actualización constante de contenidos, refleja la evolución del individuo a lo largo del tiempo y evidencia su capacidad para adaptarse y aprender.
¿Qué pasos hay que seguir para crear un portfolio digital efectivo?
Crear un portfolio no es una tarea baladí que se pueda dejar a la improvisación. Además de saber elegir qué es lo más adecuado para mostrar, es necesaria una planificación. A continuación te dejamos algunos pasos para simplificar esta labor.
1. Hazlo simple y ten siempre en mente cuáles son tus objetivos
En el mundo digital, las primeras impresiones cuentan, y mucho. Conseguir un cliente depende de que cuando alguien llegue hasta tu porfolio digital quiera quedarse y ver más, y en última instancia, quiera contratar los servicios que ofreces.
Para lograrlo, tienes que asegurarte de varias cosas fundamentales. En primer lugar, de que el diseño de tu portfolio sea simple, pero a la vez profesional. No es necesario que su estética sea muy rebuscada, ni tampoco que enseñes absolutamente todos los trabajos que hayas realizado en tu trayectoria profesional. Haz que tu portfolio sea lo más claro y visual posible, pero sin renunciar tampoco a tu estilo personal.
Deja que el usuario sepa en todo momento con tu portfolio qué es lo que haces y qué ofreces. Para ello, lo mejor es hacer un ejercicio de análisis y pensar si tu documento ofrecerespuestas a las siguientes preguntas:
- ¿Quién eres?
- ¿Dónde te encuentras?
- ¿Qué proyectos has realizado antes?
- ¿Hay ejemplos de proyectos más o menos recientes en el portfolio?
- ¿Para qué marcas o empresas has trabajado?
- ¿Cuáles son tus precios?
- ¿Cómo pueden contactar los usuarios contigo?
Una vez que tengas todo esto mente, hay que pasar el diseño del portfolio digital con la idea de que sea fácil navegar por él. De este modo, las respuestas a estas preguntas se encontrarán con facilidad. Para ello, crea una estructura basándote en los principios de usabilidad, como si se tratase de una página web. Una que funciona bien es la habitual de las webs: Inicio, Experiencia profesional, Trabajos, Sobre mí y Contacto.
2. Muestra una selección de los mejores trabajos
Tómate el tiempo necesario para elegir tus mejores trabajos. Esos serán lo que añadas a tu portfolio digital. Con respecto a la cantidad, recuerda que menos es más. Los clientes no necesitan ver todo lo que has hecho; basta con tus trabajos más representativos dentro de cada estilo o tipo de trabajo.
Asegúrate de que haya variedad y etiquétalos correctamente, para que el visitante pueda encontrar de forma sencilla los proyectos más relevantes relacionados con los servicios que están buscando. Si tienes dudas, pregunta a otras personas para que te ayuden a elegir los más destacados.
Por otra parte, un portfolio digital debe ser una entidad viva y que respire por sí misma. Debe evolucionar contigo e incluir los trabajos más recientes. Mantenlo siempre actualizado, puesto que los nuevos diseños pueden ser representativos de últimas tendencias o innovaciones.
3. Explica el concepto de cada trabajo, y hazlo con imágenes de calidad
Dicen que una imagen vale más que mil palabras. Pero eso no significa que por el simple hecho de que tus diseños sean buenos, la calidad de la imagen que muestras sea irrelevante. La foto también dice mucho sobre ti, como el cuidado de los detalles o el tiempo que le dedicas a promocionarte. Por lo tanto, dedica el tiempo suficiente a crear imágenes de calidad para mostrar tu trabajo.
El siguiente paso es proporcionar un contexto a tus obras. Añade descripciones detalladas de cada proyecto e incluye detalles, como un pequeño briefing del cliente y el proceso que se siguió para conseguir el objetivo. También es posible que quieras explicar los beneficios que consiguió tu cliente como resultado de tu trabajo.
4. Añade una página Sobre mí y escribe una biografía convincente
No hay nada más frustrante que llegar a un portfolio y que no haya una página de presentación. Tus clientes no solo querrán ver tus trabajos, sino que también se interesarán por tu persona. Tu imagen, tus valores, tu trayectoria... Cualquier detalle puede servir para que tus clientes potenciales conecten contigo. Por lo tanto, preséntate adecuadamente.
Cuando lo redactes, procura que sea un texto sencillo, pero bien escrito. Evita las faltas de ortografía o los errores gramaticales, y tampoco debes abusar de los adjetivos para engrandecer tu trabajo. Usa un tono descriptivo y céntrate en aspectos objetivos. Por ejemplo, tus influencias, estilos usados, mensaje a transmitir o hitos alcanzados.
5. Agrega un distintivo a tu portfolio
¿Has conseguido algún logro importante últimamente? ¿Has participado en algún proyecto especial? ¿Tienes alguna acreditación que te dé más credibilidad? Añádelos al crear un portfolio digital.
Cuando alguien lo visite, estará buscando una prueba, por así decirlo, de que puedes cumplir lo que prometes. Tus clientes potenciales querrán asegurarse de que lograrán sus objetivos contigo, y por eso, debes hacer que tu portfolio proporcione esa credibilidad y confianza.
6. Incluye una forma de contacto fácil para tu usuario
No olvides cuál es el propósito de crear un portfolio, que no es otro que ayudar a otras personas a que contraten tus servicios. Para ello, asegúrate de que esté estructurado de tal manera que invite a los usuarios a hacerlo.
Existen diversas formas. Por ejemplo, puedes añadir un formulario de contacto donde dejarán algunos detalles sobre lo que desean, o dejar directamente enlaces tus redes sociales, un teléfono de contacto y un correo electrónico. Sea lo que sea, piensa en tu público objetivo y en lo que quiere.
Además, deja claro que estás disponible para trabajar o para colaboraciones. Quizás haya personas que vean tu perfil y que piensen que no tendrías interés en realizar un trabajo para ellos.
Plataformas digitales para compartir portfolios
Encontrar trabajo presencialmente es una práctica que ha caído en desuso. En la actualidad, todo funciona a través de la red. Por eso, todas aquellas personas que trabajen en el mundo del arte necesitan apostar por una presencia digital. De este modo, no solo facilitarán las oportunidades o las relaciones con otros perfiles del sector, sino que se potencia su exhibición a un público mayor, sin importar el lugar geográfico.
Si bien existen más disponibles en la red, estas que te dejamos son algunas de las más populares:
Behance
Behance se ha convertido en la principal apuesta para compartir un portfolio digital. Así lo demuestra su amplia comunidad, dentro de la que se incluyen profesionales de la fotografía, el diseño y el arte en general. Su punto fuerte es que no solo sirve para darse a conocer, sino que también se usa para crear una red de seguidores, inspirarse con los trabajos de otras personas y fomentar la colaboración.
Domestika
Domestika es otra opción muy interesante para compartir un portfolio digital. Su popularidad reside en los cursos online sobre temáticas de arte que imparte a precios muy bajos, aunque también tiene ofertas de empleo y un blog con recursos. El registro es gratis, y puesto que tiene también una comunidad muy grande, te permitirá obtener buena visibilidad para tus mejores trabajos.
Carbonmade
A diferencia de las anteriores, Carbonmade es de pago, pero tiene distintas tarifas para que escojas la que más se adapte a tus preferencias. Cuenta con varias plantillas y bloques personalizables. Otras funciones son que te permite añadir un dominio, los servicios de analítica y el soporte técnico.
Dribble
Dribble es una plataforma que se centra sobre todo en el nicho del diseño y la ilustración en todas sus variantes. Gráfico, web, UX/UI, logos, etc. Su particularidad es que, si bien el registro más sencillo es gratuito y te permite subir tus creaciones, se requiere de una invitación de alguien que ya pertenezca a la comunidad para poder acceder a ciertos servicios.
Dunked
Si prefieres basarte en plantillas prediseñadas para ganar tiempo creando tu portfolio digital, Dunked puede interesarte. Es muy fácil de usar gracias a su interfaz intuitiva, y puedes guiarte por otros portfolios ya creados para tener una referencia. Tiene diez días de prueba, para después pasar a ser de pago.
En ESDESIGN, nuestro alumnado desarrolla diferentes proyectos a lo largo de cada máster, para poder poner en práctica los contenidos que se aprenden. De este modo, pueden ampliar y profesionalizar su portfolio digital, que estará listo para formar parte de las plataformas mencionadas.
Si quieres, puedes ver ejemplos de sus trabajos. Por ejemplo, para el Máster Online en Diseño Editorial y Publicaciones Digitales, el proyecto Médula explora la relación entre la naturaleza y las artes, por su influencia en las industrias creativas. Mientras que, TRÁeme, es una publicación llena de historias e imágenes sobre souvenirs con significado.
Para el Máster en Diseño Gráfico, Stilla Lunae profundiza en la mitología, con una caja que contiene cartas y un libreto. Y en el de Diseño Web Multidispositivo: UX/UI, Ícaro crea una comunidad para amantes del kitesurf.