Descubre cómo el interiorismo estratégico revoluciona la estética de tus espacios
El interiorismo estratégico es una forma de diseño de interiores para locales que no se basa en modas ni en tendencias cambiantes. Es una forma de marketing y branding con el espacio que se tiene.
El interiorismo estratégico es clave para el éxito de los negocios, ya que no todos los proyectos de emprendeduría consiguen salir adelante. La causa no es siempre las fluctuaciones en la economía, los precios o un servicio poco satisfactorio. A veces, se trata de marketing, y en particular, del diseño de espacios o interiorismo comercial.
El interiorismo estratégico: definición y características
El interiorismo se refiere a la planificación y al diseño de espacios, con el objetivo de que sean más funcionales, estéticos y acogedores. Implica considerar aspectos como la disposición del mobiliario, el papel de la iluminación, los colores y otros elementos, para crear un entorno interior que sea agradable para los clientes.
Cuando hablamos de interiorismo estratégico, el enfoque es más profundo y va más allá de la estética. Considera factores como la funcionalidad específica del espacio, la optimización del flujo de trabajo, la adaptación a las necesidades específicas del cliente o incluso la alineación con los objetivos comerciales. Todo ello forma parte de una estrategia de marketing de interiores.
En la práctica, los locales que invierten en interiorismo estratégico son aquellos que se diferencian del resto y que están dirigidos a un público muy particular y bien definido. Cuando las personas que entran dentro de esa descripción llegan aquí, se sienten como en casa y desean volver. Así se convierten en aliados y representantes de la marca. También puede suceder que una persona que no encaja en el perfil entre en este espacio, y aunque no se identifique con él, podrá percibir el concepto que se ha creado.
Este tipo de interiorismo es muy eficaz en el sector de la hostelería y la restauración, dado que se puede crear un ambiente temático o incluso adaptar los materiales o el mobiliario a los mismos valores que se comparten en los productos ofrecidos. Por ejemplo, la sostenibilidad. Nunca subestimes la importancia del diseño de interiores en un restaurante o equivalente.
¿Cómo se consigue un buen interiorismo estratégico?
No hay unas reglas fijas ni unos elementos que deban compartir estos espacios, puesto que, como hemos indicado, se trata de lugares con personalidad propia. Sin embargo, sí se debe responder a una serie de preguntas, como por ejemplo:
- ¿Quién eres tú como propietario?
- ¿Qué tipo de persona quieres que acuda al local? (cliente objetivo)
- ¿Podrías describir el lugar con cinco adjetivos?
- ¿Cuál es la esencia del espacio que debe captar el cliente?
Ya que este tipo de decoración y diseño también tiene parte de marketing, se basa en una comunicación de las ideas y emociones que se quiere que el cliente sienta. El canal para comunicarlas es el espacio del local. De ahí que sea necesario estudiar diseño de interiores para comprender las necesidades de cada entorno.
Por dar otro ejemplo, si tienes una cafetería y deseas que sea un lugar formal donde vayan las personas de empresas cercanas en su descanso, deberás comunicarlo a través del mobiliario, los colores y los accesorios.
¿Qué nos aporta personalmente el interiorismo estratégico?
El interiorismo estratégico tiene como objetivo atraer la atención de un perfil de clientes en concreto. De este modo, cuando acudan a este lugar, querrán volver y se convertirán en clientes fieles. Por tanto, estos espacios no se deben enfocar como sitios a los que se acude por conveniencia, sino por la personalidad que consiguen transmitir. Pero si se desea que cumplan con su cometido, se necesitan una serie de características, que son las que te dejamos en el siguiente apartado.
Características del interiorismo estratégico
El interiorismo estratégico se considera una disciplina que fusiona elementos de diseño de interiores con estrategias empresariales. Con esta combinación no solo se crean ambientes agradables desde el punto de vista estético, sino que permiten alcanzar los objetivos específicos que se haya marcado el negocio.
Fusión de la identidad con los objetivos comerciales
Alineación con la identidad de marca en el plano estético, puesto que se reflejan los valores y la personalidad para conseguir una conexión emocional, pero también con los objetivos de la empresa para incrementar la rentabilidad.
Flexibilidad
Las necesidades y las preferencias de los clientes cambian continuamente. En estos espacios, también se deben seguir de cerca las que tiene el perfil objetivo en particular, para poder ir actualizándose con él. Puesto que son los clientes que acuden, es interesante conseguir su feedback cuando se quieran implementar cambios.
Eficiencia operativa
Aunque estos locales ya han estudiado al perfil objetivo y sus necesidades, el diseño del espacio también debe ser eficiente. Por tanto, la selección del mobiliario o su organización, así como el resto de elementos, deben ir enfocados también a la productividad del personal.
Es aquí cuando se demuestra la parte estratégica de este interiorismo, que debe jugar con la satisfacción de todas las partes. Además de lo mencionado, también puede haber otros objetivos concretos, como incrementar la capacidad del espacio o facilitar el flujo de clientes.
Experiencia del cliente como epicentro
La experiencia del cliente es clave en el interiorismo estratégico. Por ello, todos los elementos mencionados, como la iluminación o el mobiliario persiguen ofrecer una experiencia positiva para los clientes, para que se sientan a gusto y no solo vuelvan, sino que recomienden el lugar a perfiles similares.
Apuesta por la tecnología actual
Incluso si la estética que se muestra es vintage o retro, estos espacios tienen en cuenta los últimos avances, ya que pueden ser útiles para conseguir sus objetivos, pero con un menor coste o incrementando la productividad. En la actualidad, la tecnología puede mejorar la iluminación o el sonido, para separar espacios, enfatizar zonas o crear una experiencia más envolvente. Así mismo, también permite prácticas más sostenibles, que pueden ir en la línea de los valores actuales de una parte de la ciudadanía cada vez mayor.
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