¿Qué consideramos cómo interiorismo comercial y por qué tenerlo en cuenta?
El interiorismo comercial consiste, en gran medida, en crear un ambiente que produzca unas sensaciones concretas.
Cuando hablamos de los comercios, la forma en la que estén creados los distintos ambientes importa mucho, ya que es una parte más de la experiencia del cliente. Por eso es tan importante el interiorismo comercial, porque este ayuda a crear la atmósfera que estamos buscando.
Cada uno de los espacios en los que nos encontramos en según qué momentos nos provocan sensaciones: unos nos hacen sentir tranquilos, otros nos provocan una sensación de alegría... El interiorismo comercial consiste, en gran medida, en crear esos ambientes. Para conseguir el resultado deseado, es crucial conocer al detalle lo que estamos buscando y queremos transmitir, ya que nuestro diseño debe reforzar de forma estética la experiencia de cliente.
¿Por qué es importante el interiorismo comercial?
Para conseguir que nuestro diseño destaque, es imprescindible diferenciarse de los demás. Debemos ofrecer algo que nadie más ofrezca, a nivel estético y psicológico, orientado en todo momento a crear una gran experiencia de usuario.
Es fundamental ser creativo para diferenciarse, ya que esto será uno de los factores que hará que nuestro negocio tenga éxito.
Si nuestro negocio tiene un aspecto que ningún otro tiene, conseguiremos que nuestra imagen sea una forma más de promoción. Si el diseño es el adecuado, será coherente con nuestros valores como negocio. Con lo cual, es más probable que las personas que nos visiten gracias a nuestro diseño se conviertan en clientes.
Aunque hay muchas claves que se podrían señalar dentro del interiorismo comercial, hay tres principales: la innovación, la creatividad y la funcionalidad.
Es importante que el interiorismo de un comercio sea innovador, es decir, que rompa con los esquemas que ya conocemos, pero es imprescindible que sea funcional. No podemos anteponer el diseño de un negocio a su capacidad para desarrollarse y funcionar. Pensemos que, si tenemos un local con un diseño estético, pero en el que el negocio no puede desarrollarse con normalidad, no vamos a conseguir nuestro objetivo.
El equilibrio entre funcionalidad y estética es algo que debemos tener en cuenta. Nuestro espacio comercial debe ser llamativo, y esto no puede estar reñido con la funcionalidad.
Algunas ideas básicas sobre el interiorismo de comercios
La idea elemental que subyace detrás de todo esto es que un local que va a alojar un negocio debe tener una hoja de ruta y una estrategia, y el interiorismo comercial debe ser parte de esa estrategia.
Como siempre ocurre, no podemos utilizar una misma táctica para todo, ni podemos emplear un interiorismo común a cualquier tipo de negocio. De hecho, es todo lo contrario, el interiorismo comercial debe adaptarse y personalizarse según el tipo de negocio y sus necesidades.
Cada espacio comercial busca acceder a públicos distintos. Por lo tanto, la forma de llegar a los usuarios debe ser distinta. Y el interiorismo comercial debe reflejar esa diferenciación.
Es básico que el profesional entienda en profundidad ante qué tipo de comercio se encuentra, y comprenda la visión tanto del sector como del mismo negocio. La razón radica en que el interiorista debe tener la capacidad de transmitir a los demás usuarios cuál es la filosofía, la misión y la visión del negocio con el diseño de sus espacios interiores.
La misión del interiorismo comercial es la de crear una identidad corporativa homogénea, con una imagen y personalidad propias.
El interiorismo comercial y la experiencia de cliente
Como ya hemos mencionado antes, la experiencia de cliente es fundamental para cualquier negocio. Y el interiorismo comercial trata de mejorar esas experiencias.
En la forma de experimentar la marca influyen poderosamente todos nuestros sentidos. Los colores, las texturas, los olores, el hilo musical adecuado… todos estos elementos se unifican y dan lugar a la sinestesia, la creación de experiencias mediante las sensaciones provocadas por los distintos elementos del espacio en el que nos encontramos.
El papel fundamental del interiorista en todo esto
El objetivo final del negocio es la venta y, para conseguirla, el profesional debe utilizar el interiorismo comercial como herramienta.
Es imprescindible que el profesional sea capaz de visualizar y plasmar el concepto, aquello que la marca necesita. Tiene que tener la capacidad de crear los espacios adecuados, disponer los elementos de una forma determinada para crear ese ambiente que su cliente necesita. Al fin y al cabo, uno de los objetivos que se debe perseguir es que la experiencia de usuario sea tan buena, que la persona vuelva.
¿Y cuál es el papel de las tendencias?
Un negocio que pretenda llegar a sus clientes tiene que conocer a su público y saber cuáles son sus preferencias, pero también debe estar al día de las tendencias de ese momento. Para crear experiencias singulares hay que atender a las tendencias, y sí, también a las modas cambiantes, es la única forma de conseguir la atención de nuestro cliente.
Es por este motivo por el que siempre hay que estar al día de qué es lo que se lleva y de qué es lo que gusta en un momento concreto, y tener la mente abierta para poder renovar un negocio. Cada vez es más importante para los negocios contar con un interior y un diseño atractivos, impactantes. Es la forma de no dejar a sus usuarios indiferentes.