¿En qué consiste el diseño de exteriores? | Proceso y principios
Las ciudades son entes vivos que requieren que el espacio urbano presente una personalidad bien definida, y esto es algo que consigue el diseño de exteriores.
Las ciudades son entes vivos que requieren que el espacio urbano presente una personalidad bien definida, y esto es algo que consigue el de exteriores.
El urbanismo hace que el espacio urbano aglutine todos aquellos medios, tanto prácticos como estéticos, necesarios para sus ciudadanos. La meta del diseño de exteriores es hacer más fácil la vida de las personas que habitan las ciudades, satisfaciendo todas sus necesidades.
Al hablar de espacio urbano nos referimos a esos espacios que las personas utilizan de forma habitual, como las calles o los parques.
¿Qué es el diseño de exteriores?
El diseño de exteriores es la disciplina que, en combinación con el urbanismo, ayuda a que el espacio urbano sea más habitable. Es el que convierte las zonas verdes en parques en los que se puede pasear y jugar. También ayuda a que las calles sean más transitables y la experiencia de vivir una ciudad determinada sea mejor.
Para lograrlo, los diseñadores de exteriores actúan sobre elementos tales como las fachadas, las aceras, el mobiliario urbano, los parques y jardines e incluso la calzada. Esa actuación persigue fines estéticos, pero también prácticos. Así, el diseño de exteriores tiene en cuenta la necesidad de que una plaza cuente con bancos que permitan descansar a los transeúntes y también valora el entorno y el modo en que esos bancos, por diseño y disposición, encajan con los edificios preexistentes.
Importancia de elegir bien un diseño de exteriores
Un buen diseño de exteriores es el que marca la diferencia entre un espacio agradable y otro que no lo sea. Y esto vale tanto para el espacio urbano como para el diseño de terrazas exteriores a nivel doméstico o el diseño de jardines exteriores privados.
En lo que se refiere al espacio urbano, el diseño de exteriores se asegura de que la experiencia de transitar por una espacio público sea agradable. Para ello, los diseñadores se encargan de introducir elementos que, de manera orgánica, satisfagan las necesidades estéticas de los ciudadanos, sin olvidar sus necesidades prácticas. Por ejemplo, árboles, esculturas, fuentes o mobiliario.
Cuando hablamos de diseño de terrazas exteriores o diseño de jardines exteriores privados, nos referimos a esa disciplina del diseño que consigue que los propietarios aprovechen hasta el último centímetro de suelo al aire libre. Esto se consigue convirtiendo los espacios en más habitables mediante la combinación de zonas verdes con cenadores, utilizando un mobiliario agradable y jugando con las posibilidades de la iluminación.
En ambos casos, el diseño de exteriores se ocupa de mejorar la experiencia ofrecida por un espacio dado, ya sea público o privado.
Aspectos a tener en cuenta en un diseño de exteriores
Cuando se diseña el espacio urbano es necesario tener en cuenta aspectos fundamentales para hacer más cómoda y fácil la vida de quienes viven en la ciudad. A continuación, te dejamos algunos de los factores sin los cuales el diseño de exteriores podría resultar más perjudicial que beneficioso.
Analizar el entorno sobre el que se va a actuar
Para realizar un buen diseño de exteriores es crucial establecer los servicios básicos que tendrá ese lugar para que los habitantes de la ciudad puedan hacer su vida con comodidad. Es un trabajo que puede llegar a complicarse en extremo, ya que hay muchísimas variantes a considerar para conseguir un aprovechamiento óptimo de la urbe.
Los servicios vienen determinados por otros factores, como el mismo paisaje urbano, la seguridad, las condiciones de acústica, o incluso las condiciones climatológicas. Estos, entre otros condicionantes, están íntimamente relacionados unos con otros de manera que alterar uno puede crear una reacción en cadena.
La escala urbana
Algunos factores a considerar en este apartado son la altura de los edificios y la separación entre ellos. Otra cuestión es la proporción que tienen las calles, ya que de esta forma se puede planear cómo colocar árboles o jardines, por ejemplo.
Es importante que los espacios en los que no hay edificaciones tengan en cuenta la frecuencia con la que las personas los visitarán, así como a qué se dedicarán cuando lo hagan. Igualmente, debemos pensar que, si disponemos de más espacios sin edificar, la ciudad ofrecerá más oportunidades para el esparcimiento de los ciudadanos.
El paisaje urbano y el diseño de exteriores
Podemos encontrar muchos paisajes urbanos diferentes, desde al histórico al comercial, pasando por el monumental. Un factor muy relevante en este caso es la estética, ya que la misma influye en la comodidad más de lo que parece.
Es posible romper con la monotonía y diseñar un espacio urbano cómodo que incluya elementos atractivos en toda su extensión. Eso sí, es crucial que esos elementos queden perfectamente integrados.
Objetivos del diseño de exteriores
Como decíamos más arriba, lo que debe primar en el diseño de exteriores es que los usuarios del espacio cuenten con todo lo que necesitan para hacer su vida más cómoda y agradable. La gestión de redes de transporte, los suministros de energía, la creación de infraestructura, etc. Todos esos elementos requieren de planificación estratégica.
Dependiendo del tipo de proyecto al que te enfrentes, estos son algunos de los objetivos concretos que el diseño de exteriores persigue:
- La creación de espacios con personalidad propia que hagan brillar el acervo cultural del lugar intervenido.
- Continuidad en fachadas de manera que las zonas públicas y privadas se distingan a la perfección gracias al uso de tipologías adecuadas.
- Promover la calidad del espacio común mediante el diseño y la creación de espacios dinámicos y atractivos.
- Contribuir a la seguridad urbana mediante la creación de rutas que no sean solo atractivas, sino también seguras.
- Colaborar a la creación de espacios inclusivos para personas con problemas de movilidad o capacidades diferentes.
- Cuidar de la permeabilidad local; es decir, la interconexión de las diferentes zonas de una ciudad, de manera que sea fácil llegar desde unas a otras. Para ello es necesario equilibrar la utilización del suelo y los diferentes medios de transporte. La priorización del peatón es clave.
- Usabilidad o legibilidad: facilitar el uso del espacio a los transeuntes mediante señales fáciles de leer e interpretar.
- Fomentar la diversidad mediante la combinación de diversos usos aplicados al mismo espacio, siempre con criterios de compatibilidad. El objetivo final es crear lugares dinámicos que respondan a la necesidad ciudadana.
Principios del diseño de exteriores
Focalizarse en las necesidades reales
El uso de los recursos de la ciudad debe estar bien planificado para que sea eficiente. La ciudad debe ser una entidad que evolucione, sí, pero la planificación de ese crecimiento y evolución debe estar bien realizada.
Flexibilidad
La planificación tiene que establecer criterios, pero también debe permitir la toma de decisiones. Todas las partes que intervengan en el diseño de exteriores deben tener muy claro cuáles son los mejores espacios que se pueden usar, según la actividad que se vaya a desarrollar en ellos.
No perder de vista el factor estético
Una de las características que debe tener una ciudad es la funcionalidad, que permita a los ciudadanos vivir en ella con la comodidad necesaria. Pero también debe tenerse en cuenta la estética para que el ciudadano se sienta a gusto y en un entorno agradable.
Además, la belleza de una ciudad también puede influir mucho en su economía, al atraer a otras personas a ella.
La accesibilidad
Este es un punto clave a la hora de diseñar un espacio urbano. Las urbes deben ser lugares completamente accesibles para todos: parques, edificios y demás ubicaciones deben estar al alcance del ciudadano.
Además, es importante proyectar bien las calles y las carreteras para que los ciudadanos se muevan sin problema de un lado a otro. Un punto básico es que esas comunicaciones hagan que las distancias entre un punto y otro de la ciudad se reduzcan al máximo.
Mantener en mente los servicios
¿Te imaginas vivir en una ciudad que no tenga supermercados o comisaría? ¿O parques?
El espacio en el que vives tiene que contar con todos los servicios que puedas necesitar en la vida diaria. Esos servicios tienen que estar perfectamente planificados a la hora de hacer el diseño de exteriores.
¿Cómo diseñar un patio y jardín?
Para poner en perspectiva todos los principios teóricos de los que hemos estado hablando, te daremos algunas pautas para el diseño de jardines exteriores que los tienen en cuenta.
1. El atractivo de lo no evidente
Uno de los motivos por los que el diseño de ajrdines exteriores es más complicado de lo que parece es que no basta con un bonito trazado para que un parque resulte atractivo. Es buena idea incorporar el factor descubrimiento a tu diseño, para que los transeuntes sientan que pueden volver a un sitio que siempre tiene algo nuevo que ofrecer.
Para ello se pueden crear pequeños rincones con encanto, no hace falta diseñar un laberinto en cada terraza,
2. Definición espacial
El diseño de jardines exteriores debe considerar las diferentes necesiades a cubrir por la zona verde en cuestión. Y sucede lo mismo si hablamos de un jardín o patio privado. En este sentido, diferenciar los espacios que se destinarán a cada actividad es básico. De este modo se evitan el desorde, y la aglomeración. O dicho de otro modo, se cumple el principio de legibilidad.
3. Coloca hitos visuales
Dependiendo de la extensión del espacio en el que vayas a intervenir necesiatraás más o menos hitos visuales. Hablamos de puntos focales que le den un sentido al diseño de exteriores que has planeado. Puede tratarse de un bonito parterre, de una fuente o de un paseo central. Los puntos focales son visualmente atractivos y ofrecen información sobre el uso esperado del espacio.
4. Maneja la sensación de amplitud
Si estás trabajando en el diseño de terrazas exteriores pequeñas, necesitarás crear la sensación de que son más amplias para aumentar la comodidad. Por el contrario, para hacer más habitable un espacio demasiado grande, hace falta dividirlo, visualmente, en parcelas más pequeñas. A esto puede ayudarte la colocación de mobiliario urbano, diferentes tipos de pavimento o un buen diseño de paisaje.
5. Recuerda que el objetivo es el usuario final
Con esto en mente, practica un diseño de exteriores que persiga la transmisión de emociones. Si buscas regenerar una zona en desuso, por ejemplo, quizá debas plantearte colocar una zona de parque infantil o plantar grandes árboles que den sombra. El destino final del espacio es lo que dictará el tipo de intervención en el diseño de jardines exteriores.
En definitiva, el diseño de espacios urbanos es un campo multidisciplinar que utiliza los procedimientos y los elementos de la arquitectura y otras disciplinas relacionadas, incluyendo el paisajismo, la planificación urbana, la ingeniería civil y la ingeniería municipal. El diseño de exteriores exige la comprensión de una amplia gama de temas, desde geografía física hasta ciencias sociales, y una apreciación de disciplinas variadas, como el desarrollo inmobiliario, la economía urbana, la economía política y la teoría social.
Su misión es crear ciudades inclusivas que protejan los bienes comunes, garanticen el acceso equitativo, y la distribución de los bienes públicos.