Óscar Guayabero trabaja en el entorno del diseño, la arquitectura, la comunicación, la gestión cultural y el activismo social. Escribe artículos y libros especializados, comisaría exposiciones, y también imparte clases ESDESIGN, creando plataformas de reflexión y / o difusión del diseño. Actualmente combina la docencia con el asesoramiento externo en materia de comunicación del Ayuntamiento de Barcelona y proyectos curatoriales.

Óscar nos invita a celebrar el Día del Diseño en su monográfico Un día para recordar por qué nos dedicamos a esto del diseño. El 27 de abril se celebra el Día internacional del Diseño. Día en el que conmemoramos lo que el diseño aporta a la sociedad para la que los profesionales de dicho campo trabajan.

Por ello, este 2022 se ha lanzado un lema: “Suspended in Transition” (Suspendidos en Transición). Un claim que al autor le parece de lo más apropiado, ya que actualmente seguimos recuperándonos de ese parón que nos sugirió la pandemia hace ya más de dos años. Una fase de introspección que sirve de transición, y que los mismos diseñadores han sabido utilizar para atreverse a salir de su zona de confort y tener la oportunidad de crear desde cero espacios que se amolden a los cambios que la sociedad contemporiza actualmente. La aparición de nuevas voces, escenarios y contextos se convertirán en las bases del crecimiento del diseño.

¿Estamos en un momento de reflexión?

Óscar Guayabero califica esto como “un planteamiento arriesgado pero muy atractivo”, lo que nos lleva a pensar en que la pandemia nos ha hecho considerar nuevas situaciones y ángulos de visión que no habíamos contemplado anteriormente y en los que somos capaces de evolucionar y permanecer como diseñadores.

Un momento en el que centrarnos en analizar que es lo que los profesionales han reformado en sus hábitos de trabajo es una buena manera de ver como hemos saltado de un escenario a otro, sin ser esto un cambio definitivo, sino adaptativo. Porque rotundamente, somos una sociedad en transición, de la cual hemos aprendido a construir una nueva realidad, donde el diseño conforma un papel imprescindible.

¿Calidad o claridad?

El autor nos cuenta como una campaña realizada por el estudio Hatch and Bloom, cambió de manera radical la forma de trabajar que tenía el Servicio Público de atención a personas mayores de Dinamarca, el cual prestaba su asistencia a más de 125.000 ciudadanos que dependían de comidas financiadas por el gobierno a causa de la pandemia.

La investigación que el Gobierno Danés pidió a Hatch and Bloom para descubrir por qué las necesidades que se estaban intentando cubrir en esta comunidad no estaban siendo satisfechas, desveló una parte emocional que desconocían. Estos estaban experimentando un momento de desconexión con el servicio que se les daba, ya que el hecho de tener que recibir ayuda para su propia alimentación estaba mal visto en Dinamarca. Lo cual también provocaba que los propios cocineros lo considerasen también un trabajo de poco reconocimiento social. 

La propuesta de cambio vino de la mano de un co-diseño en el que usuarios, repartidores, cocineros, sanitarios, dietistas, etc, dieran un servicio de catering a domicilio que simulara el de un restaurante, al cual llamaron The Good Kitchen. Esta solución concluyó en una transformación de las personas que demandaban este servicio, sintiéndose así comensales en vez de beneficiarios, donde los trabajadores también cobraron una complacencia en su trabajo, implantándose al mismo tiempo producto de proximidad y un packaging biodegradable en sus menús.

Mano a mano con el enemigo

Massive Change Network, una asesoría destinada a la creación de modelos de transición ecológica para instituciones y empresas, creada por el diseñador Bruce Mau, recibió un día una llamada de la marca Coca-Cola, una de las empresas que más contaminación producen del mundo. 

Bruce Mau tomó la decisión de trabajar para ellos con el objetivo de enseñar a la empresa el impacto ambiental que estaban generando en el planeta, presentando imágenes manipuladas que simulaban la huella que Coca-Cola dejaría con la contaminación de sus botellas en los siguientes 50 años. 

De ahí nació el proyecto “Live Positively”, una plataforma de sostenibilidad que se convirtió en un icono para la marca The Coca Cola Company para poner en práctica acciones ambientales destinadas a reducir, reutilizar y reciclar el plástico de la empresa.

¿Una fábrica que limpia el aire?

En 1999, el arquitecto y diseñador industrial William McDonough realizó una intervención en el techo de la fábrica de Ford en Rouge (EEUU), donde sembró plantas crasuláceas contribuyendo a reducir el efecto térmico de la ciudad que se estaba produciendo por las superficies asfaltadas y pavimentadas de esta.

En la actualidad, es el techo más grande de Estados Unidos, el cual actúa como elemento aislante del edificio, reduciendo los costos de calefacción y refrigeración en un 5%. 

Esta acción de diseño sostenible no solo se ha quedado ahí, sino que ha declarado una mejoría en la salud de los trabajadores. Esto demuestra que es necesario revertir la situación ambiental, provocando que los propios residuos que generamos al producir cualquier producto tengan un impacto positivo superior a la carga ecológica que supone dicha producción.

Una moda sin género

El mundo del diseño y la moda está evolucionando en las diferentes sexualidades, géneros e identidades, siendo este un progreso que toca de cerca a las pasarelas y a la vestimenta diaria.

Numerosas marcas de ropa ya están dentro de las colecciones donde el género no es una prioridad y en las cuales el objetivo principal es  hacer que los consumidores se sientan cómodos e identificados con las prendas que vistan.

Óscar Guayabero nos recuerda que una de estas marcas es A New Cross. Una propuesta realizada en el año 2010 por el diseñador colombiano Nicolás Rivero que apuesta por el diseño textil sin género combinado con la artesanía local. 

Esta marca cuenta con dos líneas textiles, de las cuales una  desarrolla prendas a partir de la experimentación textil y telares manuales, como por ejemplo alpaca, lana, lino, algodón o seda, y donde la otra vertiente ready to wear busca producir vestimenta cómoda, fluida y con movimiento a través de linos, algodones, sedas, y próximamente textiles elaborados a base de cáñamo.

Seguramente esto no cambie de manera radical la forma en la que los atributos del cuerpo son una prioridad en el mundo de la moda, pero si que abre un camino hacia la evolución de un diseño sin género y sostenible.