5 estilos arquitectónicos que están triunfando

Los estilos de arquitectura tienden a tomar prestados elementos del pasado, pero a la vez ir hacia un futuro creativo e innovador.

Estilos de arquitectura que triunfan actualmente:

Estos son los estilos que más se llevan a cabo por su funcionalidad, diseño o estilo que lleva a una globalización arquitectónica.

Estilo deconstructivista

El estilo arquitectónico deconstructivista es una corriente vanguardista que surgió en la década de 1980, como una reacción al modernismo tradicional. Caracterizado por su enfoque en la fragmentación y descomposición de las formas arquitectónicas convencionales, el deconstructivismo desafía las normas establecidas de la arquitectura.

Este estilo llama mucho la atención incluso actualmente. Se sale de lo que se considera un estilo más tradicional o que se ha usado siempre en parte por la forma irregular que consigue y que atrae al ojo humano. Desde siempre, a pesar de los cambios en las formas de los edificios, se buscaba una simetría y una armonía. Este estilo no.

Busca líneas angulares, muros inclinados y ángulos extravagantes. Además, parece no tener coherencia estructural. Los materiales que se utilizan dependen del arquitecto encargado del proyecto, pero se ve mucho metal y cristal. Este estilo se suele utilizan en edificios que intentan ser icónicos y destacados. Esta asimetría se puede ver, por ejemplo, en el Museo Guggenheim en Bilbao, España.

Estilo mediterráneo

Es uno de los estilos arquitectónicos que no pasa de moda ya que, a pesar de la creciente globalización en la que nos encontramos, este está ligado a una geografía concreta. Este estilo se ve sobre todo por países como Italia, España, Grecia y Marruecos. Pero otros lugares que no dan al mar que le da nombre, también han apostado por él. Se caracteriza por su profundo arraigo en la historia y la cultura de la región, y se ha convertido en un ícono de la vida mediterránea.

Las características distintivas del estilo mediterráneo incluyen el uso de materiales naturales como la piedra y la terracota, techos de tejas rojas, arcos de medio punto, balcones con barandas de hierro forjado y patios interiores ajardinados. Estas características no solo son estéticamente hermosas, sino que también son funcionales, dado que ayudan a mantener las casas frescas en el cálido clima mediterráneo.

Los colores estrella de este estilo son el blanco y el azul. Se utilizan formas geométricas simples, y los tejados suelen ser abovedados. Además, todas las casas que se construyen bajo este estilo lo hacen teniendo en cuenta las vistas al mar. También es un reto arquitectónico, ya que la mayoría de estas casas se construyen en cuestas y acantilados.

Neofuturismo

Este estilo es igual de llamativo que el deconstructivismo y también se utiliza en edificios emblemáticos más que en hogares. Se ve, sobre todo, en las ciudades más grandes de distintos países.

El estilo arquitectónico neofuturista es una corriente vanguardista que se desarrolló a partir de la década de 1960 como una evolución del movimiento futurista del siglo XX. Este estilo abraza la tecnología, la innovación y la visión de un futuro utópico, y se caracteriza por diseños que desafían los límites de lo convencional y buscan la fusión entre la arquitectura y la ciencia ficción.

Es un estilo que tiende a las curvas y a las formas complejas. Incluye materiales sostenibles y tiene en cuenta también el medioambiente y el impacto climático que puede causar. Los edificios neofuturistas a menudo presentan formas geométricas audaces, líneas limpias y materiales modernos, como vidrio y acero. Este estilo arquitectónico refleja la obsesión con la tecnología y la velocidad de la era moderna, y busca inspirar un sentido de asombro y anticipación por lo que depara el futuro.

High tech o Tardomodernismo

El estilo arquitectónico High-Tech, también conocido como Tardomodernismo, es una corriente arquitectónica que surgió en la década de 1970 y alcanzó su apogeo en las décadas de 1980 y 1990. Este estilo se caracteriza por su énfasis en la tecnología, la expresión de las estructuras y sistemas, y una estética industrial futurista.

Fue una respuesta al modernismo que estaba estancado. Los edificios High-Tech a menudo exhiben elementos estructurales y mecánicos de manera prominente, como vigas de acero, conductos de ventilación y cables eléctricos a la vista. El uso de materiales industriales como el acero, el vidrio y el aluminio es común en este estilo, que busca mostrar la función y la tecnología detrás de la arquitectura. Además, suelen ser innovadores en términos de sostenibilidad y eficiencia energética, puesto que incorporan tecnología avanzada en su diseño.

Refleja la fascinación por la tecnología y la maquinaria de la era moderna y sigue siendo relevante en la actualidad como una expresión de la fusión entre la arquitectura y la ingeniería. Estos estilos valen tanto como para hogares como oficinas. Son muy típicos de países asiáticos como China y Japón.

Art Nouveau

El estilo arquitectónico Art Nouveau, también conocido como Modernismo en algunos lugares, es una corriente que floreció a finales del siglo XIX y principios del XX, principalmente en Europa. Este estilo se caracteriza por su énfasis en la naturaleza y la ornamentación curvilínea y orgánica. Los edificios Art Nouveau a menudo presentan fachadas decoradas con motivos florales, líneas sinuosas y vitrales coloridos.

Este estilo promueve una estética que busca fusionar el arte y la arquitectura, incorporando elementos esculturales en la estructura de los edificios. Arquitectos y diseñadores como Antoni Gaudí en Barcelona y Hector Guimard en París son conocidos por sus contribuciones al movimiento Art Nouveau.

El Art Nouveau refleja una reacción contra la rigidez del historicismo del siglo XIX y se esfuerza por crear ambientes fluidos y armoniosos. Aunque su apogeo fue relativamente breve, su influencia perdura en la arquitectura y el diseño contemporáneo, especialmente en lo que respecta a la apreciación de la belleza natural y la originalidad en el diseño.

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