Confección post-industrial
Hace unos años, se habló mucho de la artesanía post-industrial. Los Fab-labs y el fenómeno maker abrían la posibilidad de volver a producir piezas únicas, a medida, por encargo.
El creador-productor tiene el control de todo el proceso. La fabricación descentralizada supone un cambio de paradigma, donde las grandes fábricas cederán terreno a pequeñas factorías. Ese cambio, no parece que vaya a ser de un día para otro, pero mientras esperamos, hay iniciativas que van surgiendo y que esbozan como podrían ir las cosas en el futuro.
Una de esos spoilers del futuro industrial, en este caso en el sector textil, es Unname. Esta pequeña empresa creada por Hal Watts, Kirsty Emery and Ben Alun-Jones en Londres ha conseguido aunar, fabricación bajo demanda (con lo que se ahorran el almacén), producción personalizada y diseño a medida hecho por el propio usuario.
La idea es sencilla, tú entras en su web, eliges entre un montón de opciones de estampados, colores, etc. Eliges modelo, talla y demás. Aún más, eliges si quieres distorsionar el patrón del estampado a tu gusto (con lo que te aseguras que tu modelo será único). Para ello usan la tecnología del mapeo. Una vez “diseñado” tu producto, certificas que lo quieres, lo pagas y lo recibes en casa al cabo de unos días.
Unas máquinas de tricotar por control numérico, pueden “imprimir”, es decir, confeccionar, cualquier variable que hayas decidido en pantalla. Lo digital y lo tangible se mezclan para crear un nuevo concepto de empresa, que en realidad es el viejo esquema de “hecho a medida”.
Pero además, Unmade es un sistema y por tanto, se está ofreciendo a diseñadores para que sus consumidores puedan comprar variaciones de sus colecciones. Uno de los primeros en apuntarse ha sido el diseñador británico Christopher Raeburn que ha invitado a sus clientes a personalizar artículos de su última pasarela, utilizando la tecnología Unmade.