Experiencias interactivas y de realidad aumentada (AR)
La realidad aumentada ha llegado para quedarse, y en sectores como el de la animación y los videojuegos se ha convertido en una parte esencial. Te explicamos los fundamentos de esta tecnología, cómo se utiliza para crear experiencias inmersivas que conecten con tu target, y los retos a los que se enfrenta.
La realidad aumentada (AR) es una tecnología que se caracteriza por superponer elementos que son digitales sobre el mundo físico para poder interactuar con ellos. Aunque comenzó utilizándose en aplicaciones especializadas, en los últimos años ha crecido notablemente. Hoy en día, sus aplicaciones las encontramos en el sector del entretenimiento, la educación e incluso el comercio.
¿En qué consiste la realidad aumentada y cómo funciona?
Para poder adentrarnos en la realidad aumentada, es necesario utilizar un dispositivo electrónico. Por ejemplo, un smartphone, una tablet o gafas inteligentes, que interactúan con modelos 3D. Todos estos dispositivos combinan cámaras con sensores y software avanzado. Este último es el que se encarga de superponer los elementos digitales en tiempo real sobre el entorno físico que nos rodea.
Hay que diferenciarla de un concepto similar con el que a veces se confunde; y es que la realidad aumentada y la realidad virtual no son equivalentes. En esta última, el usuario se adentra en un mundo que es completamente digital, pero en la realidad aumentada, nuestra realidad no desaparece. En su lugar, esta se ve mejorada con capas adicionales de información digital. Es decir, que se crea una experiencia híbrida que fusiona ambos mundos.
En cuanto a su funcionamiento, la tecnología que emplea captura el entorno mediante las cámaras que llevan los dispositivos. Después, se procesan las imágenes y se generan elementos virtuales que quedarán superpuestos. La finalidad de la AR puede ser tanto recreativa, como tener fines profesionales.
Experiencias interactivas con realidad aumentada
La realidad aumentada no es un concepto nuevo. Si echamos la vista atrás, alcanzó su momento de máxima popularidad con el icónico juego de ‘Pokémon Go’. Se trataba de una aplicación interactiva con la que los usuarios debían cazar figuras digitales que aparecían en su entorno real. Por tanto, se fusionaba ya el entretenimiento virtual con nuestro mundo tangible.
Hoy en día, las redes sociales son el mejor ejemplo de cómo se ha adoptado la realidad aumentada para crear experiencias inmersivas e interactivas. Es el caso de los filtros de aplicaciones como Instagram o Snapchat, que permiten modificar la apariencia o interactuar con efectos visuales en tiempo real.
Otro ejemplo es el marketing interactivo, que se sirve de las funcionalidades de la AR para crear campañas inmersivas. De esta manera, marcas como National Geographic han lanzado iniciativas como ‘National Geographic's Explore VR’, un juego inmersivo para realizar misiones en la Antártida y Machu Picchu.
Otro ejemplo es McDonald’s, que lanzó en 2023 una campaña para el Año Nuevo Lunar, en colaboración con la creadora de contenido Karen X Cheng. Esta campaña incluyó un filtro de AR en Instagram con el que los usuarios podían experimentar la transición del Año del Tigre al Año del Conejo en 3D. Además, ofreció una experiencia en el metaverso y un anuncio interactivo basado en inteligencia artificial.
En el comercio electrónico, la realidad aumentada se utiliza para mejorar la experiencia de compra. Y en el sector del retail, ya podemos probarnos ropa o visualizar cómo quedarían los muebles que nos gustan en nuestra casa. Empresas como IKEA disponen de aplicaciones de este tipo que ayudan a su clientela a tomar decisiones más sencillas desde casa.
Se trata de experiencias que no solo fomentan la participación, sino que desarrollan una conexión emocional con la marca.
Aplicaciones en otros sectores profesionales
La realidad aumentada se relaciona principalmente con el entretenimiento. Sin embargo, también ha tenido su impacto en otros sectores profesionales. La educación es un ejemplo de ello; la AR ha mejorado la interacción y la comprensión por parte del alumnado de conceptos que les resultan complejos de entender.
Con las aplicaciones educativas, los estudiantes pueden visualizar objetos en 3D, como el sistema solar o las estructuras biológicas, que son conceptos complejos. Al ser un medio muy visual, se facilita el recuerdo. En los idiomas, también se han creado objetos virtuales con los que interactuar para obtener retroalimentación y así ir mejorando el vocabulario.
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También la medicina se ha beneficiado de la AR. En este sentido, los cirujanos pueden planificar y practicar procedimientos que son muy complejos en un entorno seguro antes de llevarlos a cabo en la vida real con sus pacientes. Asimismo, se han desarrollado modelos virtuales de órganos que se pueden superponer para mejorar la precisión en una intervención quirúrgica.
Y en arquitectura e ingeniería, la AR permite a los profesionales del sector visualizar un proyecto de construcción antes de proceder con su ejecución. Con esta innovación, tanto la colaboración en el equipo como la planificación de todo el proyecto se ven mejoradas. Además, se pueden identificar errores o aspectos que necesitan mejoras, con el consecuente ahorro en tiempo y costes si estas modificaciones se tuvieran que hacer ya en el plano real.
Beneficios y retos que nos trae la realidad aumentada
Con los ejemplos que hemos visto en diferentes sectores, las ventajas que nos ofrece la realidad aumentada están claras. Experiencias más inmersivas y personalizadas, aprendizaje interactivo, mayor facilidad para tomar decisiones y la posibilidad de optimización proyectos complejos, ya sea una edificación como una intervención quirúrgica.
Sin embargo, la tecnología en todas sus aplicaciones también nos está trayendo retos que no esperábamos. Por ejemplo, la ética o la protección de datos. En el caso concreto de la realidad aumentada, estos desafíos van ligados al coste que puede suponer implementar esta herramienta. Empresas de pequeño tamaño podrían no contar con el presupuesto suficiente, y quedarían en desventaja contra otras con mayores recursos.
Y dentro de lo que es el funcionamiento en sí de esta tecnología, todavía se ve afectada por la calidad de los sensores o las condiciones de luz. Ambas repercuten directamente en la experiencia, y si no son las adecuadas, pueden causar frustración en los usuarios.
Conclusión
La realidad aumentada es mucho más que una simple novedad tecnológica. Partiendo de su capacidad de fusionar el mundo físico con el digital, se abre un abanico de posibilidades que van más allá del entretenimiento, interactuando con sectores como la medicina o la educación, cuya relación era prácticamente impensable en los inicios de esta tecnología.
Por ello, el futuro de la AR es prometedor y demanda profesionales especializados. Por lo tanto, si quieres destacar en un mercado laboral cada vez más competitivo, el Máster en Ilustración y Animación de ESDESIGN te ofrece la formación especializada que necesitas para lograrlo.