Ecodiseño: qué es, características y ejemplos

En este artículo, vamos a hablar de diseño sostenible y ecodiseño, sus características y aplicación, así como las certificaciones que ya existen al respecto. Pero si te atrae este campo y quieres ampliar tus conocimientos, o bien ya trabajas en él y quieres actualizar y mejorar tus habilidades, puedes hacerlo con nuestro Máster en Diseño de Producto y Modelado Digital. 

¿Qué es el ecodiseño y cuál es su importancia?

Comenzamos por explicar qué es el ecodiseño. Se trata de una metodología de diseño que tiene en cuenta al medioambiente durante el proceso de crear productos, pero también servicios o sistemas. Hasta ahora, nuestra sociedad de consumo se ha basado en el principio de comprar, usar y desechar. Sin embargo, si toda la población mundial viviera con las costumbres de una persona europea media, se necesitarían tres planetas para hacerlo posible. 

Pero estas no son las únicas cifras que impactan y que nos deberían hacer pensar. Según el Foro Económico Mundial, está previsto que de aquí a 2060, el consumo mundial de recursos naturales aumentará en un 60%, en comparación con los números de 2020. Un porcentaje incompatible con el planeta, ya que estos recursos están llegando a su fin. 

Además, durante los últimos 50 años, hemos triplicado, incluso más, el uso de materiales. Todos estos datos son parte del informe Perspectivas de Recursos Globales 2024 del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). 

El ecodiseño tiene como objetivo pasar de esta generación de residuos y de la obsolescencia programada a la economía circular. Esta se basa en los propios principios de la naturaleza, en la que nada se desecha, sino que forma parte de un ciclo. 

¿Qué relación hay entre ecodiseño y sostenibilidad?

Aunque no son exactamente lo mismo, hay una estrecha relación entre ecodiseño y sostenibilidad. Esta última se refiere a la búsqueda de medios para satisfacer nuestras necesidades presentes, pero sin poner en compromiso la capacidad que puedan tener las generaciones futuras para satisfacer las suyas. 

El ecodiseño tiene un papel clave en dicha búsqueda, porque se centra en promover un uso responsable de los recursos naturales, que debemos recordar que son limitados. Además, busca que, tanto el diseño y la producción como el uso posterior, sean eficientes. Es decir, que se consigan los mismos resultados, pero utilizando menos recursos. 

En la práctica, un ejemplo de ecodiseño de un producto sería aquel que es resistente y duradero; que si se estropea o se rompe, se puede reparar, y que una vez llegado el fin de su vida útil, se puede reciclar. Se trata, por ende, del diseño de productos sostenibles. 

Características del ecodiseño

Ya hemos ido viendo algunas de las características del ecodiseño, pero a continuación vamos a ampliarlas y profundizar en mayor medida. 

• Consideración de todo el ciclo de vida del producto. Implica valorar el impacto de cada acción para poder minimizarlo; desde la extracción de materias primas hasta la disposición final. 
• Uso de materiales sostenibles. Se priorizan materiales sostenibles, reciclados o reciclables, y aquellos que requieren menos energía para ser producidos. También se evitan los tóxicos y peligrosos.
• Eficiencia energética. Los productos deben consumir poca energía en su uso. Se intentará apostar por las energías renovables para la fabricación. 
• Diseño para el desmontaje. Con el objetivo de poder reciclar o reutilizar al final de la vida útil, los productos se deben poder desmontar con facilidad para separar sus piezas.
• Reducción de residuos. Similar al punto anterior, en la medida de lo posible se apostará por reusar elementos, así como generar el menor número de residuos. 
• Transporte eficiente. Optimización de la logística para minimizar la emisión de gases de efecto invernadero y reducción de distancias.

Ejemplos de ecodiseño

Por suerte, cada vez vamos viendo más ejemplos de ecodiseño. Algunos de ellos son los siguientes:

• Envases biodegradables. El packaging sostenible consiste en apostar por envases que sean biodegradables, reutilizables, minimalistas e inteligentes. El objetivo es limitar el plástico, sobre todo el de un solo uso. Los microplásticos ya no solo se encuentran en vertederos y en los océanos, sino también dentro de nosotros. 
• Electrodomésticos de bajo consumo. Llevan la etiqueta de eficiencia energética A+++, y están diseñados para consumir menos electricidad. Reducen las emisiones de carbono y se ahorra dinero en las facturas. 
• Muebles modulares y reciclables. Son aquellos que se pueden desmontar con facilidad y cuyas piezas son reciclables o reutilizables. 
• Moda sostenible. La industria de la moda tiene un enorme impacto medioambiental, además de promover el consumismo. Por suerte, se empiezan a adoptar prácticas de ecodiseño, con materiales reciclados y orgánicos, y se intenta promover la durabilidad y reparabilidad de las prendas.

¿Cuáles son las certificaciones que se dan por el ecodiseño?

Para garantizar que los productos se ajustan a los estándares del ecodiseño, existen varias certificaciones y normativas que se encargan de ello. 

ISO 14006

ISO 14006 es la normativa principal, y da una serie de directrices para incorporar el ecodiseño en los sistemas de gestión ambiental. Esta certificación implica que se ha usado un sistema de gestión para identificar, controlar y mejorar el impacto de los productos en el medio ambiente.

Distintivo Cradle to Cradle (C2C)

Esta certificación se centra en evaluar si los materiales y productos se adaptan al ciclo circular. Fomenta la innovación y el diseño de productos con un impacto positivo. Se basa en la salud material, la gestión del agua, la justicia social, la reutilización y el uso de energías renovables. 

Etiqueta ecológica de la UE

Certifica productos que tienen un impacto ambiental bajo durante todo su ciclo de vida. Se utiliza tanto en la Unión Europea como en los países de la Asociación Europea de Libre Comercio (AELC).

Conclusión

El ecodiseño ha llegado para quedarse, puesto que no tenemos un segundo planeta al que recurrir para seguir manteniendo nuestro ritmo de consumo. Hay que pensar que los beneficios también son para nosotros, y no solo para el medioambiente; se trata solo de cambiar la forma en que diseñamos y consumimos. 

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