¿Cómo hacer un buen diseño de PLV de tu producto?
Si no sabes qué es el PLV, en este artículo te explicamos en qué consiste, cómo hacer el diseño más adecuado, y varios ejemplos que te serán de utilidad.
En muchas ocasiones, cuando se diseña y desarrolla un producto nuevo, o se lleva a cabo la renovación de uno ya existente, suele prepararse en paralelo su promoción. Independientemente de si en el diseño del producto se utilizan design thinking o no, hay un aspecto muy importante para su difusión: se trata de aquella pensada para realizar en el punto de venta. Incluso, en áreas tan específicas como las relacionadas con productos de bioconstrucción. Hablamos del PLV, básico para promocionar un producto en el espacio en el que se vende.
En este sentido, los profesionales y las profesionales de diseño de producto y de marketing, y también quienes se forman en estas disciplinas, como los y las estudiantes del Máster Online en Diseño de Producto de ESDESIGN, saben que es un concepto relevante.
¿Qué significan las siglas PLV?
Cuando hablamos de PLV, nos estamos refiriendo a la expresión 'Publicidad en el lugar de venta'. Se trata del conjunto de elementos pensados para promocionar un producto en los comercios donde se vende. También, de la estrategia que se diseña para realizar su difusión en dichos puntos. Para ello se utilizan, básicamente, diferentes elementos físicos muy visibles, cuya misión es intentar llamar la atención sobre el artículo a quienes acceden al establecimiento.
El objetivo es que el producto que se desea promocionar destaque. Además, también persigue una mejora en el reconocimiento de la marca, así como brindar a la clientela información sobre el producto. Cabe tener en cuenta que esta información será, en la medida de lo posible, interesante y relevante. De otra manera, se corre el riesgo de ofrecer una impresión de intentar 'vender humo'.
7 beneficios de la publicidad en el lugar de venta
Los principales beneficios de la publicidad en el punto de venta, o PLV, son los siguientes:
1 - Dar a conocer el producto justo donde se vende. Por eso, los compradores y las compradoras pueden ver el producto anunciado en el momento de comprarlo.
2 - Fidelización del cliente, gracias a que el artículo que busca el comprador o la compradora se encuentra en el comercio, junto con información disponible sobre este. Así, el fabricante y/o distribuidor aporta seguridad y confianza a sus potenciales clientes, y contribuye a que repitan la compra.
3 - Mejora la imagen de marca, ya que este tipo de promociones, que destacan los beneficios del producto, ayudan a diferenciar el producto de a su competencia.
4 - Aumenta las posibilidades de venta en tienda. Si se hace una buena campaña de PLV, se puede tanto reducir stock del producto como impulsar sus ventas y darlo a conocer.
5 - Capta nuevos clientes para la marca y aumenta su curiosidad. Se consigue al proporcionar al comprador o compradora la información detallada sobre el producto, justo cuando está comprando. En cuanto a la generación de curiosidad, si la estrategia de PLV es adecuada, los y las visitantes de la tienda tendrán más interés por comprobar cómo es o cómo funciona el producto.
6 - Campañas más económicas. Las campañas de PLV tienen un precio mucho más ajustado que el que es necesario invertir en otros medios. Por este motivo, la publicidad en el punto de venta es mucho más ventajosa y rentable para marcas y empresas.
7 - Más oportunidades de venta cruzada. Al ofrecer información con detalle de un producto, puede que un comprador o compradora descubra que el artículo esté relacionado con otro que ha comprado, o que necesita adquirir. También, puede descubrir que se trata de un producto de mayor calidad o relación calidad/precio que otro del mismo tipo, y por tanto es competencia del que suela consumir habitualmente.
Cómo hacer un buen diseño de PLV
Para lograr un buen diseño de PLV, el primer paso es tener claro el objetivo a conseguir. De esta manera podrás elegir con más facilidad el soporte -o soportes- más adecuado para promocionar el producto. También, tienes que decidir el tipo de público al que te quieres dirigir, y hablarle en su mismo lenguaje y tono, siempre con un mensaje claro, y que intente convencer.
Todo tiene que estar acompañado por una paleta de colores que identifique al producto y/o a la marca. El diseño también tiene que estar en línea con este, y por descontado, ha de tener el tamaño adecuado; para ello, es necesario saber dónde se va a colocar. Por supuesto, no hay que olvidarse del transporte y almacenamiento de los elementos que formen parte de la difusión, así como de su montaje en el punto de venta.
Los PLV más utilizados: ¿Cuáles son?
Dentro de los tipos de PLV más utilizados, cabe destacar los elementos de cartelería lineal. Se trata de un elemento muy visible y sencillo para la publicidad en el punto de venta o PLV, que además se puede fabricar a un precio ajustado. Se puede conseguir cartelería lineal en papel, PC, cartón o vinilo. Entre este tipo de cartelería se incluye la que se cuelga del techo, también conocida como cartelería aérea.
Los expositores también son elementos muy populares en PLV. Sirven para mostrar el producto a sus posibles compradores y compradoras, a la vez que lo destacan y promocionan. Hay distintos tipos: de mesa, de suelo y tótems.
Otro tipo de recursos para la PLV son las tiras de las balda y las cabeceras de lineales. Son mucho más pequeños, y se emplean para que destaquen secciones y partes concretas de un lineal.
Quizá el más conocido últimamente son los vinilos, que se pueden colocar sobre todo tipo de superficies, tanto en paredes como en suelos o cristales. Pueden hacerse prácticamente de cualquier medida, e incluso dividirlos en varias partes.
Otros de los elementos más populares en los PLV, sobre todo en supermercados y tiendas de productos de belleza, son los conocidos como cubrealarmas. Es un elemento que se fabrica a propósito para tapar los arcos donde se instalan las alarmas de la entrada de las tiendas en las que se hacen las promociones.
2 ejemplos de expositores PLV
Entre los expositores PLV más utilizados están los destinados a promocionar productos de tamaño pequeño, y que se colocan en las estanterías de los supermercados para destacar productos de belleza y cosmética. Como, por ejemplo, los de diversas promociones de Nivea de sus líneas de productos faciales. O los que emplean las cadenas para sus productos de marca blanca Premium, como los geles y champús de la gama '100 orgánicos' de Lidl.
También destacan los elementos de anuncio y promoción de perfumes en los arcos de alarmas de sus entradas. Suelen mostrar fotografías atractivas, que logran llamar la atención tanto de quienes entran en la tienda como de los transeúntes.
Como verás, un bueno diseño de PLV de un producto puede contribuir a aumentar sus ventas, así como a dar a conocer su marca. Así que, si te quieres dedicar al marketing o al diseño de producto, te recomendamos que tengas siempre presentes este tipo de campañas.