Proceso de diseño de packaging | ¿Qué fases existen?

Hacer realidad la visión de un producto original y diferente a todo lo que hay en el mercado, es con frecuencia uno de los mayores obstáculos para las distintas empresas. Para lograrlo es necesario realizar un proceso de diseño de producto adecuado que culminará con un buen diseño de packaging.

¿Qué es el diseño de packaging?

El packaging es el envase, el material que contiene tu producto. Por tanto, el packaging es el proceso que convierte tu packaging en mucho más que un envoltorio. En una herramienta que debe ser funcional, protectora, fácil de transportar y fácil de almacenar. Pero no solo eso, el diseño de envase se encarga de atraer al cliente, de diferenciarte de tus competidores y de fortalecer tu marca.

Existen 3 tipos de packaging que cumplen diferentes funciones y deben encararse desde distintos ángulos:

• Primario: la parte del envase que contiene tu producto. La botella en el caso de empresas comercializadoras de agua embotellad, por ejemplo.
• Secundario: aquella parte del envase que se ve una vez el producto ya está en el comercio correspondiente. También lo protege durante el transporte. Por ejemplo, en el caso de un perfume, el packaging primario sería el frasco y el secundario la caja de cartón que lo contiene.
• Terciario: la combinación de múltiples capas de embalaje, por lo general por cuestiones logísticas y de almacenaje. Suele estar a la vista en almacenes de logística.

Si bien es cierto que necesitas que tu packaging resulte atractivo para tus clientes, también es verdad que necesitas que el mismo aporte información sobre tu producto. En ocasiones, por imperativo legal. Es el caso de los productos de alimentación, que deben mostrar una lista de ingredientes y valores nutricionales.

El diseño de packaging o diseño de envase se encarga de que todas estas necesidades queden perfectamente integradas y den como resultado un producto final llamativo y que cumpla con los requisitos legales. 

¿Cómo diseñar el packaging de mi producto?

Cualquier buen diseñador de packaging sabe que crear un diseño atractivo y adecuado supone todo un reto y requiere  un proceso previo de análisis del cliente, de la marca y del producto.

Estos son los tres aspectos que debes considerar antes de empezar:

• ¿Quiénes son tus clientes? ¿Quién comprará tu producto? Es a ese sector de la población al que debes convencer con tu diseño de envase. Por ello debes conocerlos bien. No solo a ellos, sino sus circunstancias y necesidades.
• ¿Dónde va a mostrarse tu producto? Esto es determinante pues de ello depende la manera en la que ese producto se va a ver. También debes saber qué otros productos se colocarán junto al tuyo. Así podrás trabajar la diferenciación.
• ¿Con qué materiales trabajarás tu diseño de packaging? En algunas ocasiones esto depende directamente del producto en sí, por eso es importante que los diseñadores de packaging se integren en el proceso de diseño del producto. En otras ocasiones puedes ser más creativo y tomar tus propias decisiones. Esto te permite apostar por cuestiones como la sostenibilidad y ampliar así el rango de clientes potenciales.

Solo cuando hayas determinado estas cuestiones podrás empezar a trabajar con formas, colores, fuentes y el resto de elementos que un buen diseñador de packaging debe manejar. Pero incluso en la fase en la que la creatividad es la que manda, has de trabajar con una idea clave en mente: el diseño de packaging debe ser coherente con la imagen de marca. El cliente debe poder asociarlo a ella de inmediato.

Hemos dicho un poco más arriba que el diseñador de packaging debe formar parte del equipo de diseño y del proceso completo. Pero ¿cuál es ese proceso?

Etapas del diseño de un producto

Como decíamos, cuando se tiene una hoja de ruta que seguir, el camino se hace más fácilmente. Aquí te mostramos cuáles son las fases de diseño de un producto. 

La idea

Muchas empresas se atascan en la idea, a menudo porque creen que la inspiración  acerca de cuál debería ser el nuevo producto vendrá sola. Si bien construir algo fundamentalmente "nuevo" puede ser creativo, muchas de las mejores ideas son el resultado de trabajar sobre un producto que ya existe.

El modelo SCAMPER es una herramienta útil para generar rápidamente ideas de productos haciendo preguntas sobre otros productos existentes:

• Sustituir: por ejemplo, la piel por piel sintética.
• Combinar: una funda de móvil con un pack de baterías, por ejemplo.
• Adaptar un elemento a una necesidad, como un sujetador con cierres delanteros para las madres con niños lactantes.
• Modificar: una guitarra con un diseño nuevo.
• Pasar a un nuevo uso: es decir, darle otro uso a un objeto. Un ejemplo puede ser utilizar el colchón viscoelástico para perros.
• Eliminar: intermediarios o cualquier otro elemento.
• Reinvertir: las ganancias para mejorar el producto.

Investigación

Cuando tenemos una idea de producto en mente, podemos vernos tentados a precipitarnos y producirlo de inmediato, pero eso puede ser en un paso en falso si no validamos la idea primero.

La validación del producto garantiza que estamos creando un producto que la gente comprará y que no perderemos tiempo, dinero y esfuerzo en algo que no se venderá. Algunas formas de validarla son:

• Hablar de la idea con familiares y amigos.
• Hacer encuestas online.
• Crowdfunding.
• Pedir opiniones en foros especializados.
• Usar Google Trends para ver cuál es la demanda real.
• Crear una landing page en la que se anuncie el lanzamiento "próximamente" y ver el interés de los usuarios.

Planificación

Dado que el desarrollo de productos puede complicarse rápidamente, por eso es importante tomarse el tiempo para planificar antes de comenzar a crear un prototipo.

Cuando busquemos fabricantes o materiales, sin una idea concreta de cómo queremos que sea el producto y de cómo funcione, será fácil perderse en los pasos posteriores. Estas decisiones que tomemos en una primera etapa, afectarán también al diseño de envase final.

El mejor modo para comenzar a planificar es con un boceto dibujado a mano de cómo será el producto. El boceto debe ser lo más detallado posible, con etiquetas que expliquen las diversas características y funciones.

Hay que tener claros cuáles serán los diferentes componentes o materiales que necesitaremos para dar vida al producto. Esto vale para proceso de diseño general y en especial para que el diseño depackaging tenga coherencia a posteriori.

Prototipos

El objetivo de la fase de creación de prototipos durante el diseño del producto es crear un ejemplo terminado para usar como muestra para la producción en masa.

Es poco probable que tengamos un producto terminado al primer intento, pues generalmente implica experimentar con varias versiones del producto. También supone eliminar las distintas versiones y realizar mejoras hasta que encontremos lo que buscamos.

Suministros

Cuando tengamos el prototipo de producto es hora de crear la cadena de suministro: los proveedores, las actividades y los recursos que se necesitan para crear el producto y ponerlo en manos de los clientes. Sin olvidar, por supuesto, las necesidades de packaging.

Si bien esta fase implicará principalmente la búsqueda de servicios relacionados con la fabricación, también debemos tener en cuenta el almacenamiento, el envío y el almacenamiento.

Buscar el menor coste

Después de llevar a cabo la investigación, la planificación, la creación de prototipos y el abastecimiento, deberíamos tener una idea más clara de lo que costará producir el producto. El cálculo de costes es el proceso de analizar toda la información recopilada hasta el momento y sumar cuál será el coste de los bienes vendidos. Así podremos determinar un precio y un margen bruto. Las empresas necesitan profesionales capaces de entender y realizar el proceso de diseño de un producto.

Qué hace un diseñador de packaging

Como ves, todas las decisiones que se toman durante el proceso de diseño de producto afectan al diseño de packaging posterior. Por eso es importante saber cuáles son las labores de un diseñador de packaging.

Este perfil profesional se ocupa de liderar el proceso de diseño de envase desde la fase de concepto hasta el resultado final. Esto quiere decir que conceptualizan, diseñan y crean prototipos para su prueba con el producto final. También escogen los materiales y los colores siempre que eso no se haya definido en el proceso general de diseño de producto, en el que también habrán tomado parte.  Toman decisiones sobre elementos de diseño tales como los gráficos, las fuentes y todo aquello que tiene algún efecto en el packaging final.

En la mayor parte de los casos, se espera que el diseñador de packaging:

• Decida, junto con su equipo, qué materiales se usarán en el packaging. 
• Se reúna con los clientes para entender cuáles son sus necesidades.
• Evalúe las tendencias de mercado en cuanto a packaging, materiales, formas y percepción de marca.
• Colabore con los departamentos creativos y de marketing, sobre todo con los encargados del copy y de diseño gráfico, para crear con ellos diseños atractivos y estimulantes que influyan en la intención de compra.
• Participe en la presentación del producto final a clientes internos y externos.
• Haga los rediseños necesarios de acuerdo con el feedback recibido. 

Qué características debe cumplir un packaging de producto

Igual que tendemos a juzgar un libro por su portada, juzgamos los productos por la apariencia del  packaging antes de tener oportunidad de probarlos. Puesto que las decisiones de compra dependen en gran medida del cómo el diseño de packaging influye en el cliente, es crucial maximizar su efectividad en este sentido. Estas son las tres características clave de un buen diseño de packaging.

Atractivo

La primera función del diseño de envase es atrer a los clien tes visualmente. Esto es pues lo primero a considerar antes de trabajar la estrategia de packaging. Un buen diseño de envase atrae la atención hacia el producto desde lejos. Dependiendo de tu público objetivo, puedes incorporar diferentes efectos para destacar entre la multitud. Los envases de cosmética, por ejemplo, tienden a utilizar colores brillantes. Otras marcas usan relieves o diferentes texturas.

Que sea único

De manera similar al atractivo visual, el packaging debe ofrecer algo único para atraer a los clientes, aunque la singularidad puede manifestarse de varias maneras. El diseño de packaging es el encargado de atraer la primera mirada del cliente, pero luego es el producto en sí el encargado de mantener el interés. Esto puede lograrse con estructuras únicas en el caso de que la competencia se limite a usar cajas cuadradas, por ejemplo. Un tamaño diferente puede causar el mismo efecto. 

Eficacia

Aunque el atractivo visual y la singularidad son elementos cruciales para un diseño de packaging exitoso, también es crucial que tenga un alto nivel de funcionalidad y efectividad.

Un diseño de envase verdaderamente efectivo es más que visual. Consideramos que es eficaz si encaja bien en el sistema de producción, no supone aumentos de coste e impulsa las ventas en tienda.

Lograr el equilibrio adecuado entre atractivo, singularidad y eficacia es un desafío incluso para las marcas más experimentadas. De ahí la importancia de los diseñadores de packaging.

Aspectos a tener en cuenta en el diseño de packaging

Estas son algunas de las preguntas que puedes hacerte para comprobar si has tenido en cuenta las tres características fundamentales del packaging:

• ¿Funciona bien a la hora de comunicar el mensaje de marca y tu propuesta de valor?
• ¿Encaja bien en un entorno de venta minorista?
• ¿Es fácil de transportar y enviar?
• ¿Muestra información relevante del producto?
• ¿Es lo que los clientes potenciales necesitan?
• ¿Te diferencia de la competencia?

La respuesta a todas las preguntas anteriores será sí si has llevado a cabo un buen diseño de packaging.