Juegos para mejorar la creatividad en tu lugar de trabajo
Para trabajar más rápido y optimizar el proceso, hay que mejorar la creatividad. Unos juegos o ejercicios ayudarán a ello. Tener plazos a veces bloquea la parte más artística de nuestro proceso creativo y no conseguimos hacer que fluya.
Juegos para mejorar la creatividad
Mejóralo
Este juego consiste en elegir algo que tengamos cerca y rediseñarlo para que sea aún más óptimo en su funcionamiento. Vale para cualquier tipo de diseñador que esté en su puesto de trabajo y mirando cosas que debería diseñar. Un diseñador gráfico podría rediseñar la portada de un libro amateur, un diseñador de moda podría repetir un diseño de vestido haciendo algunos cambios. Lo importante es enfocarlo a esa mejora. Ya sea para que algo se vea mejor, para que el usuario pueda usarlo mejor o para que sea más vendible. Si no tienes mucho tiempo, puedes elegir no hacerlo pero sí pensarlo detenidamente. Así, forzaras a la mente a cuestionarse si lo que te rodea está bien hecho o no y conseguir soluciones. Es un juego, pero también puede llevar a crear cosas muy útiles.
Mezcla
Ahora, en lugar de elegir solo un objeto deberás elegir dos y se deberán juntar las funcionalidades de ambos. No debes frenarte en ningún momento, aunque estés creando algo estrambótico. Eso es precisamente lo que hace mejorar la creatividad. En diseño de moda se acabarían creando una pieza de falda-pantalón con un patrón interesante, en diseño de espacios urbanos un centro comercial con viviendas y parques que sería un triple núcleo de sectores y en diseño de identidad visual se podría llegar a conseguir crear una campaña viral.
Haz un boceto rápido
Pon un cronómetro en marcha y date 30 segundos para dibujar libremente sobre el papel. Tienes que centrarte en crear algo. Lo que sea. Y tu mente, convencida de ello, acabará guiando a la mano. Nada de pensar con anterioridad lo que hacer. Empieza con una raya sobre el papel y continua desde ahí. Como siempre, este juego es muy general y vale para cualquier diseñador, aunque es un truco especialmente útil para los diseñadores de interiores o de producto.
¿Qué sucedería sí...?
En este caso se trata de pensar en cosas posibles y problemas y soluciones potenciales. Por ejemplo, un diseñador de interiores podría pensar qué sucedería si no pudiese poner ni un cojín en una casa. Entonces tendría que buscar soluciones en base a un problema. Un diseñador editorial podría pensar en qué pasaría si intentase hacer su trabajo cambiando todas las partes del diseño de un libro. Se repensaría las cosas más básicas y tendría que darles un giro original y eso hace mejorar la creatividad. De estos ejercicios pueden salir trabajos muy artísticos, frescos y novedosos. Una vez se tiene la idea, se ha de guiar uno mismo por el instinto y saber si debe llevarlo a cabo o no.