Descubre los 12 principios de la animación
La animación ha evolucionado notablemente desde sus inicios. Pero, para comprenderla mejor, hay que conocer los 12 principios de la animación, desarrollados por Ollie Johnston y Frank Thomas. Estos principios son la base de la animación tradicional en 2D y la animación digital en 3D.
Vamos a ver los principios de la animación y cómo se aplican en diversas técnicas.
Estiramiento y encogimiento, el primero de los 12 principios de la animación
Este es fundamental para dar a los objetos y personajes una sensación de peso y flexibilidad. Se utiliza para mostrar cómo un objeto se deforma durante el movimiento, pero sin cambiar su volumen. Por ejemplo, una pelota que rebota se estira al descender y se encoge al golpear el suelo, creando una sensación de realismo y dinamismo.
En personajes, se puede apreciar en cómo se mueven los músculos cuando estos corren o saltan. Este principio es vital en la animación 2D y es igualmente importante en la 3D, donde las deformaciones del cuerpo deben ser naturales.
Anticipación
La anticipación prepara al espectador para una acción que está a punto de suceder. Antes de que un personaje salte, se agachará primero, lo que contribuye a que el movimiento sea más creíble, y dirige la atención del espectador hacia la acción siguiente.
La anticipación también puede incluir movimientos más sutiles, como una mirada rápida antes de que un personaje comience a correr. Este principio es básico en la animación tradicional y en la animación 3D.
Puesta en escena
Se refiere a la presentación clara y efectiva de una idea, de manera que el espectador pueda entender fácilmente la acción o la intención del personaje. La puesta en escena incluye la posición de los personajes, el encuadre, el ángulo de la cámara y la iluminación. Una buena puesta en escena guía la atención del espectador hacia el punto de interés y puede ayudar a establecer el tono y la emoción de la escena. En la historia de la animación, este principio ha sido elemental para transmitir emociones y narrativas.
Acción directa y pose a pose
Hay dos enfoques principales para animar una escena: la acción directa y la pose a pose. La acción directa implica crear fotograma a fotograma desde el principio hasta el final, para acciones fluidas y dinámicas como el movimiento del agua o el fuego.
La pose a pose, por otro lado, crea poses clave y luego rellena los intervalos, útil para escenas complejas y planificadas. Ambas técnicas son esenciales en la animación digital, donde se pueden combinar para lograr un efecto óptimo.
Acción continuada y acción superpuesta
Estos principios garantizan que los elementos de un personaje u objeto sigan moviéndose después de que la acción principal se haya detenido. Por ejemplo, cuando un personaje corre y se detiene abruptamente, su cabello y ropa continuarán moviéndose brevemente.
La acción continuada se refiere a los movimientos que continúan tras la acción principal, mientras que la acción superpuesta se refiere a las acciones que ocurren al mismo tiempo, pero con un desfase. Esta evita movimientos rígidos y artificiales, especialmente en la animación de personajes.
Aceleración y desaceleración
Los objetos necesitan tiempo para acelerarse y desacelerarse. Añadir más fotogramas al inicio y al final de una acción hace que el movimiento sea más realista. Ayuda a dar una sensación de peso y tiempo real a los movimientos.
Arcos
La mayoría de los movimientos naturales siguen una trayectoria en arco en lugar de una línea recta, y añaden realismo y fluidez a la animación. Por ello, al animar personajes, los movimientos de las extremidades, la cabeza y el cuerpo suelen seguir trayectorias arqueadas. Este principio es importante, ya que los movimientos en arco ayudan a que las acciones se vean más orgánicas y naturales.
Acción secundaria
Las acciones secundarias complementan y realzan la acción principal de una escena, añadiendo más vida y profundidad al personaje o la acción. Por ejemplo, mientras un personaje principal camina, una acción secundaria podría ser mover los brazos. Estas acciones secundarias no deben distraer de la acción principal, sino que deben enriquecerla.
Temporalidad
El tiempo adecuado de una acción da sentido a su peso y tamaño, y puede transmitir diferentes emociones y reacciones. Cambiar la cantidad de fotogramas utilizados para una acción puede alterar completamente la percepción de la misma. Por ejemplo, un golpe rápido puede sugerir ligereza o furia, mientras que un movimiento lento puede transmitir peso o tristeza. El motion design a menudo se apoya en este principio para crear movimientos efectivos y cautivadores.
Exageración
La exageración hace las acciones y emociones más claras y entretenidas. Si bien es posible exagerar en cualquier estilo, es especialmente común en la animación de personajes, donde ayuda a enfatizar los rasgos y las emociones. Un personaje sorprendido puede tener los ojos muy abiertos y la boca muy abierta, lo que ayuda a transmitir la emoción de manera más efectiva.
Dibujo sólido
Este principio se refiere a la habilidad técnica del animador para dibujar personajes y objetos de manera tridimensional, con volumen y peso. Aunque se originó en la animación tradicional, el dibujo sólido sigue siendo relevante en la digital, donde el modelado y la rigidez de los personajes requieren una comprensión sólida de las formas tridimensionales.
Atractivo
Es la calidad de carisma o interés que tienen los personajes. No significa que el personaje debe ser "bonito", sino interesante y cautivador para el espectador. Para ello se necesita un buen diseño, una actuación convincente y una animación fluida.
Los 12 principios de la animación son la base de todas las técnicas de animación, desde la animación 2D hasta la 3D. Estos principios ayudan a crear movimientos más realistas y expresivos, y mejoran la narrativa y el atractivo visual de sus obras.
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