El avance de las impresoras 3D y su uso en el mundo del diseño
¿Son una novedad las impresoras 3D? El hecho es que no. No solo porque los primeros modelos empezaran a desarrollarse hace la friolera de 30 años, sino porque ya se comercializan para los hogares.
¿Por qué han tenido tanto éxito las impresoras 3D?
Hay dos ideas fundamentales que debemos manejar para explicarnos el por qué del gran éxito alcanzado por las impresoras 3D tanto a nivel profesional como particular. Por una parte está la flexibilidad del diseño. Una impresora en tres dimensiones permite realizar prototipos que hasta hace poco eran impensables. Por otra parte, está el abaratamiento de los costes de producción. Costes que encarecían los procesos de los diseñadores de producto, sobre todo.
Estudios de diseño de todo tipo y calado emplean las impresoras 3D para realizar muebles y objetos decorativos sin necesidad de involucrar a terceras partes. Lo único que se necesita es un ingeniero capaz de diseñar el modelo 3D, que se envía a la impresora de la misma manera que un documento Word, Excel o pdf se envía a una impresora convencional.
La impresoras 3D y el diseño
La evolución de las impresoras 3D ha sido una buena noticia para los profesionales del diseño. Si bien las mismas, en un principio, solo eran capaces de imprimir objetos de plástico, en la actualidad trabajan con todo tipo de materiales. Metales preciosos, porcelana y hasta comida se pueden usar en este tipo de impresión 3D. Por supuesto, las pruebas no se realizan con los materiales más caros. Este tipo de decisión de producción de toma en cada etapa del proceso.
Las impresoras no son meros robots. Su desarrollo ha evolucionado tanto que incorporan un procesador de inteligencia artificial capaz de minimizar las mermas y de reciclar los materiales sobrantes para próximos usos. Así que, además de ser capaces de realizar impresiones de alta calidad, la impresión 3D minimiza los costes de producción.
Como decíamos al principio del artículo, las impresoras 3D ya se comercializan para hogares. De hecho, llevan unos años en el mercado. La práctica habitual entre diseñadores era comprarlas en grupo. Pero los precios de estas máquinas están en pleno descenso en la actualidad.
Estudiantes de diseño e impresoras 3D
Si estudias diseño de producto y ya te encuentras en esa etapa de tu formación en la que debes comprobar la validez de tus propuestas, una impresora 3D puede ser la solución. Imprimir un diseño te da la oportunidad de probar su usabilidad y de realizar tests con posibles compradores.
La tecnología y el diseño siempre van de la mano. Y esto, de hecho, no puede ser de otra manera. Tanto diseñadores como ingenieros debemos ir un paso por delante de las necesidades de nuestro público. De ahí que el desarrollo de máquinas que nos ayuden a trabajar más rápido y con mayor eficiencia solo puede verse con buenos ojos.
