Diseño de paisajismo y jardines para ciudades sostenibles

Para reducir el impacto que tiene y hacer una fusión entre las urbes y los entornos naturales, aparecen las ciudades sostenibles, que contribuyen al desarrollo urbano responsable.

Sin embargo, la creación de estas implica realizar estudios previos al diseño de sus jardines y paisajes. Si tú también tienes conciencia verde, en ESDESIGN ofrecemos un Máster en Paisajismo y Urbanismo Sostenible, que te dará todos los conocimientos técnicos que necesitas como complemento para tu visión. Pero, ¿en qué consiste exactamente y cómo se aplica hoy en día con la situación extrema en la que nos encontramos?

Paisajismo: qué es y con qué otras disciplinas se relaciona

Para hablar de ciudades y comunidades sostenibles, primero debemos entender de qué se componen estas desde el punto de vista de su infraestructura. En primer lugar, nos encontramos con el concepto de paisaje urbano, que hace referencia a la integración de espacios públicos donde habita la ciudadanía con otros destinados a mejorar su calidad de vida, como pueden ser las plazas, los parques y los jardines.

En el diseño actual de estos entornos, se suele tener en cuenta el factor estético. No solo desde el punto de vista de nuestra percepción visual, sino también para integrarse armónicamente con la naturaleza y, de este modo, tener el menor impacto que sea posible.

En esta línea, aparece el diseño de exteriores, que es la disciplina que se encarga de hacer los espacios urbanos habitables y lograr que las zonas verdes mencionadas se puedan utilizar para pasear por ellas o llevar a cabo distintas actividades. Así, se repercute también positivamente en la calidad de vida.

La tercera disciplina es el paisajismo. Esta se ocupa tanto de los espacios con vegetación de las zonas urbanas como de la intervención y reestructuración de las rurales. Un proyecto de paisajismo implica, por tanto, el diseño de espacios que sean funcionales y atractivos, pero también armónicos con el entorno.

En el paisajismo, está presente la selección de plantas y árboles, pero también estructuras como los caminos o las fuentes. Además, considera factores como el uso del suelo, la climatología de un lugar, su topografía o la irradiación solar. En sus proyectos, se fusionan tanto las necesidades de quien los ordena como la conservación de los recursos naturales, la promoción de la biodiversidad y la sostenibilidad medioambiental.

¿Qué son las ciudades sostenibles?

El objetivo de un proyecto de paisajismo es, tal y como hemos venido diciendo, y acorde con la situación actual que atravesamos en el planeta debido al cambio climático, la búsqueda de la sostenibilidad.

Pero, ¿qué entendemos exactamente por una ciudad sostenible? Para ponernos en contexto, a pesar de que las ciudades representan menos del 5% de la superficie del planeta, el impacto que tienen en este es muy alto. De hecho, el 70% del consumo de energía proviene de estas, y es que si el número de habitantes continúa incrementándose, también lo hace su demanda. En consecuencia, las ciudades emiten el 75% del carbono.

Para paliar este efecto nocivo y cuidar el medioambiente, las ciudades sostenibles son aquellas que, sin renunciar a la calidad de vida de su ciudadanía, crea espacios verdes, reduce los gases de efecto invernadero que ocasiona, apuesta por las energías renovables e impulsa la economía circular.

Algunos ejemplos de ciudades sostenibles en el mundo son:

• Oslo, considerada la capital mundial del vehículo eléctrico y cuyo transporte público usa biogás.
• Copenhague, que en 2025 quiere ser la primera capital mundial con huella de carbono cero.
• Estocolmo, que en 2010 fue nombrada Capital Verde de Europa y en 2019 recibió un premio como ciudad inteligente.
• Berlín, que en 1990 comenzó a reducir sus emisiones y para 2050 aspira a ser climáticamente neutra.
• Ámsterdam, donde el uso de las bicicletas ha reducido las emisiones, y que fue elegida en 2009 como primera ciudad europea inteligente por su distribución de urbanismo sin alterar los recursos naturales.

Además de las estrategias mencionadas, hoy en día se trabajan otros conceptos que también contribuyen a proteger el medioambiente.

Vegetación nativa

En la actualidad, flora y fauna cruzan fronteras, día tras día. Sus consecuencias no son solo el aumento de enfermedades fuera de sus lugares de orígenes o pandemias como la que hemos vivido recientemente, sino también la exportación de plagas y de especies que se convierten en invasoras allá donde van.

Como solución, en el paisajismo de las ciudades sostenibles se intenta dar protagonismo a las especies autóctonas. Además de promover la biodiversidad, estas plantas son las que mejor se adaptan a las condiciones climáticas y del suelo, y son el alimento y el refugio que la fauna local necesita. De esta manera, se restaura el equilibrio ecológico natural en los espacios urbanos.

Jardines verticales y azoteas verdes

Las ciudades muy concurridas o con espacios limitados pueden tener problemas para añadir zonas verdes. Una alternativa que sigue contribuyendo a la calidad de vida es crear jardines verticales y azoteas verdes. Es decir, que la vegetación no estará en parques o en el suelo, sino en las propias edificaciones. Por ejemplo, con plantas trepadoras. Entre los beneficios de esta práctica figuran la reducción de la temperatura ambiental, la captura del agua de lluvia y la mejora del aislamiento térmico y acústico.

Gestión eficiente del agua

El diseño de paisajismo y jardines para ciudades sostenibles debe apostar también por la eficiencia en el riego. Esta se basa en el riego por goteo y en la recolección y reutilización del agua de lluvia. Además de gratuita, es la idónea para la vegetación. Asimismo, reduce el consumo de agua destinado al consumo humano y se minimiza el impacto medioambiental.

Infraestructuras verdes y conectividad ecológica

Las ciudades sostenibles deben tener en cuenta las necesidades de otras especies, y no solo las nuestras. Por eso, en el diseño de paisajismo se crean corredores ecológicos que permiten el desplazamiento de la fauna. Pero también conexiones entre áreas verdes que preservan la biodiversidad y reducen la fragmentación de los hábitats.

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