¿Qué es la señalética en diseño gráfico?

La señalética es una de las diferentes herramientas que entran dentro del diseño gráfico. Tiene como finalidad ofrecer información que sirva de guía para las personas y que mejore su experiencia general. Sin embargo, también se puede utilizar en branding para la construcción de una marca. 

En este artículo, vamos a conocer qué es exactamente la señalética en diseño y su diferencia con la señalización, que aunque suenan similares, presentan diferencias importantes. En este artículo también descubriremos  sus tipos y cómo aprovechar este recurso para crear experiencias de marca únicas. Si quieres profundizar en este tema y convertirte en un experto en el sector, te recomendamos inscribirte en nuestro Máster en Diseño Gráfico. 

¿Qué es la señalética en diseño gráfico y para qué sirve?

Comenzamos por definir qué es la señalética. Se trata de un conjunto de elementos visuales que se han diseñado para transmitir información, instrucciones o advertencias. Es decir, que pueda guiar, educar u orientar a las personas sobre el entorno en el que se encuentran. Por ejemplo, edificios, espacios públicos como parques o jardines, locales comerciales o eventos. 

Estos elementos visuales pueden consistir en símbolos, iconos, textos y gráficos. Todos ellos deben dar información clara que mejore la experiencia de la persona que los observa, para que pueda desplazarse hacia donde desea sin confusiones. Por ejemplo, especificar zonas, comunicar normas o informar sobre productos. Pero además de la experiencia, también son importantes desde el punto de vista de la seguridad o la comodidad. 

¿En qué se diferencia de la señalización?

Señalética y señalización pueden parecer sinónimos, pero aunque se refieren a conceptos similares, no son lo mismo. La señalización es un término general en el que se incluyen todos los elementos gráficos que se utilizan para guiar o dar información. Al ser un lenguaje universal, se sigue un código que está normalizado y homologado. Por tanto, se puede aplicar en cualquier lugar porque es comprensible para cualquier persona. Es un sistema integrado de comunicación visual. 

Por el contrario, cuando hablamos de señalética, los elementos gráficos que se utilizan están adaptados al entorno en el que se encuentran. Es decir, que deben responder a las necesidades del espacio y adaptarse a ellas. Además de crear una imagen del entorno, la debe reforzar. Para ello, el diseño gráfico debe encontrar un punto intermedio entre la estética y la eficiencia en la comunicación, y si es necesario, hacer uso de técnicas avanzadas. 

Tipos de señalética

La señalética en el diseño gráfico no tiene una única finalidad, ya que, como vimos, cumple con funciones específicas relacionadas con el espacio. Así, podemos distinguir los siguientes tipos:

- Direccional. Como su nombre indica, su finalidad es ayudar a las personas a encontrar el camino que deben seguir para llegar a un destino dentro de un espacio. Incluye flechas, signos de orientación o mapas, que muestren, por ejemplo, ubicación de baños, salidas o una recepción.

- Informativa. Ofrecen información general sobre el espacio, a través de textos y gráficos que pueden concretar características o funciones. Por ejemplo, horarios, detalles o políticas de uso.

- Advertencia. Se usa para alertar de posibles peligros o riesgos, mediante mensajes de precaución o símbolos de advertencia. Son frecuentes cuando se realizan obras, en zonas no accesibles por algún motivo o cuando hay materiales o elementos peligrosos.

- Identificación. Identifica una zona o un servicio, como salas para alguna finalidad o secciones en puntos de venta. Por lo general, incluye nombres y números.

- Normativa. Esta señalética indica normas o regulaciones a seguir, para mantener el orden o la seguridad. Por ejemplo, prohibiciones para fumar o tirar basura.

Usos de la señalética

Además del diseño del mensaje que se muestra, la señalética también debe tener en cuenta dónde se coloca y otros aspectos importantes como son los siguientes:

- Visibilidad. Si el diseño es correcto, pero no se ve, no podrá cumplir con su función. Por tanto, debe ser fácilmente visible y legible. Hay que fijarse en que no haya elementos que lo bloqueen y en que tenga un buen contraste de colores allí donde se ubica.

- Altura y tamaño. Las dimensiones deben ir acorde con el entorno o el público al que se dirigen. En espacios públicos, deben ir a una altura que sea visible para personas de cualquier estatura, así como para personas con movilidad reducida.

- Contexto. Las señales irán en puntos estratégicos que faciliten la orientación a quien la necesite. Por ejemplo, cuando hay cruces de caminos, entradas y salidas o zonas de mucho movimiento.

¿Qué relación hay entre señalética y branding?

Además de los tipos mencionados, también existe la señalética corporativa, ya que hay múltiples especialidades en diseño gráfico. Esta es la que ayuda a transmitir la identidad visual de una marca a través de sus elementos gráficos. Como en el resto de elementos utilizados por aquella, aquí también debe haber coherencia entre ambas. Así, no solo se mejora la experiencia, que es el objetivo principal, sino que se refuerza, además, la imagen corporativa. 

Cuando la señalética está bien diseñada, es capaz, al mismo tiempo, de dar información práctica y de reflejar los valores y el estilo de la marca. Para conseguirlo se usarán los mismos colores, tipografías y logotipos del branding general. 

¿Quién se encarga de diseñar la señalética?

El diseño de la señalética es parte del trabajo de quienes se dedican al diseño gráfico especializado en comunicación visual y diseño de entornos. Estos perfiles profesionales deben tener una buena base sobre los principios de diseño, ergonomía y psicología del usuario.

En cuanto al proceso de diseño de la señalética, se siguen varias etapas. En primer lugar, se deben conocer cuáles son las necesidades a satisfacer para determinar el tipo de señal. Después, se crearán los prototipos; es decir, la señalética digital, y finalmente se harán pruebas de eficacia en el entorno real. El trabajo se desarrolla en colaboración con profesionales de la arquitectura y planificación, y con la propia clientela. 

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