Urbanismo sostenible: objetivos y beneficios

Nuestra sociedad se ha ido enfrentando a diferentes desafíos a lo largo de la historia. Estos son los que nos fuerzan a buscar alternativas para que los entornos urbanos sean habitables y ofrezcan buenas condiciones de vida. En la actualidad, el crecimiento poblacional, el cambio climático y la escasez de recursos son las tres claves que determinan todas nuestras acciones. Ante ellas, el urbanismo sostenible se posiciona como una solución innovadora y necesaria para construir comunidades que, además de ajustarse a las necesidades actuales, es respetuosa con el medioambiente.

En este artículo, se profundiza en los objetivos y las ventajas que ofrece el urbanismo sostenible. Pero si trabajas en este ámbito profesional o tienes estudios en materias relacionadas, puede interesarte ampliar tus conocimientos con nuestro Máster en Paisajismo y Urbanismo Sostenible.

¿Qué es el urbanismo sostenible?

El urbanismo sostenible es un enfoque holístico para el diseño y la planificación urbana. Es decir, que a diferencia de las ciudades en las que hoy vivimos y que fueron diseñadas hace décadas, ahora se pretende tener en cuenta las necesidades de la población actual como las de las generaciones futuras.

Se basa en principios que buscan minimizar el impacto ambiental de las ciudades, promover la eficiencia energética, fomentar el transporte público y preservar y mejorar las áreas verdes. Además, impulsa la participación ciudadana y la equidad social, para que todas las personas puedan tener acceso a viviendas dignas, educación y servicios básicos.

El diseño y la planificación del urbanismo sostenible tienen en cuenta en sus estrategias tres ámbitos diferentes: el social, el económico y el medioambiental. De este modo, se reduce la generación de gases de efecto invernadero o GEI, se protege el paisaje y se optimiza la calidad de vida de la ciudadanía.

¿Cuáles son los objetivos del urbanismo sostenible?

El urbanismo sostenible se fundamenta en tres pilares esenciales: económicos, sociales y medioambientales. Estos objetivos convergen para crear ciudades más respetuosas y equitativas, que sean capaces de enfrentar los desafíos de este siglo y los que vienen. A continuación, especificamos cada uno de ellos.

Económicos

El urbanismo sostenible busca impulsar el desarrollo económico local de manera sostenible a través de diferentes vías. En primer lugar, se apuesta por la creación de empleos en sectores relacionados con energías renovables, la construcción ecológica y las tecnologías verdes.

También se fomenta la innovación al promover la investigación en soluciones urbanas sostenibles. Este valor añadido que se da al suelo y a los activos contribuye a que aparezcan nuevas partes inversoras en el mercado verde, lo que permite frenar la decadencia que implica el desarrollo continuado sin control.

En tercer lugar, el urbanismo sostenible implica proyectos que sean viables desde el punto de vista económico. El objetivo es que no se incurra en más recursos o costes a largo plazo de los que son estrictamente necesarios. Con una gestión adecuada, tanto las empresas inversoras como los propios municipios, y por ende la ciudadanía, ahorrarán fondos que se podrán reinvertir en otros proyectos de desarrollo de la ciudad.

Otro aspecto a destacar dentro de los objetivos económicos del desarrollo sostenible es que se favorece la construcción de ciudades inteligentes o ‘Smart Cities’. El diseño ambiental crea recorridos peatonales o que facilitan el transporte público, lo que a su vez reduce los atascos y permite una mayor eficiencia. Esto repercute positivamente en el bienestar general e incluso en el rendimiento en el trabajo.

Sociales

Dentro de los objetivos sociales, el urbanismo sostenible se centra en buscar la sostenibilidad social, de manera que haya un equilibrio entre las necesidades de las personas residentes y de su entorno. Para ello, se busca aumentar la calidad de vida y el nivel de confort.

Este objetivo se puede conseguir a través de diversos métodos. Por ejemplo, con la creación de espacios que sean seguros, ofreciendo accesibilidad a personas con movilidad reducida, o con viviendas que sean asequibles, entre otros. Esta última implica que no haya discriminación de ningún tipo por condición sociocultural, económica, sexo o etnia. Así, también se fomenta la diversidad en los barrios y en las comunidades.

Por otra parte, para que el urbanismo sostenible cumpla con su finalidad y realmente se ajuste a las necesidades comunitarias, debe pasar por la participación de la propia ciudadanía. Con ella, todas las voces que la conforman serán escuchadas.

Medioambientales

El aspecto medioambiental del urbanismo sostenible se enfoca en la conservación y protección del entorno natural, puesto que el crecimiento desenfrenado es incompatible con los recursos limitados del planeta.

Entre sus objetivos destacan reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, diseñar paisajismo y jardines que preserven áreas verdes, promover la eficiencia en el uso del agua y fomentar prácticas de construcción respetuosas con el medioambiente. 

Beneficios del desarrollo urbano sostenible

Los beneficios de apostar por el desarrollo sostenible en el paisaje urbano han quedado claros a través de sus objetivos, pero a modo de resumen, a continuación dejamos los más destacados.

- Preservación del medioambiente. El desarrollo sostenible promueve prácticas que reducen el impacto ambiental, para conservar los recursos naturales y proteger la biodiversidad.

- Mejora de la calidad de vida. Favorece la creación de entornos urbanos y rurales más saludables, con aire y agua más limpios, espacios verdes y una menor exposición a contaminantes.

- Crecimiento económico equitativo. Estimula la economía a largo plazo al fomentar la innovación en tecnologías verdes y en sectores sostenibles, se generan empleos y se promueve la estabilidad económica.

- Inclusión social. El desarrollo urbano sostenible garantiza el acceso equitativo a oportunidades educativas, sanitarias y laborales para todas las personas.

- Reducción de la pobreza. Beneficia el acceso a la educación, el empleo y los servicios básicos. 

- Fomento de energías renovables. Disminuye la dependencia de combustibles fósiles y se reducen las emisiones de gases de efecto invernadero para mitigar el cambio climático. 

- Promoción de la innovación. El urbanismo sostenible estimula la investigación y el desarrollo en tecnologías limpias y prácticas más eficientes.

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